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Desarrollo psicológico de un bebé
En
principio un bebé de un año de vida, se encuentra en plena construcción y
desarrollo del psiquismo, en esta etapa son fundamentales la protección del
mismo[1]
Un
bebe de un año se encuentra incorporándose a un mundo que entiende lo que le
pasa, se ocupa de sus necesidades, lo calma; lo que se denomina; entorno seguro
y confiable. En función a estas experiencias empieza a gestarse en él la
confianza básica: esa callada certeza interna de la disponibilidad de su mamá.
“Sabe”
que sus necesidades van a ser reconocidas, interpretadas y atendidas Y también
que hay alguien que puede sostenerlo, contenerlo, ayudarlo a recuperar el
equilibrio o la calma cuando lo pierde, que sacia su hambre, que lo abriga o lo
desabriga. Así será como el niño en el tiempo aprenderá a autoregularse. A
partir de este circulo virtuoso llamado apego seguro(John Bowlby).
También
es fundamental establecerlo para constituir un rol de madre segura y confiable.
Muy distinto es cuando se establece un rol contrario, donde el bebe se
angustia, llora desconsoladamente y no se encuentra la madre quien puede
regularlo, así se establecen experiencias de “despertar” a un mundo de ansiedad
y llanto o desolado, estableciendo círculos viciosos de ansiedad e inseguridad.
Es
fundamental en esta etapa la disponibilidad incondicional de la madre para que
el bebé logre internalizar una madre que lo cuida, que sabe lo que le pasa y
que acude a él para regularlo. Una madre
que al ser internalizada podrá hablar desde adentro gestando la base para
futuros vínculos seguros. Estas experiencias “suficientemente buenas” en su
estilo de confianza y de apego teñirá la vida del bebé y sus relaciones (Maritchu
Seitún).
Asimismo
en esta etapa se esta gestando el reconocimiento a la madre, el bebé se
angustia porque ya puede reconocer a la madre y se da cuenta cuando ella se va,
en ese momento cree que la pierde y llora. En sus primeros meses de vida el
bebé ya era capaz de “saber” intuitivamente y se calmaba mejor y mas rápido en
los brazos de la madre que en otros, reconociendo su olor, su forma particular
de hablarlo pero alrededor del año todos esos datos se organizan en su interior
como “la persona que atiende y calma mis ansiedades” y se angustia o se enoja
cuando la pierde de vista, la consciencia de ausencia de la madre “lo abruma”,
por lo que requiere de su presencia. A medida que madure su sistema motriz será
el mismo quien se aleje de la madre, pudiendo desandar ese camino en cuanto le
hace falta, asimismo cuando madure su habla y lenguaje podría convocarla con el
mismo.
El
bebé esta constituyendo “la madre internaliizada”, si bien puede alejarse, y
que ella hable sin verla, por ejemplo, confirmando mutuamente su existencia ,
en un momento el bebé necesita de nuevo
verla y tocarla, sino llorará para reclamar su presencia.
Durante
ratos cada vez mas largos podrá estar lejos de la mamá y le bastará llamarla y
que ella le responda, el bebé es el que se va alejando de su mamá que esta ahí
disponible. Esta confianza en la presencia de la mamá le permite alejarse y
también interesarse por otras cosas, personas y por el mundo en general.
Esto
tiene enormes consecuencias en el modo en el que se relacionara con otras
personas cuando vaya creciendo, repitiendo lo que ocurrió con su mamá. También
influirá en su interés en conocer y descubrir el mundo, ya que si no la siente
ahí, segura, presente, disponible, encandilada con él, es difícil que mire mas allá
de su mama. Y en cambio, probablemente se pase el tiempo buscándola o viva con
miedo a perderla, o se defienda de la ansiedad que esto le produce
desinteresándose de ella y / o del entorno.
Y los bebes crecen con avances y retrocesos, basta
con tolerar las regresiones y respetar su propio y ritmo personal. Es
importante que la transición de manos de la mama a quien lo cuide sea gradual y
respete los tiempos y necesidades del bebe, y que la mama también logre dejar a
su bebe confiada y tranquila.
El
largo proceso de separación- individuación (Margaret Mahler) incluye dos
aspectos distintos: la consciencia del niño de ser una persona separada de la
madre y la adquisición de una individualidad distinta y única.
Aunque
comienza cuando el bebe tiene pocos meses irrumpe con mucha intensidad a los
dos años cuando de golpe comprende que él y su mamá no son una sola sino dos
personas separadas y que ella esta fuera de él. (Maritchu Seitún)
Por
el mismo motivo de reconocerse separado de la madre, aparecen los miedos,
surgen ante la comprensión de que mamá no esta ahí para protegerlo. En la
medida en que se vaya sintiendo fuerte y capaz, en que el mundo le resulte
menos amenazante y terrorífico, ira menos transformándose en “tirano” para
olvidarse por un rato de lo chiquito, solo y asustado que se siente a veces.
Este
proceso lleva alrededor de un año comienza a los dos y finaliza alrededor de
los tres: aceptan con dolor que no son “su majestad el bebe” sino simples
integrantes de la familia humana.
También
de los dos a tres años, continúan los aprendizajes que llevan a la autonomía:
controlan esfínteres, pasan de cuna a cama, dejan chupete y mamadera, comen
solos, es mucho lo que tienen que aprender y lo que tienen que dejar, es
importante darles tiempo y elaborar cada cambio. A los tres a parece el juego
dramático, las representaciones y elaboran situaciones que antes les
angustiaba.
Después
de un tiempo, cerca de los 4 años, al lograr la imagen internalizada aparece lo
que los psicopedagogos llaman constancia objetal, que les permite evocar a la
madre y dejarla ir. Aprenden por identificación, se consolida una parte de la
permanencia de objetos y cosas.
El
tiempo que a los bebes les lleva constituir la noción de objeto permanente y
elaborar la presencia de la madre en su ausencia, esta regido por la angustia
entonces es importante que la que vuelva sea la madre.
Medio ambiente y relaciones
Es
fundamental que el entorno sea saludable, calmo, y fundado en buenos tratos, es
decir con un intercambio positivo. En tanto el entorno del bebe se vaya
estableciendo con pautas de intercambio hostil, acentuara la inseguridad,
crisis emocionales y estrés infantil.
Si
bien la separación es de una pareja conyugal, la pareja de madre y padre sigue
unida por el bebe por ende es menester restablecer el manejo de la misma para
que no invadan el entorno del niño las emociones negativas. (Maritchu Seitún)
Para continuar con esto, es importante que las visitas se establezcan en
relación a las posibilidades emocionales y disposición emocional del bebé.
Fundamental
para la salud psíquica y física poder establecer reglas mínimas de trato,
cuidado, que sean comunes, para el momento presente y el futuro, ya que niños y
niñas atravesarán otras etapas, por ende la comunicación e intercambio positivo
es de suma importancia, pensar en lo que es bueno y el interés superior para
niñes que se encuentren atravesando esta situación, crear la base para posible
acercamiento entre posiciones y el acercamiento a criar un hijo confiado,
seguro y con fortalezas yoicas.
Es
importante que un padre construya el vínculo con su hijo en presencia pero esto
no puede ser a costa de alejarlo de su principal figura de apego (madre).Teniendo
en cuenta que en determinadas etapas dicho alejamiento, y la forma en como se
transite esto, podría generar consecuencias negativas en el desarrollo psíquico
emocional y cognitivo de un niño o niña, es de suma importancia que en cada uno
de estos cambios se encuentren lo suficientemente contenidos y seguros para
superarla exitosamente.
Los
bebes sufren más la ausencia de la figura principal de apego que los niños y no pueden demostrarlo, no tienen vías
adecuadas de expresión o de elaboración, también es importante que se realice
el menor cambio posible en el ambiente, que se queden en su casa y que duerman
en su cuna ya que los bebes aun no cuentan con las herramientas suficientes
para entender las cuestiones de tiempo y espacio.
La
significación del entorno como anteriormente he dicho tiene gran relevancia
sobre la determinación y en relación con otras estructuras y efecto sobre la
constitución subjetiva del niño. Por ende, es necesario establecer un entorno
que promueva la salud e integridad de la familia del niño, establecer medidas restaurativas
para lograr una comunicación asertiva, con el fin de proteger al niño moral y
psicológicamente en su entorno.
Lactancia materna
La
OMS y UNICEF recomiendan la lactancia materna exclusiva durante seis meses y el
mantenimiento de la lactancia materna hasta los 2 años o más.
[1] Es importante distinguir, los términos protección de sobreprotección, hablar de protección es tener en cuenta y respetar los tiempos y los ritmos que cada bebe necesita para tramitar sus emociones que estaba en pleno proceso de construcción. Sin embargo la sobreprotección impide que todas estas emociones sean transitadas exclusivamente por el bebe. Por lo que no se puede hablar de sobreprotección, ya que la misma alude al concepto de “hacer por”, en esta etapa es fundamental el ayudar a hacer y el sostén para que el niño crezca en autonomía en futuras etapas.