miércoles, 24 de marzo de 2010

El manejo de los conflictos - Cooperación


El manejo de los conflictos es un tema que incumbe a nuestro quehacer en la vida cotidiana y a la vez a nuestra forma de pensar, sentir y actuar, lo cual hace a nuestra forma de estar en el mundo con los demás.

El conflicto es inherente a las relaciones humanas.

En cualquier contexto donde haya gente que se reúna con algún tipo de vinculación y / u objetivos como por ejemplo el trabajo, el colegio, la casa, hasta en el supermercado existe potencial para el conflicto.

Ahora bien, el tema está en que lejos de evitarlo, aunque muchas veces lo hacemos, abordar un conflicto consiste en saber manejarlo.

Lo cual implica un cambio de actitud, en nuestro actuar. La Dra. Beverly Potter, counselor de EEUU dice en uno de su libro (“Del conflicto a la cooperación. Cómo mediar una disputa”) que significa un pasaje de estar en el conflicto a actuar para resolverlo y para esto es necesario la cooperación, ya que un conflicto es generado entre dos o mas personas y son ellas las que lo deben resolver. Sino pensaríamos de una manera infantil al conflicto: “se resuelve solo”… y cuando los conflictos toman demasiada magnitud nos dan miedo, acobardan y obstaculizan.

Estos conflictos la mayoría de nosotros por vivirlos los conocemos, son los conflictos familiares, conflictos entre esposos, entre hermanos, entre padres e hijos adolescentes, etc.

Entonces, donde sea que la gente se reúna para jugar, vivir o trabajar, hay potencial para el conflicto.

- Por ejemplo dentro del ámbito laboral donde ustedes trabajan existe conflicto?
- Y claro, porque hay cosas que resolver!

Por ejemplo, las cuestiones de autoridad y cuestiones particulares dentro de los límites de un hogar, llevan inevitablemente a los miembros de la familia a enfrentarse.

El conflicto también puede surgir entre amigos. Cuanta más energía y emoción se invierte en una relación, mayor será el potencial para el conflicto!!. Muchas veces los amigos no se ponen de acuerdo en una multitud de cosas; también puede suceder que compitan entre ellos. Ambas situaciones pueden ser fuente de considerable tensión.

El lugar de trabajo también es otro terreno fértil para el conflicto. Las personas tienen diferentes prioridades y estilos de trabajo. Y los compañeros de trabajo pueden enfrentarse a la hora de las asignaciones o las promociones. Cuanto más dependan unos de otros para el logro de sus objetivos, mayor será el potencial para el conflicto.

Este potencial de conflicto existe sobretodo en las diferencias!, como bien sabemos somos todos diferentes y en un grupo hay formas de pensar heterogéneas, el conflicto da cuenta de esto, por eso muchas veces lo acallamos en lugar de ponerlo a trabajar a nuestro favor. Somos subjetivamente diferentes, es decir con distintas historias, con distintas miradas…con distintas formas de pensar. También el histórico conflicto de las diferencias entre culturas o “diferencias culturales”, las clases sociales, que también entran en conflicto por sus diferencias necesitan de un marco mas amplio para pensarlas desde una perspectiva macrosistémico-

En el micro sistema estamos vos, vos, el, ella, nosotros aquí y ahora.

En un mundo ideal, en caso de que surgiera una disputa, las partes en conflicto se encontrarían, buscarían entender claramente cuál es el punto de vista de la otra, negociarían hasta encontrar un acuerdo mutuamente satisfactorio, y se comprometerían a llevarlo a cabo.

Este no es un mundo ideal. Por lo general, los disputantes evitan negociar directamente. Actúan con una limitada y aún nula comprensión del punto de vista del otro. Insisten en su posición, lo cual crea una situación en donde la victoria personal y el ganar se transforman en lo más importante, mucho más que llegar a un acuerdo. Pero los acuerdos a los que se llega de esta forma, no logran ocultar los desacuerdos que subyacen por mucho tiempo. Estos crecen y crecen hasta transformarse en mayores desacuerdos y mayores problemas.
Somos responsables

Por lo tanto, cuando nos predisponemos a resolver un conflicto de lo que se trata es de estar predispuestos a llegar a un acuerdo. De esto hablamos, cuando hablamos de cooperación, no?

Estar y permanecer en el conflicto implica que nuestra calidad de vida se verá afectada por una carga emocional negativa, una baja autoestima, comunicación pobre, una sensación de frustración e incapacidad para resolver las situaciones conflictivas que cabe aclarar, esta incapacidad esta en nuestras mentes, ya que es una creencia.

Que se siente en la mente y en el cuerpo, como dolores físicos, dolores morales…

Si un conflicto no se resuelve: (nos instalamos en él)

1- se niega la existencia del conflicto, se hacen cosas que no se sabe porque, como si no existiera conflicto alguno, puede dar lugar a conductas agresivas que en apariencia son inmotivadas, es decir impulsiones.
2- el conflicto escala aun mas hasta reventar, estalla en alguna situación cotidiana
3- Se reconoce el conflicto pero no se lo resuelve, por falta de habilidad para hacerlo, se convive con el peso en las espaldas, sintiendo responsabilidad pero incapacidad para resolverlo.

Cualquiera sea el conflicto y dependiendo de su carga puede llevar a una persona a contraer depresión y stress. Hay conflictos que son más fáciles de resolver, en el sentido de que las etapas de resolución son cortas, otros pueden durar años, para estos últimos es conveniente realizar una terapia que pueda contener y acompañar psicológicamente el proceso. Así como también para los conflictos intrapersonales, es decir, con uno mismo.

Cualquiera sea
la fuente del conflicto, la causa real de la disputa es casi siempre sobre la percepción de las situaciones. Es decir, sobre cómo cada uno ve y por lo tanto piensa las situaciones. Las diferentes interpretaciones que los disputantes tienen acerca de la fuente del conflicto.



Volvamos a los ejemplos, el lugar de trabajo que suponemos como un lugar que implica seriedad, donde se desarrollan importantes funciones, la gente a menudo se molesta por cosas aparentemente triviales. La gente entra en conflicto cuando cree que algo o alguien está interfiriendo en el logro de sus metas. La interferencia puede provenir de distintas fuentes. Una persona puede tener limitaciones personales, como por ejemplo la inhabilidad para delegar; o la dificultad puede ser interpersonal, como cuando los socios tienen diferentes prioridades. Otras veces la fuente del conflicto puede ser una reacción imprevista, por ejemplo cuando el partido gobernante decide una política en relación a un vecindario y este vecindario se subleva.

La forma en que los roles y las relaciones se estructuran en el trabajo o la familia, puede ser un obstáculo a los objetivos individuales de las personas. Estilos y valores diferentes pueden dar lugar al conflicto. En casi todos los casos la comunicación es pobre.

Pero tengo una buena noticia para darles.
Tenemos habilidad para resolver conflictos o por lo menos esa habilidad esta en potencia. Resolver un conflicto es algo que se aprende, principalmente convirtiendo una conducta en habilidad, ¿como se logra eso? Con la práctica.


Atención:

El aprendizaje de cualquier habilidad se compone de 4 fases, para que se les haga mas visual esta idea, piensen en alguna destreza que hayan adquirido en sus vidas, como andar en bicicleta.

La primera fase es la in-competencia in-consciente: no sabemos hacerlo, ni lo hemos intentado. Una vez que iniciamos el aprendizaje logramos realizar las acciones necesarias pero con in-suficiente eficacia (sabemos lo suficiente para reconocer que no lo hacemos bien) y si nos exige un gran esfuerzo de atención consciente es la in-competencia conciente; en la fase que mas aprendemos.

La tercera fase es la competencia consciente, sabemos hacerlo aunque seguimos necesitando mucha concentración.

Llegamos a la fase de competencia inconsciente, ejecutamos las acciones con facilidad, sin necesidad de pensar.

Gracias por su atención

El conflicto puede ser constructivo lo que quiere decir que El conflicto no es necesariamente malo, y no necesariamente indica que se ha fallado. De hecho, el conflicto puede resultar como catalizador de interacciones más creativas y satisfactorias. Puede resultar beneficioso al obligar a las personas a producir un cambio.

El conflicto como señal

Por su naturaleza, el conflicto indica una necesidad de cambio. El mensaje es: “Las cosas no están funcionando. Tenemos que hacer algo distinto”. Cuando es tomado como una señal, el conflicto puede actuar como una fuerza constructiva sobre los disputantes forzándolos a hablar sobre sus diferencias de modo de poder trabajar sobre ellas.


El conflicto es una oportunidad!

Oportunidad Para clarificar expectativas

Para construir cohesión

Para crear una atmósfera apropiada para negociar

Es increíble la cantidad de veces que no entendemos cuáles son las expectativas de los demás y lo único que hacemos es fracasar porque centramos todos los esfuerzos en la dirección equivocada.

Es mucho más fácil llevarse bien con la gente, cuando sabemos qué es lo que esperan de nosotros y qué es lo que podemos esperar de ellos.

El conflicto en sí no es un problema. Es la señal de que es necesario un ajuste.

Alcanzar resultados positivos no es obra de la casualidad, hay que saber manejar un conflicto.

Un conflicto mal manejado:

Reduce la moral y la motivación
Es fuente del desgano laboral
Reduce la productividad
Provoca más conflicto


¿Qué lugar tiene el enojo en una situación conflictiva?

El motivo más frecuente por el cual un conflicto es mal manejado u ocultado es el enojo, que habitualmente es un sub-producto del conflicto. Las expresiones de enojo, especialmente en el lugar de trabajo, son consideradas tabú
Esto hace que sea difícil resolver disputas porque no está bien tenerlas. Este tabú instala la creencia de que hay que negar el enojo y evitar el conflicto, y muy poca gente ha podido desarrollar las habilidades que se requieren para negociar un acuerdo realista.
Por el contrario, la mayor parte de la gente utiliza la manipulación, el sabotaje, los insultos y presionan para obtener lo que quieren.

Cuando un conflicto amenaza la productividad, es responsabilidad del gerente intervenir y mediar para obtener una solución. Pero, los gerentes que tienen que mediar conflictos dentro de su staff, a menudo no son capaces de resolver sus propios conflictos.

Cuando surgen conflictos entre hermanos, por ejemplo, amenazando con separar la familia, por lo general son los padres, más habitualmente la madre, la que se espera que intervenga. Pero muchas madres no saben cómo manejar sus propias disputas.

Cuando el conflicto aparece en el aula, se espera que el maestro/a sea el que vuelva a llevar a cada alumno a su lugar. Pero muchos maestros tienen dificultades para resolver sus propias cuestiones.


Seamos realistas! saber manejar un conflicto es una habilidad!

Se puede aprender a manejar los conflictos
El procedimiento de manejar conflictos tiene dos pasos principales. El primero es juntar información sobre el problema. El segundo es mediar el logro de un acuerdo.

Ahora si depende de ustedes poner en practica esta habilidad.