lunes, 5 de mayo de 2008

Trabajo de investigación / Psicología institucional

“UNA CASA DE (SOR)PRESAS"

Nombre del grupo: (sor) presa

OBRADOR

· Historia de la constitución del grupo

El grupo se formó una vez que cada uno de los alumnos, en el primer práctico de la cursada, se presentó, dijo su nombre, dónde vivía, y qué tipo de institución tenía interés en abordar.
En principio la mayoría de las integrantes manifestamos el interés de trabajar con la institución carcelaria. Las docentes nos advirtieron con respecto al trabajo en dicha institución que, por experiencias anteriores, era un tanto complejo coordinar los tiempos de la cursada con los de esta institución, que esto podría presentársenos como impedimento al momento de cumplir con lo pautado desde la materia. La discordancia en cuanto a la obtención de permisos y a los tiempos que exigía la cursada se presentaron como el motivo principal para que el interés del trabajo se desplazara de la institución carcelaria a otra institución de encierro.
En medio del bullicio en la formación de los grupos sonó la palabra convento. Inmediatamente nos reunimos guiadas por el deseo de realizar el trabajo en esta institución y no en otra, más allá de tener la opción de poder agruparnos de acuerdo a la zona geográfica en la que vivíamos.
Acordamos entonces desarrollar el trabajo de campo en un convento. Una vez elegida la institución, comenzamos a pulir y a delimitar en qué consistiría nuestro trabajo. Nos referimos con esto a que recortamos puntualmente qué queríamos trabajar en esta institución. Fue así como descartamos la idea del convento de clausura, y también el realizar el trabajo en una escuela de monjas. Ninguna de estas opciones revestía nuestro interés. Apuntábamos a trabajar en torno a cómo vivían las monjas en el convento. Si su actividad era estar consagradas a rezar, como en el caso de las monjas de clausura, definitivamente era poco probable que nos recibieran, y precisamente queríamos alternar con ellas, con lo cual no nos interesaba una institución con estas características. Tampoco queríamos trabajar en un lugar en el que las monjas desarrollen una actividad entre tantas otras que pudieran realizar, como puede ser el caso de la escuela o el hogar de niños. En el marco expuesto decidimos que llevaríamos a cabo el trabajo de campo en algún convento perteneciente a una congregación religiosa.
Igualmente ante la posibilidad de no poder encontrar la congregación religiosa en la que pudiésemos hacer el trabajo, surgió como alternativa la opción de abordar otra organización: una comisaría; idea que fue descartada cuando el contacto con la organización elegida fue exitoso.

· Historia del nombre del grupo

Después de pensar algunas preguntas posibles y áreas a indagar en la que sería nuestra primera entrevista en la institución, nos dispusimos a pensar el nombre del grupo.
A nadie se le ocurría qué proponer, hasta que alguien sugirió “cambio de hábito”. Fue entonces cuando comenzaron una serie de chistes en relación a las monjas, arrojando así posibles nombres. Uno de ellos fue “jamón”, obtenido de la repetición de la palabra monja: mon-ja-mon-ja. Seguido a este, el chiste fue “sorpresa”, esta vez logrando un efecto tal que nos permitió, tomando la vía del chiste, definir aquello que de entrada nos había movido a realizar el trabajo puntualmente en este lugar: la institución de encierro, sin olvidar que en principio había sido la cárcel la institución elegida. Por esto decidimos que “SOR-PRESA” fuera el nombre del grupo, separando el SOR, aludiendo a las hermanas, y PRESA simbolizando aquello que, hasta ese momento, nos representaba el formar parte de una institución de encierro como lo es un convento.

· Historia del nombre del trabajo

“Una Casa de (sor)presas” es el título elegido para el trabajo. La primera opción que circuló en torno al nombre fue “Análisis institucional de una organización que viene con sor-presa”. A partir de esta idea se dispararon, resonaron, frases como: “Chocolate Jack: que viene con sor-presa”, “Caja de sorpresas”, hasta llegar finalmente al título definitivo “Una casa de (sor)presas”.
El nombre hace alusión al convento como Casa de Dios, de las hermanas; también hace referencia a la concepción de las monjas del convento en tanto casa.
Continuando con la lógica del nombre del grupo, se nos planteó la paradoja: ¿presas en su casa?¿casa de presas?¿presas de quién?¿para quién?
Estos interrogantes son abordados en el apartado “Análisis de la implicación”.


· El Obrador

La pregunta se planteó como “¿qué hay detrás?”. Esta primera cuestión se vio reflejada en el nombre del grupo y del trabajo: “sor-presa” y “Una casa de (sor) presas” indudablemente remitían a nombrar lo desconocido -el convento-desde el modo en que concebíamos la institución y desde la pregunta que nos generaba. El convento nos sugería algo a descubrir, oculto hasta ese momento.
Una vez tomada la decisión acerca del tipo de institución que abordaríamos, el grupo emprendió la tarea de búsqueda de información y rastreo de datos acerca de los conventos ubicados en Capital Federal y Provincia. A partir de una primera selección elegimos dos conventos a los cuales contactamos; uno telefónicamente a través de la guía del lugar y otro en forma personal con una hermana.
En ambos casos nos presentamos diciendo que somos estudiantes de Psicología de la Universidad de Buenos Aires y que estamos cursando una materia llamada Psicología Institucional, y como requerimiento de esta materia tenemos que realizar un trabajo practico que consiste en saber cómo funciona una institución y que queríamos saber si era posible realizar el trabajo en dicha institución, el cual consiste en 4 o 5 encuentros basados en entrevistas.
La guía del convento contactada telefónicamente mostró cierta resistencia frente a la cantidad de veces que teníamos que ir al convento. La Hermana del convento con el que establecimos contacto en forma personal, contrariamente a la guía, se mostró amable y sin inconvenientes para la realización del trabajo dentro de la institución. Ella nos atendió y nos llevó a la sala que se comunica con la entrada del convento, allí nos invitó a sentarnos y comenzó a contarnos distintos aspectos de la institución como por ejemplo la cantidad de hermanas que conviven y las que ahora se encuentran enfermas, nos comentó acerca de la remuneración de las hermanas que trabajan como maestras y el salario de las ya jubiladas, también nos contó acerca de ella; que padecía diabetes y que tenía que comprarse medicamentos y zapatos nuevos. Parecía entusiasmada y con ganas de contarnos más sobre el convento y su historia personal, le dijimos que nos gustaría volver para tener una entrevista más completa, ya que el primer contacto devino en una sorpresiva y breve entrevista (abierta).
La confianza que nos generó el encuentro personal con la hermana y haber conocido la institución hizo que nos inclináramos por elegir este convento para continuar con nuestro trabajo.
A este primer contacto personal le siguió el contacto telefónico con la misma hermana. Se pactó un encuentro con ella que se concretó cinco días más tarde, debido a cuestiones de “tiempo” por parte de la hermana, que manifestó estar muy ocupada para atendernos.
Comenzamos entonces a trabajar en la entrevista, delimitando las áreas de abordaje y los puntos a interrogar.
En un primer momento estuvimos muy contentas por lo accesibles que habían resultado ser en la organización. Pero cuando llegó el momento de trabajar con el material se revirtió la situación: la primera entrevista generó más interrogantes que los que había previo a su realización.
Trabajamos con el material en la realización del proyecto, y tuvimos la necesidad de explicitar en el mismo un breve análisis de la implicación con el trabajo hasta el momento; ya que advertíamos la presencia de ciertas trabas que intervenían en nuestra labor. En esa instancia del trabajo no teníamos demasiado claro hasta qué punto esta implicación podría influir, pero creímos que era pertinente revisar qué estaba pasando de nuestro lado, en tanto grupo, dado que no estábamos obteniendo los resultados que deseábamos en relación con el trabajo en la congregación.
Posterior a la entrega del proyecto, nos contactamos nuevamente con la Hermana E. para una nueva visita a la institución. E. nos planteó que ella establecería contacto con nosotras en cuanto pudiera brindarnos un espacio para que haya un próximo encuentro, pero éste se vio frustrado dado que intentó contactarse con una de las integrantes un día sábado a las 15 hs. para ofrecer un encuentro ese mismo sábado a las 16 hs. Como la persona a la que intentó contactar telefónicamente no estaba, el encuentro culminó en un desencuentro, y no hubo posibilidad de realizar una nueva entrevista en esa semana.
La semana siguiente no hubo ninguna conexión con las Hermanas de la congregación dado que estuvimos rindiendo los parciales correspondientes a la materia que estamos cursando, con lo cual nos contactamos nuevamente con E. la semana posterior al examen.
En este lapso de tiempo, o sea, entre la semana del encuentro fallido y la del examen, confirmamos que tres de las integrantes del grupo habían decidido abandonar la cursada; con lo cual el trabajo pensado en torno a ocho personas ahora se veía depositado en cinco.
Luego de reordenar el trabajo en función de las actuales integrantes, concertamos los encuentros siguientes.
La segunda y tercera entrevista se concretaron vía telefónica, se establecieron las fechas para ambas, siendo una el sábado 15 de Octubre y la otra el sábado 23.
El día 15 entrevistamos a la Hermana M.C., Superiora Provinciala, que nos proporcionó el material que amplió nuestra perspectiva en relación al trabajo. La entrevista realizada el sábado 23 fue a la Hermana B.
El material obtenido de ambas entrevistas había superado ampliamente a la primera entrevista realizada a E., quedando muy conformes en esta oportunidad con nuestro paso por la institución.






INTRODUCCIÓN


Este trabajo ha sido estructurado según lo indicado en la Guía acerca del Trabajo de Campo especificada en el libro de la Lic. A. Mezzano; “Psicólogos institucionales trabajando”. Por lo tanto sus partes componentes son: carátula, índice, obrador, introducción, definición del objeto de estudio, ejes de análisis, metodología, conclusiones, análisis de la implicación, bibliografía, anexos I y II.

Nuestro principal objetivo ha sido trabajar con una institución donde predominarían en principio, características de una organización total como ser: individuos aislados, aparato de observación constante, regulación de tiempos de sueño y vigilia, control de todos los aspectos del individuo, aislamiento social, etc. Por tal motivo es que hemos elegido para el presente trabajo el análisis organizacional de un Convento que pertenece a una congregación religiosa de origen alemán. Es preciso aclarar que, por razones de secreto profesional, no figurarán los datos reales de la organización que hemos abordado así como tampoco datos acerca de los miembros de la misma.
Creemos que es imprescindible para la mejor comprensión del lector especificar ciertos conceptos que son tratados a lo largo del presente trabajo de campo como ser:
· Religión: conjunto de creencias y dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración hacia ellas, de normas morales y de prácticas rituales.
· Cristianismo: Es la religión más extendida en el mundo. Uno de los elementos esenciales lo constituye el protagonismo de la figura de Jesucristo. Todos los seguidores de esta religión coinciden en que su vida y su ejemplo deberían ser seguidos y que sus enseñanzas referentes al amor y a la fraternidad deberían sentar las bases de todas las relaciones humanas. Se encuentra dividida en tres ramas: la católica, la protestante y la ortodoxa.
· Catolicismo: Es la doctrina cristiana que reconoce a la Iglesia fundada por Jesucristo como “su cuerpo místico en la tierra” y que posee como preceptos los diez mandamientos de la Ley de Dios.
· Dios: Nombre del ser supremo, creador del universo. Cualquiera de las deidades veneradas que dan o han dado culto las diversas religiones.
· Jesucristo: Personaje central del Nuevo Testamento, en torno de quien se articuló la fe cristiana, que lo adora considerándolo hijo de Dios (hecho hombre).
· Congregación religiosa: grupo de fieles que se comprometen a convivir, por medio de votos u otra modalidad de compromiso, poniendo en común los bienes, expresando juntos su fe en la oración, sometidos a la autoridad de un superior y siguiendo una regla de vida en común.
· Congregación misionera: grupos y organizaciones que surgen en una tradición religiosa concreta cuyo objetivo consiste en extender las creencias de su religión.
· Convento: lugar donde viven religiosos en comunidad.
· Monja o hermana: Religiosa de alguna de las órdenes aprobadas por la Iglesia.
· Superiora: persona que gobierna o dirige una congregación.
· Votos: promesas del estado religioso. Son tres: pobreza, castidad y obediencia.
- pobreza: renuncia voluntaria a todos los bienes.
- Castidad: virtud que se opone a los afectos carnales.
- Obediencia: precepto de cumplir la orden del superior.

Si tenemos en cuenta lo planteado por A. Mezzano “... La psicología institucional se ubica metafóricamente como una tolva. De esta manera es considerada un continente que selecciona, clasifica, integra conceptos originados en diferentes disciplinas...”[1] debido a la complejidad de uno de sus objetos de estudio: las organizaciones, consideramos necesario la presencia de múltiples miradas para abordar esta congregación religiosa, que se haya en constante movimiento e institucionalmente atravesada.
De aquí que, abordaremos el análisis de la institución en función de tres ejes, división que realizaremos simplemente a los fines prácticos ya que puede haber interrelación entre ellos.

- El eje organizacional
En este eje tomando como marco teórico de referencia el Análisis organizacional, cuyo principal representante es Aldo Schlemenson, describiremos los aspectos observables, manifiestos de la organización estudiada, tales como objetivos, tarea principal, el contexto en el cual la organización está inserta y la relación que mantiene con el mismo y el sistema de roles y los diferentes niveles de responsabilidades (estructura), tema que lleva implícito lo referente al poder. Para tratar este último aspecto mencionado también recurrimos a las conceptualizaciones de Martín Baró.

- El eje histórico – antropológico
Toda organización cuenta con una cultura propia, específica (costumbres, tradiciones, rituales, etc) que están al mismo tiempo en íntima relación con el momento socio- cultural en el cual la organización está inserta. En este eje intentamos por un lado describir los mitos circulantes entre los miembros de la organización y dar cuenta de las costumbres propias de la misma, y por otro lado rastrear la historia institucional, es decir el relato del momento del origen y las modificaciones sufridas con el paso del tiempo analizándolas en correlación con el contexto socio-político y económico en el cual surgieron.
Para cumplir con este objetivo utilizamos como referentes a autores tales como Auge, Mezzano y Foucault.

- El eje libidinal.
Toda organización es un campo en el cual podemos registrar y conocer ciertos principios de funcionamiento de la psicología colectiva. A partir de la información obtenida en los diferentes encuentros con los miembros de la organización acerca de la interacción psicológica entre ellos intentamos inferir la estructura libidinal latente a la que definimos como: “...la ilusión o ficción o fantasmática colectiva que une a esos sujetos en la interacción...” [2] que permite la cohesión y permanencia del grupo.
Para cumplir con este objetivo recurrimos a las conceptualizaciones provenientes del campo de la psicología psicoanalítica tomando como referentes a autores tales como Freud, Malfé, Kaës y Mendel.

En relación a la información obtenida a partir de la cual trabajamos para realizar el presente trabajo, creemos que las características de la congregación abordada en tanto tiene una función principalmente social y de constante contacto con el exterior, así como las características personales de algunas de las integrantes con las que tomamos contacto, hermanas en su mayoría profesionales, nos ha permitido obtener mucha e interesante información acerca de la misma, que fue objeto de nuestro análisis.
Consideramos que es el eje libidinal el que tiene mayor relevancia en tanto hallamos mucho material relacionado a temas como la fe, el amor a Dios y la vida consagrada a él, los votos realizados por las hermanas y la unión de todas en torno a un mismo ideal y objetivo: la misión, que a nosotras nos permite inferir esta estructura libidinal planteada anteriormente. Por este motivo creemos que es apropiado desarrollar este eje con mayor riqueza y amplitud.
Al mismo tiempo, creemos que si bien obtuvimos gran cantidad de datos para poder abordar los dos ejes restantes, quedan planteados algunos interrogantes acerca de ciertos puntos en relación al funcionamiento de la organización como ser las condiciones específicas que llevan a la separación de los niveles jerárquicos (específicamente cuáles son las tareas diferenciales que realizan las diferentes superioras) o también nos preguntamos si existe la posibilidad de fracturas y cuáles serían los motivos en tal caso, ya que no encontramos ninguna referencia en relación a este tema en el discurso de las entrevistadas.
Esto puede estar relacionado a que hemos encontrado algunas limitaciones como ser por ejemplo, el no poder acceder a entrevistar a otros integrantes de la organización que no sean hermanas de la Congregación o no haber tenido un encuentro con alguna hermana que no ocupe un cargo de superiora dentro de la organización.

Un tema que queríamos resaltar y que fue de suma importancia en este recorrido fue la implicación. A lo largo de la realización de la tarea fueron saliendo a la luz todas las creencias, prejuicios y mitos en torno a las monjas y al convento que habían permanecido precisamente “ocultos” entre las integrantes del grupo. Estos preconceptos que cada una de nosotras tenía en relación a las hermanas, en un principio se convirtieron en ciertas trabas al abordaje de la congregación. Por este motivo fue necesario un largo análisis a partir del cual logramos hacernos cargo de nuestra posición frente al trabajo de campo, de reconocer desde qué lugar estábamos abordando la institución, lo cual nos permitió avanzar en nuestro trabajo. La situación se revirtió, hubo un pasaje de lo que en principio se nos presentaba como complicado y dificultoso a algo más fluido, que incluso podíamos disfrutar.
A pesar de estas dificultades estamos conformes y satisfechas con el material recogido y creemos que el mismo fue sumamente útil para realizar el escrito que sigue en las siguientes páginas.

DEFINICIÓN DEL OBJETO DE ESTUDIO


La institución elegida para realizar el presente trabajo de campo es un convento que pertenece a una congregación religiosa de origen alemán, ubicado en la zona sur de la provincia de Buenos Aires.
Según la definición del diccionario un convento es una casa o monasterio en el que viven un grupo de religiosos bajo las reglas de la institución. En nuestro caso esta organización se caracteriza por ser un grupo de fieles de sexo femenino (42 hermanas) que se comprometieron a convivir por medio de determinados votos religiosos (votos de pobreza, castidad y obediencia), siguiendo una regla de vida en común.
Esta congregación fue fundada en el año 1889. Sin embargo con el paso del tiempo se fue extendiendo a diferentes partes del mundo llegando a nuestro país en 1904. Por este motivo la consideramos una organización internacional cuya casa central se encuentra en la ciudad de Roma, Italia, respondiendo directamente al Vaticano.
El objetivo de la misma consiste en extender las creencias de su religión (el catolicismo), es decir misionar llevando la palabra de Dios a las diferentes partes del mundo. Al respecto la hermana E. nos comentaba “...la misión principal era afuera, salir del país y llevar la misión, llevar la palabra de Dios (...) nuestra congregación desde un principio fue fundada para mandar misioneros afuera, por eso el padre A. muy pronto mandó a la Argentina...”[3]
Por otro lado, por las características que presenta dicha organización creemos que es principalmente una institución total y cerrada, en tanto presenta varios de los aspectos que definen a este tipo de organización: se controlan todos los aspectos del individuo (cuerpo, disponibilidad para el trabajo, conducta cotidiana, moral, etc) Toda la vida de las hermanas transcurre dentro de esta congregación, lo cual creemos que afectaría sus subjetividad.
Sin embargo se puede observar que al mismo tiempo, presenta determinadas características de las organizaciones democráticas y de las organizaciones autogestivas.
Como toda organización, en su comienzo creemos que tuvo características autogestivas ya que si definimos autogestión como “...la acción y efecto de gestionar y administrar a partir de lo propio de sí mismo para el logro de algo...” [4] vemos que en sus orígenes el padre A. debió buscar por su cuenta los medios y recursos para llevar a cabo su idea. Así fue que obtuvo donaciones y creo una cantina para financiar su proyecto. Al mismo tiempo lo instituyente cobra forma en lo autogestivo y esta forma de organizarse sirve para que aquellas ideas que buscan romper con lo instituido puedan hacerlo, así el padre fundador logró crear la congregación femenina que hasta el momento no existía, introduciendo una innovación: “...las hermanas hasta allí ayudaron, hasta que el padre fundador vio la voluntad de fundar una congregación femenina. El padre A. tenía que ver primero si era voluntad o no de Dios fundar este tipo de congregación...”[5].
Por otro lado, encontramos que de las organizaciones democráticas presenta las siguientes características: hay división de tareas y diferenciación de roles: “...Todas nosotras superioras mayores, a las provinciales y generales se las llama superiores mayores. Todas nosotras tenemos un consejo. Hay determinados temas que podemos definir solos y hay determinados temas que no podemos definir sin el consentimiento de nuestro consejo...”[6], “...hay diferentes roles, pero no es, como explicar, no es determinada. Vamos a poner un ejemplo que quiero decir con esto, yo tengo una tarea específica...”[7]. También cuentan con reglamentación interna tanto referida a la parte espiritual como así también al funcionamiento interno de la organización. Así las hermanas nos comentaban “...tenemos constituciones y un código para la parte espiritual, no cívica pero es parte de nuestro deber (...) estas constituciones son parte para alimentarnos espiritualmente, yo el día que no rezo el rosario siento que me falta algo, yo misma me lo tengo que exigir porque lo siento...”[8], “...No podemos pasar por encima de nuestras leyes y reglamentos propios de la congregación o cánones de la Iglesia Católica...”[9] .
Por último, cabe señalar que sabemos que los tipos de organizaciones no pueden ser hallados en forma pura, es por eso que consideramos pertinente reconocer estas características tanto autogestivas como democráticas presentes en la organización que abordaremos.


EJE ORGANIZACIONAL


El presente eje está referido al análisis de los aspectos manifiestos de la organización que es objeto de nuestro trabajo.
Con este objetivo utilizaremos como marco teórico en este eje los aportes del Lic. Aldo Schlemenson, representante de la corriente Análisis Organizacional. Según este autor “La organización constituye un sistema socio-técnico interpersonal deliberadamente para la realización de fines específicos configurados alrededor de un proyecto concreto, tendiente a satisfacer necesidades manifiestas y latentes de sus miembros y de una audiencia externa. Mantiene su cohesión y eficacia mediante un sistema de autoridad basado en la diferenciación de responsabilidades y en la capacidad, igualmente diferencial, de sus miembros. En su seno se despliega un conflicto social originado en la existencia de grupos significativos de poder en interacción dinámica que pugnan por realizar sus intereses sectoriales. Finalmente, la organización se halla inserta en un medio o contexto externo con el cual guarda una relación interdependiente significativa, contexto poblado por entidades diversas con las que interactúa, colabora y/o compite.”[10]

En función de esta definición, él plantea siete dimensiones relevantes para tener en cuenta a la hora de abordar las organizaciones. Con los datos empíricos que obtuvimos acerca de la congregación religiosa con la que trabajamos, pensamos dicha información en función de las mismas categorías.

1) Proyecto
Se refiere a una idea directriz en función de la cual se organizan los recursos y medios con el objetivo de cumplirla. Es lo que determina que la organización se haya constituido y funcione de una determinada manera, constituye su soporte fundacional.
En nuestro caso, por los datos obtenidos acerca de la congregación (tanto de las entrevistas realizadas como de la historia oficial extraída de Internet) sabemos que el proyecto de la congregación era misionar, llevar la palabra de Dios, a otros países y culturas: “...el motivo principal fue la misión...”, “... salir del país y llevar la misión, llevar la palabra de Dios...” [11], nos comentaba la hermana E.
Dicho proyecto es iniciado por un padre Alemán en Holanda, en 1889. En ese momento el contexto socio- político era bastante adverso debido a que era una época de mucha tensión entre católicos y protestantes.
Una de las hermanas (M.C) nos contó “... Él vio que había un montón de lugares donde no había asistencia religiosa por parte de la Iglesia Católica...”.[12] Así podemos inferir que él realizó una evaluación de las necesidades y carencias existentes en el grupo social al cuál iba a ser dirigido el proyecto y en función de la información que obtuvo originó la primera casa que luego se difundiría a diferentes países llegando a Argentina en 1889.
El fundador tenía la visión de estar presente allí donde nadie está, en sus propias palabras “... Bueno si nosotros no podemos estar en la patria, es porque Dios nos necesita en otro lado...”[13]. Pudimos observar como este argumento mítico encontrado en el discurso de las entrevistadas al relatar el origen de la organización, se convierte en un elemento que promueve el sostenimiento de la identidad de la congregación. Ellas son misioneras, su destino es ir de un país a otro llevando la palabra de Dios: “...la que se siente llamada a una congregación misionera (...) la joven que entra con nosotras tiene la condición de que va a ir a otro país...”[14]
La materialización del proyecto se llevó a cabo gracias a la contribución de “gente muy pudiente[15]” que con donaciones permitió la conformación de la congregación, del mismo modo que la entrada de dinero proporcionada por una cantina: “...Con estas donaciones él empezó levantando la congregación y una vez que la imprenta se terminó eso también era una entrada para la parte económica...”, “... empezó con poco, empezó comprando una cantina y de ahí, empezó a fundar la primera casa...”[16] nos comentaba la hermana E.
En sus orígenes el proyecto contemplaba sólo la inclusión de varones. Sin embargo dada la demanda de mujeres que se acercaban a la organización, el padre decidió poner en marcha una congregación con mujeres, con lo cual se produjo una modificación del proyecto original. En este punto nos animamos a leer en esta modificación del proyecto, un movimiento de características instituyentes, en tanto lo referimos a “...las fuerzas innovadoras, transformadoras que instauran un proceso novedosos respecto de lo establecido, de lo conservador o fijo de las instituciones sociales...”[17]. Al respecto la hermana M.C nos comentaba: “...un grupo de mujeres tenía ganas de asociarse pero en aquella época las mujeres no podían hacer nada solas (...) no era común, no había mujeres misioneras...”, “...estuvieron un tiempo trabajando al servicio de los curas hasta que él, la insistencia de ellas con relación a lo que querían, ellas querían ir a la misión...”[18] todo esto hizo que el padre se decida a abrir una nueva obra femenina para la actividad.
Sin embargo, en un principio ambas congregaciones (la femenina y la masculina) trabajaban juntas: “...donde ellos iban primero después íbamos nosotras...”[19] nos comentaba la hermana M.C. Pero con el tiempo el proyecto sufre una nueva modificación. Evaluando nuevamente las carencias en el contexto se llegó a la conclusión de que era necesario una congregación femenina independiente, con entidad propia: “... vemos que hay una realidad particular de la mujer a la que queremos aportar, vemos que hay lugares donde el sacerdote no puede llegar, donde el misionero no puede llegar y la mujer religiosa sí, entonces se decide separar las congregaciones...”.[20] Por este motivo se decide independizar a la congregación femenina, convirtiéndose esta en una organización con entidad propia. Rápidamente la misma se extendió por diferentes países, llegando en la actualidad a estar presente en los cinco continentes.
Por último, en relación a esta dimensión, cabe señalar que tanto la historia oral recogida a través de las entrevistas a las hermanas como la historia oficial extraída de Internet coinciden, ambas nos cuentan una misma versión acerca del proyecto que dio origen a la congregación, aunque siempre esta presente en el discurso la subjetividad de cada una de ellas. Sabemos que como toda función psíquica, en el acto de recordar influyen vivencias afectivas, componentes inconscientes, etc lo que permitió que cada actor institucional nos relate de diferentes maneras el origen de la organización.

2) Tarea y tecnología:
La tarea primaria es la actividad central de la organización que se vale de una tecnología específica y una variada gama de tareas secundarias, que luego se integran dando sentido y forma a la tarea primaria. La tecnología es utilizada para transformar la materia prima en producto terminado.
Por los datos obtenidos del análisis de esta organización corroboramos que efectivamente la tarea primaria sería transmitir y enseñar la palabra de Dios en los diferentes lugares del mundo. Una de las hermanas entrevistadas nos comentaba al respecto: “la misión principal de ella era “afuera”, salir del país y llevar la misión, llevar la palabra de Dios”[21]
Al mismo tiempo, las tareas secundarias que se llevarían a cabo para cumplir con tal objetivo serían trabajar con grupos marginados, familias, mujeres y niños, cuidar ancianos, enfermos y moribundos, colaborar en la formación de comunidades eclesiásticas de base, en la promoción de líderes laicos, etc.
Al respecto nos comentaba: “(…) visitar a las familias, dar catequesis, acompañar a los grupos, formar catequistas, hacerse a la oración, eso es una acción popular. Pero esto lo hacemos en todos los ámbitos, lo que pasa es que hay una diversidad total de actividades. Acá tenemos kinesiólogas, médicas, enfermeras universitarias, psicólogas, ingenieras, tenemos lo que quieras porque todos los campos son posibles para nosotras”[22].
En referencia a esto nos comentó que para realizar las tareas que requiere esta congregación es condición necesaria tener estudios terciarios o universitarios así como conocimientos de por lo menos dos idiomas. De esta manera todos los campos son aptos para desarrollar su tarea primaria.
En relación a la tecnología si bien su tarea es netamente espiritual, consideramos que para cumplirla necesitan tanto de recursos materiales como económicos.
Tales recursos provienen de las cuotas que cobran del colegio y de los sueldos de que reciben por su trabajo tanto en las instituciones propias (por ej. Escuela) como así también en instituciones externas. Este dinero que va a un fondo común que se distribuye en la provincia les posibilita solventar todo lo que tiene que ver con su tarea así como todo lo referido a las necesidades propias de la Congregación. Esto está en íntima relación con su voto de pobreza: “No administro libremente mi sueldo o jubilación, yo no dispongo de los fondos (…) pero uno siempre está en dependencia”, “Se habla de la riqueza de las iglesias, las monjas que tienen un montón de plata y claro tenemos dinero para las obras pero vivimos sencillamente (…) Nos arreglamos con lo mínimo”[23].
Por otro lado, al ser una congregación internacional, reciben ayuda de otros países así como también de gente que hace donaciones por iniciativa propia: “estamos en países que no son carenciados y hay donaciones, por ejemplo en el colegio hicimos un micro - estadio, nunca se podría hacer con los recursos del colegio ni de nuestra provincia”[24],“el tema es muy simple cuando la gente ve que la obra va para la gente nunca nos faltan los recursos y esto es un medio para nosotras”[25].

3) Estructura:

Schlemenson define a la estructura como “el conjunto de roles o posiciones oficiales que forman parte del sistema”[26].
Una de las hermanas entrevistadas nos explicito en forma clara y detallada el organigrama y las tareas realizadas. Esta información nos demostró en principio, la existencia de una delimitación correcta de los niveles ejecutivo-jerárquicos y una definición explícita de los roles.
No obstante ello esta distinción de roles no parecería ser tan clara en lo referente a las tareas cotidianas dentro del convento, consideramos que no por desorganización o fallas sino por la propia modalidad de trabajo en el sentido de que todas ayudan en todo.
Según lo que la hermana nos transmitió el nivel jerárquico mas elevado es el de la Dirección General cuya sede está en Roma y la Superiora a cargo que se encuentra en ese país, depende directamente del Papa. Y como Congregación ellas dependen directamente de la Curia Romana. Luego, en orden le sigue la Dirección Provincial. Ambas Direcciones cuentan con una superiora y un Consejo de Hermanas Representativas que pueden representar áreas geográficas, de tareas o de trabajo.
Finalmente está la Dirección de la Comunidad donde hay una Superiora del Convento. En el caso de esta congregación son 2 Superioras: la superiora de la casa y la superiora del hogar de ancianas. Cada una de ellas cuenta también con su consejo.
Si tenemos en cuenta las distintas estructuras mencionadas por Jaques y Brown podemos decir que hemos obtenido rica información acerca de este tema, en tanto la hermana M.C nos hizo una descripción bien detallada. Sin embargo cabe señalar que no hemos podido encontrar el organigrama formal de la Congregación.
En cuanto a la estructura presunta que es aquella que es percibida como real por los miembros de la organización pudimos determinar que si bien todas convergen en la idea de que cualquiera de las hermanas puede desempeñar el rol de la otra en relación a las tareas cotidianas, en última instancia son conscientes de que las decisiones son tomadas por la autoridad correspondiente, dando cuenta de los niveles jerárquicos descriptos anteriormente.
“… yo tengo una tarea específica como provinciala pero lavo los platos, cocino, limpio mi pieza, lavo mi ropa y cuando puedo ayudo donde sea necesario…”[27].
“…si la hermana M. C. me dice mañana, hermana B. va a tener destino a conchinchina, entonces pensamos juntas si conviene o no conviene, yo le digo mis objeciones, pero si ella insiste vos tenés que ir, y te vas, es decir que la última decisión la tiene la autoridad…”[28].
Al mismo tiempo, tampoco pueden rechazar los roles asignados. Dice la provinciala: “...yo tengo mi tarea específica en la parte que me corresponda (…) Cuando termina esto tal vez vaya a la escuela, tal vez vaya a la pastoral…[29]”.
También podríamos observar estos aspectos en lo que hace a la estructura existente que es la que efectivamente opera.
Se discierne también una relación más directa y de confianza de la provinciala hacia la generala cuando de resolver un problema se trata.
Nos dice la provinciala en referencia a los papeles y la burocracia: “...Hay papeles, hay una administración legal, hay instancias escritas (…) cuando yo quise hacer esto (refiere a la reformación del hogar de ancianas) llamé a mi Superiora General (aclara que ya la conocía) y le dije mirá tenemos la necesidad de hacer un proyecto para las ancianas (…) Bueno, mandá la carta me dijo… y a los 15 días teníamos la respuesta...”[30].
En otro momento hace referencia a un liderazgo participativo: “...Hay lo que nosotras llamamos liderazgo participativo, si bien vos podés tener la última palabra, las demás participan en esas decisiones (...). Hay un tiempo de discernimiento previo en donde vemos los pro y los contra, evaluando las posibilidades, las ventajas y desventajas juntas…[31]” Sin embargo, como lo planteamos anteriormente siempre la última palabra la tiene la superiora correspondiente a la situación planteada.
Por otro lado pudimos conocer que hay además determinados requisitos que deben cumplir para poder ocupar un puesto de jerarquía así como un sistema de elección de las superioras. “...En general hay un perfil para el liderazgo, un rango de edad, una determinada cantidad de años en la congregación, un cierto grado de formación académica…[32]
Con respecto a las votaciones de las hermanas nos dice: “…Tenemos métodos de participación directa en donde las hermanas votan (…) en general se respetan las votaciones salvo que para la que está propuesta haya un proyecto desde la Dirección General….[33]
Por último, la estructura requerida es la que se conviene consensualmente, es la ideal o deseada por los miembros de la organización.
En este caso, no hay posibilidad que la estructura que se presenta sea cuestionada por los miembros de la congregación. No pudimos registrar ningún comentario que aluda a una disconformidad con respecto a la estructura existente, creemos que esto esta íntimamente relacionado con el voto de obediencia el cual implica el sometimiento a una autoridad, con lo cual lo requerido quedaría homologado a lo existente.

4) Integración Psicosocial

“En el plano de las relaciones interpersonales se produce la confluencia ente el mundo interno de los individuos involucrados y el mundo de la realidad concreta”[34]
Esta realidad concreta a la cual se alude guarda relación con el sistema en el cual están inmersos los individuos. En este sistema formal cada individuo asume un rol institucional, que los involucra a nivel de la personalidad, con lo cual e este punto hallamos la intersección entre la realidad concreta y el mundo interno.
Para analizar la interacción entre los miembros de la organización en esta dimensión, recurrimos a la lectura de dos ejes:
· Eje vertical
· Eje horizontal

El eje vertical se caracteriza por ser asimétrico en cuanto le competen las relaciones con la autoridad.
El eje horizontal es simétrico, y nace de las relaciones entre pares.
En la congregación a nivel de las relaciones interpersonales podemos discernir a partir del material un eje vertical y uno horizontal.

“...Cada una hace lo que podemos, por ejemplo hubo retiro de 34 personas (…) entonces tenemos sí o sí que ir a lavar los platos, una hermana lo dirige. Yo soy el duende de la casa, tengo que estar en un lado y en el otro, si alguien me necesita tengo que estar yo...”[35]
“...Yo tengo una tarea específica como provinciala pero lavo los platos, cocino, limpio mi pieza, lavo mi ropa y cuando puedo ayudo, donde sea necesario...”[36]

Si bien se resalta desde las Hermanas que no hay diferencias a nivel de relación entre ellas por más que una sea superiora o no, se evidencia que este eje vertical está presente dado que la superiora tiene la última palabra:

“…Si la hermana M. C. me dice mañana, hermana B. va a tener destino a conchinchina, entonces pensamos juntas si conviene o no conviene, yo le digo mis objeciones, pero si ella insiste vos tenés que ir, y te vas, es decir que la última decisión la tiene la autoridad…”[37]

La relación jerárquica se presenta en la organización más allá del modo de relación simétrico en el que todas están para lo que se necesite. Esto hace referencia al sentimiento de comunidad que las une en tanto conforman una hermandad. No obstante esto, la jerarquía tiñe estas relaciones.
Esto queda claro con lo expresado por la hermana B. podemos agregar la explicación dada por la hermana M.C. “...Entonces yo tengo mi tarea específica en la parte que me corresponda y esto es por 3 años o por 6...[38]”.

Esta dimensión a nivel organizacional puede ser leída desde el análisis del eje libidinal del presente trabajo, que en este sentido se ve enriquecido desde la perspectiva mencionada, ya que alude a las relaciones entre los miembros del grupo y a los lazos que los unen.


5) Aprovechamiento de recursos humanos

Se refiere a los factores que hace a las condiciones de trabajo de los miembros de las organizaciones. Resulta esencial tener en cuenta que los individuos que forman parte de una organización son sensibles al trato que reciben de ella. Aspiran a una retribución justa, acorde con lo que sienten que aportan y también a ocupar un lugar significativo que permita que sus intereses y opiniones sean tenidos en cuenta. Además el trabajo ofrece la oportunidad de una realización personal. Schlemenson delimita cuatro factores que contribuyen a configurar la buena relación de los individuos en su trabajo:

· Salario: los miembros de esta organización asumen la responsabilidad de sostener lo emanado por los votos perpetuos, uno de estos votos, es el de pobreza, el cual hace referencia a la no retribución salarial por las tareas llevadas a cabo en cada misión, este voto es descripto por una de las integrantes de la organización de la siguiente manera: “...lo que nombramos el voto de pobreza, por ejemplo(...)cada una tiene su jubilación aunque sea mínima, pero no la recibimos, va a un fondo común y de este fondo común se arregla lo que sea, se solventan los gastos, es decir yo vivo de mi trabajo como todo el mundo pero no administro libremente mi sueldo o jubilación, y no dispongo de los fondos, pero aunque cuando yo necesito pido. Pero uno siempre esta en dependencia (...) no se distingue si una tiene o no mas jubilación o mas sueldo, eso seria injusto, todas estamos en igualdad de condiciones, al igual que si una hermana recibe una donación o un regalo, es para la comunidad...”[39], “... Muchas veces se habla de la riqueza de la iglesia, que las monjas tienen un montón de plata, y claro que tenemos dinero para las obras, pero vivimos sencillamente y tratando, ahí viene lo personal, de arreglarnos con lo mínimo (...) la motivación de este voto es encontrar mi riqueza en el Señor y no en los bienes materiales, pero seguimos siendo humanas y necesitamos vivir...[40]”.
Acorde con lo expuesto podemos dar cuenta de que las hermanas gozarían de un sueldo por sus tareas dentro de la organización, por ejemplo, si una es maestra dentro del colegio, el cual depende de la organización, esta recibiría un sueldo por el ejercicio de su profesión, pero este es inmediatamente destinado a un fondo común desde el cual posteriormente es redistribuido para financiar gastos, arreglos pertinentes, lo necesario para la alimentación, el costeo de medicamentos para las hermanas enfermas o lo necesario para solventar alguna tarea de la misión. Mediante este voto las hermanas delimitan lo que es injusto o justo en torno al dinero dentro de la organización, ya que por lo expuesto anteriormente, si se hiciera distinción entre quienes reciben más sueldo o más jubilación esto sería vivido como injusto porque todas estarían en igualdad de condiciones y todas aportan algo desde el lugar que les ha sido adjudicado, desde el rol asumido para llevar a cabo las tareas. No hay distinción entre las hermanas que son superioras y quienes no, entre quienes se encarguen de la contabilidad y quienes limpien la cocina.
La idea de salario, pensado como salario personal, obtenido acorde a las características de la tarea llevada a cabo, por el rol que se tiene en el lugar de trabajo, por la utilidad al mismo, por el tiempo trabajado, es desplazado a la idea de un salario común. Este salario común tiene un tope, es decir un monto máximo del cual se puede hacer uso dentro de esta organización, pasando dicho monto, es necesario pedir permiso a la dirección provincial y/o general. Esto se denomina competencia financiera.
Una hermana nos cuenta acerca de este punto lo siguiente: “...vivimos de nuestro trabajo, tenemos instituciones propias que nos proveen sueldos, por ejemplo la escuela(...) yo soy licenciada en Gestión de Organización, con esto a mi se me paga un sueldo(...) estas tareas a nosotras nos aportan sueldos que van a un fondo común, este fondo común se redistribuye en toda la provincia(...) también recibimos ayuda del extranjero o de gente que ve la obra y colabora” también cuentan con lo siguiente: “Nosotras las llamamos competencias financieras ¿Qué quiere decir? Que la superiora local, la de la casa o la provincial o la general pueden determinar hasta cierto monto si el gasto se puede hacer o no. Pongamos un ejemplo si hay que comprar un nuevo vehículo para la casa, la superiora no tiene competencia para decidir si lo hace porque su competencia puede ser, vamos a poner no me acuerdo cuanto es ahora, 1500$ y el vehículo vale más, entonces la decisión debe pasar a nosotras, a la Dirección Provincial. Nosotras sí tenemos competencia. Yo ahora hice reformar el hogar de ancianas y como superaba mi competencia el costo entonces tuve que pedir permiso a la Dirección general. El dinero está acá pero la aprobación viene de allá porque supera nuestras competencias. Nosotros tenemos límites dentro de nuestras responsabilidades…”[41]
Entonces, por lo dicho, podríamos inferir que hay dos fuentes principales que proveen capital a este fondo común, a este salario común, uno concerniente a las diferentes actividades realizadas por cada integrante según su tarea o profesión dentro de la organización (maestra, psicólogas, licenciada en Gestión de la organización, etc) otro de las fuentes externas, tales como donaciones.
Lo anteriormente mencionado acerca de la competencia financiera entra en relación con un segundo voto definido como el de obediencia el cual es definido por sus miembros como “...yo tengo una autoridad en cima mío, yo no dispongo de mi tiempo, de mi trabajo de nada de lo que es mío, pero siempre esta abierto el dialogo...[42]” Por ende el dinero y su uso también quedan subsumidos a la obediencia de la autoridad.

· Carrera: implica las posibilidades de desarrollo individual del sujeto dentro de la organización.
Esta organización cuenta con un régimen especial para quienes quieran pertenecer a la misma. Según lo comentado en las entrevistas hay dos momentos, uno antes de la pertenencia definitiva a la congregación, el cual incluiría una serie de requisitos, tales como preparación, estudio, elaboración personal, etc y un tiempo posterior, en el cual ya son miembros activos.
En los siguientes fragmentos de la entrevista se expone más detalladamente lo necesario para el desarrollo individual dentro de la organización en un primer momento:
“...E: - ¿Cuáles son las etapas que deben pasar las jóvenes que se postulan?
H: - Primero se hace una experiencia con nosotras. Puede ser en diferentes casas. Van viendo como vivimos, lo que hacemos, como trabajamos, la oración. Es así, primero hay un acompañamiento afuera, uno o dos años. Se hace ir a una hermana que la orienta. Tiene un proceso porque entrar acá implica una vida de votos, de dependencia, de oración, muchos elementos, de capacidad para la introspección, de aguante de la soledad, de superación de conflictos, unos cantos temas y la experiencia de vida comunitaria (...) Bueno entonces se hace ese acompañamiento y luego si viene y nos dice quiero hacer la experiencia, se queda un mes, dos meses o tres. Después la mandamos a la casa y al mes si se decide a entrar comienza el aspirantado que son seis meses donde la joven empieza a conocer más cosas de la congregación, de la historia, de la vida religiosa, la vamos adentrando en la oración litúrgica, en las oraciones religiosas que son diferentes a las que se hacen habitualmente afuera. Bueno y va conociendo y en esta etapa se hace el Psicodiagnóstico. Esa chica pasa por una terapia. Primero le hacemos el Psicodiagnóstico para ver qué le pasa, como está y también generalmente después de los votos hacemos un examen de salud.
Bueno después hacen otros seis meses que lo llamamos postulantado, ahí ya entran en el ritmo de la vida religiosa y si tienen problemas de relación o algunas trabas que son manejables las procesan en ese tiempo. Dura lo que la joven necesita para adaptarse a lo que será el futuro. Si esa etapa es superada entra al noviciado que si bien es una vida ideal, porque allí están todas juntas en la comunidad ya tienen el ritmo de vida nuestro, con las oraciones, con todas las cosas que implica la vida religiosa, reuniones semanales, de estudio, de formación, de reflexión bíblica. Nuestra congregación tiene prácticamente dos horas diarias de oración aparte del trabajo. Bueno eso se tiene que cumplir, se tiene que vivir y si eso va bien, si las vemos bien y ellas están de acuerdo se hacen los votos por 6 años una vez por año, o mejor dicho se hacen durante seis años una vez por año. Al finalizar cada año la joven tiene la posibilidad de irse sin ningún tipo de problemas. Durante el año no, porque durante el año tiene los votos. Si se va durante el año tiene que tener un permiso especial de la dirección general...”[43]
“... Nosotros somos una congregación donde hay mucha formación, es decir en nuestra congregación tenes que entrar teniendo el secundario completo si o si...[44]

Lo posterior, (el segundo momento de la carrera) debe incluir lo siguiente:
“... tenés que hacer después los estudios universitarios si o si, tenes que tener capacidad para aprender idiomas. Los que por ejemplo no pueden ir a la universidad, a veces no por falta de inteligencia sino a veces no tiene talento para lo intelectual, en esos casos nosotros tenemos los profesorados de Ciencias Religiosas que son de cuatro años, como es en el ámbito nuestro les resulta más leves pero bueno, todas tienen que tener estudios, profesiones..[45]”.
En tanto que una vez cumplido los requisitos necesarios para pertenecer a la organización todas estarían idealmente en las mismas condiciones de igualdad para formar parte del nivel jerárquico de la organización, pero esta formación debe ir acompañada de un perfil para el liderazgo tales como ser: Un rango de edad una determinada cantidad de años dentro de la congregación, un cierto grado de formación académica, una vida religiosa coherente, según lo expuesto por una de las integrantes de la organización. Después el modo en que una hermana asume o no determinada función es logrado mediante la votación.
La superiora provincial nos aclara cuales son los métodos usados para la elección de sus representantes:
“...Tenemos diferentes métodos, tenemos métodos de participación directa en donde las hermanas votan y se mandan las votaciones a Roma, Roma hace una terna de las tres más votadas y las vuelve a reenviar y las hermanas vuelven a votar en la provincia sobre éstas tres y la más votada es la Superiora General. Fue así el último método. Otro es cuando votamos y lo mandan a Roma y Roma nos manda quién se elige Provinciala. En general se respetan las votaciones, salvo que para la que está propuesta haya un proyecto desde la Dirección General y no puede ser, por ejemplo proponemos tal hermana pero resulta que pensaron en ella para otro lugar, entonces nos mandan a avisar “si la votaron pero no la queremos en tal lugar”, entonces sáquenla de la lista y se vota a otra...”[46].
Entonces los miembros de esta organización eligen sus representantes pero siempre respetando en última instancia la decisión que provee Roma (la casa general) en torno a las posibles candidatas.
A partir de la elección de cada representante del nivel jerárquico las posibilidades de carrera de los otros miembros inferiores en tanto estructura piramidal, es decir aquellos que están en escalones inferiores de la estructura jerárquica, de ascender a un nivel superior, solo puede darse por la mencionada votación (y los requisitos necesarios para ser una posible miembro a ser votada). En tanto que la permanencia en los roles jerárquicos es por un periodo de tiempo limitado, y puede ser votada nuevamente 3 veces mas después de la primera votación, luego debe rotarse. La superiora provincial nos cuenta un poco más acerca de lo mencionado:

“...E: - ¿Cuál es el tiempo que se mantiene en el cargo una Superiora?
H: - Tres años, son períodos de tres años, pueden ser dos períodos es decir tres y tres y excepcionalmente hasta ahora no se dio nunca en tercer período. Nunca podemos estar en un cargo jerárquico institucional de ningún nivel más de doce años seguidos aunque sea en diferentes lugares y en diferentes funciones, no se puede y en cargos de Superiores no más de seis años en lo posible (…) Entonces cada seis años se cambia, podés volver después de tres años, por ejemplo estar seis años, tres no estas y después volver a estar seis años, pero nunca seguido. Es muy sano y muy sabio porque el liderazgo implica un cierto poder de autoridad y conviene que uno tenga en cuenta que es corto y breve, para que no haya abusos...”[47]
Por ende “el ascenso”, como comúnmente se lo denomina (es decir, el movimiento vertical ascendente de lugares dentro de una estructura jerarquizada y piramidal) solo es posible provisoriamente, finalizado el plazo los miembros que ocupaban altos puestos jerárquicos pueden llegar a asumir cargos que se hallan en un nivel mas bajo del escalafón piramidal.

· Tarea:

Es aquella que debe brindar la satisfacción necesaria para ser llevada a cabo con agrado. Cuando es monótona y rutinaria aumenta la tendencia al aburrimiento.
La tarea en dicha organización es polifacética, con lo cual los miembros que la componen se hallan siempre emprendiendo nuevos proyectos para encarar la diversidad de ejercicios necesarios para llevar a cabo la misión. La diversidad en torno a la tarea puede significar una gran riqueza personal para las hermanas, las cuales estarán siempre innovando y desarrollándose profesional y personalmente para encarar sus quehaceres, pero también puede significar un gran desgaste ya que la gran cantidad de tiempo empleado para la realización de los fines de la organización recortaría el margen necesario para la recreación y el ocio imprescindibles para la realización de un trabajo efectivo. El tiempo y el espacio privado se diluyen y entremezclan con la tarea (lo laboral). Esto lo podemos observar en los siguientes fragmentos de entrevista:

“…Bueno es verdad yo admiro al personal, por ejemplo acá, la paciencia que tienen con las viejitas, porque las viejitas tienen sus cosas, pero en realidad la tienen por que es su lugar de trabajo y tienen que cuidarlo y porque son 7 horas y se van y tienen otro ambiente y entonces 7 horas uno lo aguanta mucho mas fácil. Esto a veces nos puede traer tensiones, pero no tensiones que no se puedan resolver…”[48]



Confort y salubridad:

Alude a ciertos aspectos del medio ambiente que pueden ser causales del desarrollo o deterioro de la personalidad y afectan en forma duradera el estado de ánimo, de iniciativa, el deseo de trabajar.
A partir de la información obtenida en las diversas entrevistas, así como de la observación del espacio donde habitan pudimos inferir la preocupación por mantener constantemente el bienestar de las hermanas.
Al respecto una debe ellas nos comentó por ejemplo que estaban refaccionando el lugar donde viven las hermanas mas ancianas con el objetivo de que puedan tener todas las comodidades necesarias como ser un comedor amplio con vista al parque, un jardín de invierno. La idea es que puedan mantener hasta sus últimos días el contacto con el exterior.

“…Queremos que hasta el final de sus días tengan contacto con el exterior, pensando sobre todo en el hecho de que en la vejez la tendencia es al encierro y a meterse en uno mismo…”[49].
“…Es que casi todas las hermanas están en el PAMI, entones llamamos a emergencia y se internan. También tenemos un servicio que viene dos veces por semana a controlar a las hermanas, con médicos que le indican medicación…”.[50]

Por otra parte pudimos ver que los espacios son muy pulcros, amplios, con grandes jardines, plantas, huertas.
Además según nos expresó una de ellas cuentan con distintas actividades y momentos de esparcimiento.: “…Tenemos lo que llamamos nosotras las fiestas familiares en donde todas las comunidades cercanas de una misma provincia nos juntamos un día y hacemos un día de fiesta. Nosotras también tenemos un día de recreo porque tenemos mucho tiempo de silencio, antes más que ahora. (…) En general a la noche miramos televisión, vemos los noticieros, vemos algún programa, alguna que otra vez Padre Coraje o escuchamos radio. A mí me gusta jugar a las cartas, a la canasta. (…). Tenemos un parque grande, caminamos afuera, tomamos mate...”[51], y al mismo tiempo tienen la posibilidad de tomarse vacaciones una vez al año: “…Si tenemos familia acá vamos de vacaciones a nuestra casa quince días durante el año una vez al año…”[52] nos comentaba una de las hermanas entrevistadas.
Creemos que todo lo planteado en relación a este tema podrían ser factores que afecten positivamente el desarrollo de la personalidad en cada uno de los miembros de la congregación, al mismo tiempo que podrían promover la iniciativa y el deseo de trabajar de las hermanas.

6) Grupos internos de poder

Toda organización conforma una variedad de grupos significativos de poder que interactúan en una misma realidad social y que son proclives a entrar en conflicto.
Es difícil pensar en la existencia de un sistema representativo de poder dentro de la congregación. Si bien, como dice la hermana M.C., hay un liderazgo participativo en donde las hermanas participan en la toma de decisiones, es la superiora la que tiene la última palabra. Esto nos lleva a pensar en la existencia de un sistema de participación que permite dirimir los intereses y opiniones en juego pero no de un conjunto implícito o explícito de grupos significativos de poder cuyo fin es interactuar con el sistema ejecutivo para ejercer presión a favor de los intereses que les son propios.
Dentro de la organización el sistema ejecutivo está compuesto por la Superiora Provincial y su Consejo, que se encargan de procesar la información y las actividades tendientes a la realización de la tarea primaria de la organización y la implementación de una tecnología apropiada, la administración de un conjunto de normas y con ellas un sistema establecido de premios y castigos.
Esto lo vemos reflejado en una de las entrevistas en donde la hermana responde a la pregunta de si son sancionadas en el caso de cometer alguna falta. Dice: “...Sanciones no, pero la superiora le puede llamar la atención, tiene que ser algo grave, como que no cumple el voto de obediencia, ahí sí sería por parte de la iglesia, la congregación recurre al obispado del lugar y tiene que renunciar, pero tienen que ser así porque cada hermana es responsable de sus actos, es libre...”[53].
Esta misma distribución de poder se observa en relación a la Superiora General. En este caso ella junto a su Consejo conforman el Sistema Ejecutivo el cual delega los destinos, aprueba las competencias financieras, en algunas ocasiones decide sobre los cargos votados por las hermanas así como también es quien imparte sanciones y al frente al cual la Superiora Provincial no puede ejercer presión en pos de sus propios intereses.
“...Siempre se tiene que recurrir a la Generala, todo pasa por ella...[54]”.
“...En el momento de los votos perpetuos todas las hermanas quedan a disposición de la Dirección General y la Dirección General reparte[55]...”.
¿Qué del material nos permite inferir en la ausencia de un sistema representativo?
El voto de obediencia, como una de las normativas de la organización -definido por la hermana B: “...el voto de obediencia es que yo tengo una autoridad encima mío, yo no dispongo de mi tiempo, de mi trabajo de nada de lo que es mío, pero siempre esta abierto el dialogo, por ejemplo si la hermana Maria Cristina me dice mañana, hermana B va a tener destino a conchinchina, entonces pensamos juntas si conviene o no conviene, yo le digo mis objeciones, pero si ella insiste vos tenés que ir, y te vas, es decir que la última decisión la tiene la autoridad. Por ejemplo, ahora cuando yo recibí este cargo acá, yo muchas ganas no tenía...”[56] -impide a las hermanas tomar decisiones personales acerca de la tarea a realizar, coarta la posibilidad de que se gesten acciones que contradigan lo establecido.
La disponibilidad para la misión como cuarto voto instituido esta estrechamente relacionado con el voto anteriormente mencionado dado que ninguna de las hermanas puede negarse u oponerse a los destinos a los que son llamadas.
“...Los votos son Pobreza, Castidad y Obediencia y nosotras tenemos un cuarto que no es explícito sino implícito que es la disponibilidad para la misión, que quiere decir que ninguna de nosotras, una vez que hizo los votos puede decir no quiero ir ahí...”.[57]
Pensamos en la rotación de los cargos como un factor que impediría la conformación de grupo significativos de poder: “...el liderazgo implica un cierto poder de autoridad y conviene que uno tenga en cuenta que es corto y breve, para que no haya abusos...”[58].
Leemos estos abusos desde una doble acepción en cuanto no habría posibilidad de abuso de poder por parte de los miembros con alta jerarquía, como tampoco se sentirían abusados por la presión que pudieran ejercer posibles grupos representativos.
La consigna de comunidad inherente a esta organización no da lugar al surgimiento de las diferencias, estas son constantemente obturadas por la idea de una hermandad en igualdad de condiciones. Si definimos poder desde Baró como “...Aquel diferencial favorable a recursos que se producen en las relaciones humanas que permite a algunos de los actores imponer sus objetivos e intereses sociales sobre lo de los demás...[59]” podemos considerar que en esta organización no habría lugar al surgimiento de grupos significativos de poder.

7) Contexto:

En referencia a este punto Schlemenson nos dice que a partir de una crisis producida en los años 60’ se empezó a tener en cuenta la importancia del contexto y sus efectos en las organizaciones.
Si nos remitimos a la fundación de esta Congregación podemos ver cómo el contexto sociopolítico de ese momento determinó ciertas características, pautas y objetivos específicos para su conformación.
En la época en que se formó esta Congregación existía en el país de origen del fundador un movimiento contra el catolicismo hecho que los llevó a iniciar este proyecto en otro país. Las tres hermanas entrevistadas hicieron alusión a esta situación contextual:

- “... El fundador inicia la obra a raíz de una situación histórica. El era un sacerdote alemán y Alemania estaba en la etapa del Kulturkampf, fue la etapa en donde se hizo toda una revolución cultural, que fue en 1850 más o menos, en esa época se atacaba a la Iglesia y a entidades religiosas. En esa situación surge la congregación...”[60]
- “… Se fundo en Holanda, porque en ese momento cuando el padre fundador quiso fundar una casa misional, en Alemania no se podía fundar ya que en ese momento estaba el kulturkampf y había un ministro que era evangélico, entonces como en esa época había mucha tensión entre católicos y protestantes, entonces ellos trataban de que la parte católica se derrumbase….”[61]
- “...Bismarck, el canciller, no quería la religión entonces hicieron muchas leyes, por ejemplo que no haya mas profesores, nuestro fundador era profesor y se quedó sin trabajo, era la lucha con la cultura, decía que la religión hacia tontos a la gente, entonces nos fuimos a la otra orilla del río. En aquella época ya existían en Francia congregaciones femeninas, pero no viajaban al exterior. No daban información a la gente sencilla para que no se pueda sublevar. Nadie tenía acceso a un estudio superior…”[62]
Y es también a partir de este contexto que surgirá el “leit motive” de la fundación: “Si nosotros no podemos estar en la patria es porque Dios nos necesita en otro lado”

Sabiendo que esta organización está actualmente extendida por todo el mundo, en diferentes países entendemos que ha habido una importante capacidad adaptativa y anticipatoria en tanto no habría en principio, fallas en la captación de las demandas de los grupos externos.

- “...Lo nuestro es estar allí donde otros no está (…) allí donde otros no quieren ir…”[63]
- “… dentro de la actividad, del grupo donde vivo y la actividad dentro de este grupo, la actividad es de la comunidad no es individual, no es una cosa que a mí me gusta o no, si voy a tal lugar me tengo que ajustar a las normas del lugar, no es idea mía qué es lo que voy a hacer porque sino la continuidad no existe…”[64]

Este ir allí donde otros nos van, el adaptarse a la cultura y costumbres del lugar a donde van tiene que ver con el tipo de misión que ellos realizan que es la misión Ad Gente, nombre que se le daba antiguamente a lo que hoy se llama misiones de frontera o liminares.

- “...Las dos congregaciones están para la misión Ad Gente…. Hoy hablamos de misiones de frontera… ¿qué quiere decir? De situaciones donde otros no pueden o no están o sobrepasan los límites comunes ahí tenemos que estar nosotros…”[65]

Esta comprensión para con el contexto podría resumirse en el siguiente comentario de una de las hermanas. Nos dice: “...Cuando la gente ve que la obra va para la gente nunca nos faltan los recursos, y esto es un medio para nosotras...”[66].
Estos aspectos demostrarían además que están ofreciendo un modelo dinámico, integrado, de organizaciones alternativas referidas a las interrelaciones entre la organización y el ambiente.
- “...Hay todo tipo de actividades… estamos en hospitales, estamos en escuelas, en parroquias sin párrocos, en comunidades pastorales de catequesis, en de comunicación social…”[67] Esto podría vincularse con el hecho de “generar un repertorio flexible de planes, de los que se usarán aquellos que mejor se ajusten a los factores contingentes”[68].

En resumidas cuentas, de la fecha de fundación a hoy se han expandido ampliamente por todo el mundo abarcando amplios espectros de actividades y grupos de personas, recibiendo donaciones, buscando el lugar de la necesidad y la falta.
Esto daría cuenta de la existencia de un positivo intercambio entre la congregación y la comunidad.













EJE LIBIDINAL


El análisis del eje libidinal nos permitirá reconocer, a partir del material obtenido de nuestro paso por la institución, qué posibilita que la organización se mantenga conformada como tal.
A partir de la siguiente cita de S. Freud nos introducimos en el análisis del eje libidinal.
“...Una masa (…) es una multitud de individuos que han puesto un objeto, uno y el mismo, en el lugar de su ideal del yo, a consecuencia de lo cual se han identificado entre sí en su yo...”[69]
Colocar un objeto en el lugar del ideal del ideal del yo es posible a través de un proceso psíquico llamado idealización en virtud del cual este objeto es engrandecido y exaltado psíquicamente sin que cambie su naturaleza.
Simultáneamente a este mecanismo surge entre los miembros del grupo la ilusión de ser amados todos por igual por este objeto idealizado; y es en el lazo que une a cada miembro del grupo con dicho objeto que hallamos la causa del vínculo que une a los individuos entre sí: “...uno de los yoes ha advertido en el otro una importante analogía en un punto (…) inmediatamente se produce una identificación en este punto...”[70]
A partir de los datos obtenidos podríamos dar cuenta de la estructura libidinal por la que se sostiene esta organización.
Consideramos que los miembros de esta congregación tienen la ilusión de la presencia de un jefe invisible, Dios, que las ama a todas por igual. Esto se ve reflejado en el material del siguiente modo:

“...Los votos son ligantes (…) ¿Qué significa ligantes? Que cualquier persona que teniendo votos perpetuos sale de la congregación se puede juntar pero no se puede casar...”[71]
“...El voto de castidad, a veces se confunde con solamente no casarse, no es ese el sentido, es implícito para nosotros, pero no es lo más importante, lo más importante es lograr, yo como mujer necesito también un tu (…) y eso en vez de ser otro hombre es Dios, y de esta manera lograr esa entrega incondicional al Señor...”[72]
“...Es como un anillo de casamiento...”[73]
“...Este anillo me ata tanto a él, como una mujer a su marido...”[74]
“...Todas estamos en igualdad de condiciones...”[75]
“...Tienen primero el postulantado, que es un año de formación para ir conociendo la congregación, después tienen dos años de noviciado que es también de formación, después del noviciado ellas mismas se prueban si realmente es el camino que el Señor les ha mostrado y harían los tres votos, de pobreza, castidad y obediencia y cada año lo renuevan y después de los cinco años si ellas sienten que es el camino que Dios les ha indicado entonces hacen los votos permanentes que es para siempre, reciben este anillo (nos lo muestra) que es cuando hacemos los votos perpetuos, que ya pertenecemos totalmente a la congregación, estamos libres a salir, ya han salido por más que estén bajo los votos perpetuos...”[76]
“... ¿Qué sentimos nosotras? Que nuestro lugar en el mundo está en Dios y en la vida religiosa...”[77]

Vemos en estos fragmentos la ilusión que mantienen las Hermanas de ser amadas por el objeto que han puesto en el lugar del ideal.
A partir de estos observables como ser los votos, el anillo, las normativas, podemos inferir la ilusión que subyace, la ficción grupal que une a estos sujetos permitiendo la cohesión y permanencia en el grupo. ¿Cómo vemos esto? El vínculo con Dios se materializa en la ceremonia de entrega del anillo, cuando se asumen los votos perpetuos, simbolizando la entrega incondicional al Señor. De este modo no sólo quedan ligadas a Dios, sino entre ellas, en tanto todas tienen este anillo con la inscripción “te saludo esposa celestial”[78] que se convierte en un punto de identificación recíproca. Todas son esposas, hermanas, todas asumen los votos de pobreza, obediencia y castidad; y el cuarto voto mencionado es el de disponibilidad para la misión.
Esta identificación es la que les da el sentido de comunión, de igualdad y de pertenencia a la comunidad que conforman.
Al mismo tiempo los ideales religiosos del cristianismo son la base que subyace a todos estos observables que comparten los miembros de esta congregación, y que les permite permanecer cohesionados.
Esta ideología subyacente es un elemento a destacar debido a que más allá de las diferencias que puedan surgir entre los miembros del grupo, es lo que sostiene la fantasmática grupal que da lugar a los lazos imaginarios.

“...En la comunidad que te toca tenés el grupo humano más cercano, amigas, tenés otras hermanas con quien compartís los mismos ideales pero el feeling no es tan cercano. Hay un llamado común que unifica mucho, que te acerca. Pero también tenemos nuestros conflictos (…) nuestras discusiones o nuestras diferencias de opinión nunca nos llevan a la separación...”[79]

Esta misma cita nos permite realizar una lectura desde otra posición teórica.
A partir del material se nos plantea el interrogante: ¿Por qué en tanto existen diferencias en el grupo éstas no llevan a la ruptura de los lazos que las mantienen unidas y las sostienen?

“...Te podés enojar, pero después te arreglás. No podemos, tenemos la costumbre de no irnos a dormir si hemos estado en conflicto con alguien, hasta que no esté la conversación y la reconciliación...”[80]
“...Creo que una comunidad perfecta no existe, si muchas veces entre las familias hay desobediencia, entre nosotras también las hay, somos mas de 40 nacionalidades dentro de la congregación, acá hay doce diferentes nacionalidades, doce diferentes historias (...) cada una tiene su historia (...) es una gran riqueza, pero también es muy exigente (...) esto a veces no puede traer tensiones, pero no tensiones que no se puedan resolver...”[81]
“...Entre los mismos hermanos de una familia unos tienen un carácter y otros otro, pero no hay grandes dificultades de vez en cuando pasa que no pienso lo mismo que la otra, pero son cosas que se superan muy fácilmente...”[82]

Estos son algunos fragmentos de las entrevistas en donde creemos que se manifiesta la diversidad entre los miembros de la congregación. Sin embargo estas diferencias, aunque presentes, no cobran la fuerza suficiente como para lograr la dispersión del grupo.
Para responder al interrogante planteado recurrimos a la conceptualización de René Kaës acerca del aparato psíquico grupal, considerándolo como equivalente a la estructura libidinal planteada por Freud. A su vez el aparato psíquico grupal contempla dos nuevas formaciones intermediarias entendidas como “la renuncia pulsional exigida por el advenimiento de la comunidad (...) aseguran la continuidad del trasfondo colectivo sobre el cual se despliega la pertenencia y la identidad”[83], “no pertenecen como propiedad ni al sujeto singular ni al grupo sino a la relación entre ellos”[84].
Estas formaciones intermediarias son el pacto de negación y el contrato narcisista.
Son dos procesos inconscientes que se dan simultáneamente, necesarios para que se de el agrupamiento, generando los lazos entre los miembros.
El pacto de negación permite que todos los miembros del grupo estén unidos al ideal. Consiste en la negación del “narcisismo de las pequeñas diferencias”, algo se debe ceder para pertenecer a un agrupamiento. Esta renuncia pulsional es inherente a la pertenencia misma a las instituciones.
Sin embargo lo negado siempre latente, reprimido, puede irrumpir amenazando la continuidad del agrupamiento. De esta manera podemos pensar en una renegación en la medida que se niega, a modo de defensa, aquello que fue negado.
Inferimos que el pacto de negación se hace visible en los fragmentos del material anteriormente expuesto, el cual podemos complementar con el siguiente fragmento de entrevista:

“...Lo normal es que uno hace un proceso de fe y llega un momento que vos evalúas, vos decís que es lo más fuerte...”[85]
“...En ese proceso estuve de novia, estaba para, casarme también y yo me planteé la opción de que es más fuerte para mí (...) pero decía algún lugarcito tengo que tener en la Iglesia...”[86]
Entendemos que toda elección conlleva una renuncia, el renunciar a este narcisismo de las pequeñas diferencias que hacen a lo individual posibilita la pertenencia a la congregación y por consiguiente a la definición de su identidad.
Al mismo tiempo consideramos que el someterse a los mismos votos implica una renuncia y que al ser renovados, inconscientemente este pacto se re-actualiza; por eso podemos pensar que las pequeñas diferencias que surgen entre ellas no afectan la cohesión grupal.
Otra de las formaciones intermediarias que conceptualiza Kaës es el contrato narcisista.: “...Se asignan lugares, cada uno tiene un lugar asignado y esperado por el grupo, se establecen leyes y normas de funcionamiento internas del grupo que ayudan a distinguir el adentro y el afuera, que permiten evitar la emergencia de lo negativo que está siempre amenazando...”[87]
En relación a la organización abordada, los lugares para cada uno de los miembros ya están significados, es el padre fundador quien designa estos lugares: “Si nosotros no podemos estar en la patria es porque Dios nos necesita en otro lado”[88], convirtiéndose la misión en el objetivo primordial de la congregación.

“...Lo nuestro es estar ahí donde otros no están...” [89]
“...Lo que más caracteriza a nuestra congregación es que desde el principio fue fundada para mandar misioneros afuera...”[90]
“...La joven que entra con nosotras tiene la condición de que va a ir a otro país...”[91]
“...La vocación es esa fuerza, esa claridad, esa percepción del este es mi lugar, acá esta mi lugar...”[92]
“...Nosotras tenemos un cuarto que no es explícito sino implícito que es la disponibilidad para la misión, que quiere decir que ninguna de nosotras, una vez que hizo los votos puede decir no quiero ir ahí...”[93]

En estas citas se expresa el lugar al que son convocadas cada una de las Hermanas desde el origen de la congregación. Este cuarto voto implícito nos remite directamente al argumento mítico fundacional, en cuanto cada una de ellas debe responder al mandato enunciado.

“...Nosotras somos una congregación misionera y una de las condiciones para ingresar es la disponibilidad de ir a otro país, sin este requisito no es tu lugar...”[94]

Si hay alguien que no puede llevar a cabo esta renuncia, no puede tomar este lugar. En este sentido el contrato narcisista implicaría la exclusión de lo diferente y la inclusión de lo semejante.
Esto se evidencia entre los miembros de la congregación cuando plantean que ciertas postulantes no son aceptadas, o por ejemplo cuando se van por algún motivo como formar una pareja.

“...Hace poco le tuve que decir a una chica que no le daba el ingreso porque la mandamos a la misión popular y era venir de la misión a bañarse porque estaba desesperada por haber estado en la villa...”[95]
“...Tuve el caso de una joven que se fue el año pasado que se enamoro y se fue. Estaba estudiando enfermería universitaria y conoció una persona allí, no quiso esperar a terminar y me parece lógico y a los seis meses decidió salir. En este caso sale, pero si quiere tener alguna posibilidad a nivel de iglesia después no tiene que tener sus votos...”[96]

De este modo respondemos a nuestro cuestionamiento, concluyendo que el pacto de negación en un punto llega a ser tan consistente, que no se ve afectado por más que se presenten avatares de la vida cotidiana, diferencias en la convivencia o en opiniones. Se presenta un nivel que podríamos calificar como incuestionable, inamovible. En la hermandad imperante en la congregación, podemos leer lo que Kaës denomina una reduplicación del silencio: “el precio del vínculo consiste en aquello que no podría cuestionarse entre las personas que vincula, en su interés mutuo, para satisfacer a la doble lógica cruzada del sujeto singular y la cadena”[97]. Esto se refleja en la voz de uno de los miembros de la congregación:

“...No se discuten cosas de fe...”[98]

De esta cita se desprende el sentido de este pacto, inconsciente, tácito, implícito, no formulado y siempre presente, dando cuenta de la estructura de este vínculo que es la razón de ser de la congregación.

Lo postulado por Kaës acerca del establecimiento de estas formaciones psíquicas intermediarias es analogable al momento de con-versión planteado por Ricardo Malfé.
Este autor propone transformar la estructura libidinal en tiempo histórico[99]. Esta dinámica comprende tres momentos: un primer momento mítico en donde los individuos no establecieron vínculo social entre sí, previo a la con-versión. Es el momento de a-versión, donde predomina lo que Freud denomina el narcisismo de las pequeñas diferencias.
El momento de con-versión es el momento de completud, de ilusión; el momento de constitución de la estructura libidinal formada vía mecanismos de idealización e identificación, desarrollados anteriormente. El establecimiento de esta versión común, que lleva implícita la instauración del pacto de negación y del contrato narcisista brinda la posibilidad de comenzar un proceso histórico colectivo.
En la siguiente frase se ve reflejado lo que consideramos el momento de la instauración de la versión común en la organización, que daría cuenta del momento histórico de la conformación de la estructura libidinal:

“...Si nosotros no podemos estar en la Patria es porque Dios nos necesita en otro lado...”[100]

Pudimos observar como este argumento mítico reiterado en el discurso de las entrevistadas al relatar el origen de la organización, se convierte en un elemento que promueve el sostenimiento de la identidad de la congregación. Ellas son misioneras, su destino es ir de un país a otro llevando la palabra de Dios:

“...la que se siente llamada a una congregación misionera (...) la joven que entra con nosotras tiene la condición de que va a ir a otro país...”[101]

Dado que la ambivalencia siempre está presente en estos vínculos puede llevar a un tercer momento, al que llamamos momento de sub-versión. Aquí se pueden presentar dos posibilidades: que caiga abruptamente el ideal y como consecuencia aparezca sin velo la falta, la ausencia de completud, que llevaría al retorno a un momento mítico; o bien contar con la presencia de apronte angustiado, lo que permite el cuestionamiento del ideal, subvirtiendo la versión común y con la posibilidad de establecer nuevos lazos dando lugar a un nuevo orden, a una re-conversión.
En este sentido podemos inferir que en la congregación no se pudieron vislumbrar elementos manifiestos que nos permitieran dar cuenta de un posible movimiento de dispersión de sus miembros.
Por esto, ya que los pactos inconscientes, implícitos, son tan fuertes, no dan lugar a ningún cuestionamiento acerca de la versión común que garantiza la cohesión grupal.

Por último, para concluir con el análisis de este eje, haremos una breve referencia, tomando los aportes de Gerard Mendel, en relación a la existencia de un funcionamiento psicofamiliar en la congregación.
Las relaciones establecidas entre las hermanas del convento darían cuenta de este tipo de funcionamiento en la congregación a nivel vincular. Este yo psicofamiliar, de orden regresivo, se constituye en la matriz primera relacional que es la familia.

“...Yo entré al convento por esa portería que conocen y subí por una escalera hacía el lugar de las postulantes. Cuando mire el pasillo la experiencia mía fu “estoy en casa, llegue a casa” y así fue y acá estoy “en casa” y muy feliz este era mi lugar...”[102]
“...Si pasa en la familias, acá es lo mismo...”[103]
“...Si muchas veces entre las familias hay desobediencia, entre nosotras también la hay...”[104]
“...Son nuestras hermanas, yo por suerte mi padre no se ha perdido, pero digo si tu papá o tu mamá se pierden porque son ancianos vos lo seguís queriendo y conteniendo, bueno nosotros también...”[105]

Reconocemos en los fragmentos de entrevista esta primera forma de relación paterno-filial, que de alguna manera se hace claramente visible en el modo de vinculación entre los miembros de la congregación; en tanto Dios sería el sustituto del padre, y ellas son hermanas que viven en la misma “casa”.
En relación a este tema, Freud plantea en esta cita el fundamento de esta ilusión, Dios Padre, que ama a todas sus hijas por igual:

“las ideas religiosas (…) el secreto de su fuerza está en la fuerza de estos deseos (…) la necesidad de una protección amorosa satisfecha (…) por el Padre y que el descubrimiento de la persistencia de tal indefensión a través de toda la vida llevó luego al hombre a forjar la existencia de un Padre inmortal mucho más poderoso”[106]


De los puntos analizados en torno a este eje se desprende gran parte de la respuesta a nuestro primer cuestionamiento, que funcionó como disparador, en relación a qué mantiene unidos a los miembros de esta organización.








EJE HISTÓRICO – ANTROPOLÓGICO


A partir del análisis del eje histórico antropológico analizando el material obtenido podremos hacer referencia al origen de la constitución de la organización, su contexto, los motivos y motor para que esta se produzca.
Dice A. Mezzano al respecto: “En el rastreo de las instituciones debemos recurrir al campo de la historia como disciplina que nos aporta recursos para recoger la memoria institucional[107].”
Haremos mención de ciertos mitos, ritos y nos referiremos al contexto socio – histórico imperante durante la conformación de la congregación.

La fundación de la primera Congregación se produce en Holanda en el año 1875. La congregación por nosotras abordada se funda en 1889, año en que también llega a nuestro país a Santa Fe, para luego trasladarse a la provincia de Buenos Aires.
Si bien el fundador es de origen alemán imperan en esa época en Alemania determinadas características sociales y políticas que lo obligan a tener que irse de su país para poder llevar a cabo su objetivo.
En ese momento el imperio alemán estaba compuesto por cuatro reinos (Prusia, Baviera, Württemberg y Sajonia), seis grandes ducados, cinco ducados, siete principados, tres ciudades libres (Hamburgo, Bremen y Lübeck) y las provincias imperiales de Alsacia y Lorena. Estas 26 unidades eran muy diversas; por encima de todas destacaba Prusia cuya extensión y población eran mayores que las del resto del Imperio junto.
Bismarck que, a pesar de algunas diferencias con el emperador Guillermo I, contó con la plena confianza de éste, fue el canciller del imperio desde su fundación hasta 1890 -salvo un breve período en 1872-, y a él cabe atribuir la dirección general de la política alemana, tanto doméstica como internacional y colonial.
La política interior giró sucesivamente en torno a tres grandes problemas: 1) el enfrentamiento con la Iglesia católica, que recibió el nombre de "kulturkampf", 2) el proteccionismo económico y 3) la lucha contra el partido social demócrata.
El primer problema es el que tendremos en consideración en tanto atañe a la organización abordada.
El conflicto entre el Estado y la Iglesia Católica, conocido como "kulturkampf", se inició por el apoyo que Bismarck prestó a los católicos "viejos", aquellos católicos alemanes que se negaron a aceptar la declaración de la infalibilidad del Papa hecha por el Concilio Vaticano I, en 1870. Contra los deseos de la jerarquía eclesiástica, que los había excomulgado y pretendía que fueran apartados de todos los puestos que desempeñaban, especialmente los de carácter docente, Bismarck les mantuvo en sus funciones.
A los ataques del partido del centro, el canciller respondió retirando al representante alemán ante el Vaticano y con una serie de medidas anticlericales como la expulsión de los jesuitas, el control de las escuelas y el establecimiento con carácter obligatorio del matrimonio civil.
Mediante las leyes de mayo de 1873, los nombramientos eclesiásticos y los seminarios quedaron bajo el control del Gobierno, y las órdenes religiosas fueron disueltas o expulsadas. Bismarck, que en todo este episodio contó con el apoyo de los partidos liberales, trataba, por una parte, de establecer la separación entre la iglesia y el Estado, de liberar a la sociedad civil de la tutela eclesiástica -aunque algunas de sus medidas suponían claras intromisiones en la esfera interna de la Iglesia-; por otra parte, quería debilitar a los católicos cuyo partido político, el centro, consideraba un peligro, un enemigo interior que siempre estaría dispuesto a aliarse con las potencias católicas, Francia y Austria, principales enemigos del Imperio. Sin embargo, la resistencia católica y las simpatías que despertó entre otras fuerzas religiosas o nacionalistas que se oponían a la creciente centralización, fueron más allá de lo que Bismarck había previsto. En 1876, todos los obispos alemanes estaban en prisión o habían abandonado el país y 1.400 parroquias estaban sin sacerdote. Para evitar males mayores, Bismarck decidió dar marcha atrás y aprovechó la sustitución en el pontificado de Pío IX por León XIII, con un talante más conciliador, en 1878, para iniciar negociaciones directas con el Vaticano que dieron como resultado la progresiva desaparición de todas las medidas restrictivas sobre la Iglesia católica, excepto la expulsión de los jesuitas, la inspección estatal de las escuelas y el matrimonio civil. Ésta fue la primera gran derrota política del canciller prusiano.
Nos pareció importante situarnos en el contexto de la fundación ya que las tres hermanas entrevistadas hicieron alusión a este momento especialmente se refirieron al tema del kulturkampf.
“...Se fundó en Holanda, porque en ese momento cuando el padre fundador quiso fundar una casa misional, en Alemania no se podía fundar, ya que en ese momento estaba el kulturkampf, y había un ministro que era evangélico, entonces como en esa época había mucha tensión entre católicos y protestantes, entonces ellos trataban de que la parte católica se derrumbase...”[108]
“...Bueno el Kulturkampf no era tanto contra las mujeres sino contra la religión, Bismarck, el canciller, no quería la religión entonces hicieron muchas leyes, por ejemplo que no haya mas profesores, nuestro fundador era profesor y se quedó sin trabajo, era la lucha con la cultura, decía que la religión hacia tontos a la gente, entonces nos fuimos a la otra orilla del río...”.[109]
“...El fundador inicia la obra a raíz de una situación histórica. Él era un sacerdote alemán, y Alemania estaba en la etapa del Kulturkampf, fue la etapa en donde se hizo toda una revolución cultural que fue en 1850 más o menos, en esa época se atacaba a la Iglesia y Entidades religiosas y se empieza a mandarlos afuera del país. En esa situación surge la congregación...”.[110]

Podríamos ubicar aquí algo del mito. Según cita A. Mezzano a Mircea Eliade: “...El mito proporciona modelos a la conducta humana y le confiere valor y significación a la existencia...”.[111]
Hay una confluencia bastante exacta entre las distintas hermanas entrevistadas en relación al mito fundacional. Respecto de este último hay también una importante referencia a los aspectos espirituales, vocacionales y carismáticos en tanto el motor espiritual que mueve y sostiene a la misión es la oración y en el caso de ellas, es principalmente el Espíritu Santo.
“...Para que la obra se extienda y de frutos desde la fe la oración es fundamental. (…)
En las congregaciones religiosas, hay dos elementos que se llaman fundamentales: la espiritualidad y el carisma. ¿Qué es la espiritualidad? Es aquella manera particular en que yo me comunico con Dios. (…) Nosotros, nuestra espiritualidad pasa por el Espíritu Santo, es mucho más carismática. ¿Se entiende? El carisma viene a ser la razón de ser de la congregación, el para qué estamos...”.[112]
Otro aspecto en relación al mito que ya habíamos desarrollado en la primera entrevista lo destacamos nuevamente en tanto se reitera en otra de las hermanas. Es el hecho de referirse a la frase del fundador como si fuese textual. Esto tendría que ver con aquello de la transmisión oral, lo que va de boca en boca.
La primera hermana entrevistada nos dijo casi las mismas palabras que se manifiestan en la documentación escrita referente a la postura del obispo ante el pedido de ayuda del padre A.
“...Entonces el padre A. fue a lo del obispo, él le dijo “¿usted está loco, estamos viviendo unos tiempos en que todo se derrumba y usted quiere fundar una Congregación misionera?” Entonces ante las negativas que había en Alemania, el Padre A. fundó en Holanda...”. [113]
Otra de las hermanas nos dice: “...Él vio que había muchos sacerdotes que se tenían que ir a otro lado (…). Les dice “bueno si nosotros no podemos estar en la Patria es porque Dios nos necesita en otro lado” entonces funda con la visión de que somos necesarios allí donde nadie va, allí donde hay no, allí donde nadie va. Entonces con esta visión comienza su obra...”[114].
A su vez, en la documentación histórica, verificamos el siguiente diálogo entre el obispo y el fundador “usted está loco, estamos viviendo unos tiempos en que todo se derrumba y usted quiere fundar una Congregación misionera. Precisamente por eso deberán nacer otras cosas para ocupar su lugar”[115].

Según A. Mezzano: “… historizar significa descubrir los mitos que sostiene esa organización, pero analizándolos, para que se apropien de ese argumento colectivo los que viven esa historia a través de esa verbalización que realizan, individual o colectivamente…”[116] De esta manera, este argumento mítico que reproducen las entrevistadas al relatar el origen de la organización, se convierte en un elemento que promueve el sostenimiento de la identidad de la congregación. Ellas son misioneras, su destino es ir de un país a otro llevando la palabra de Dios: “...la que se siente llamada a una congregación misionera (...) la joven que entra con nosotras tiene la condición de que va a ir a otro país...”[117]

Con respecto al contexto de la Argentina del 1890, año en que llega la Congregación por primera vez al país, se encontraba como presidente Juárez Celman, liberal y progresista. En esa época los católicos reanimaron la lucha que habían entablado durante la presidencia de Roca contra la ley de educación laica, pero esta vez lo hicieron contra el proyecto de matrimonio civil que finalmente se instituyó dado el creciente aumento de la población europea en gran parte no católica.
Filemón Posse defendió el proyecto en el Senado asegurando que esa ley era “la expresión genuina de esta santa libertad de conciencia, de esta santa libertad conquistada por la civilización que hoy hace imposible que un hombre marche a la hoguera por no creer en Jesucristo”[118].
Era el momento en que Argentina se encontraba en pleno crecimiento poblacional a causa de las inmigraciones, aumentando principalmente en el período de 1869 – 1914 del 48 al 72 %, especialmente en las provincias de Bs. As., Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. La hermana E. Nos comentaba al respecto: “...el Padre A. muy pronto mandó a Argentina misioneros porque sabía que había colonos alemanes que vinieron de Rusia (...) salieron muchos alemanes (...) después cuando llegaron a allá tuvieron que sufrir mucho, y después tuvieron que emigrar, algunos a Brasil, y después de Brasil a Argentina...”[119]

En vista del amplio campo de trabajo que se ofrecía a su actividad misionera, el fundador de la congregación fue enviando año tras año nuevas fuerzas a la Misión Argentina, de modo que antes de 1900 pudieron hacerse cargo de la atención pastoral de colonias como Humboldt Esperanza y San Jerónimo Norte en la Prov. de Santa Fe, Crespo y Valle María en entre Ríos y otras sedes en Bs. As. y Capital Federal extendiéndose pronto su misión a los países limítrofes.

· Una cuestión de género:

Otro tema que apreció con frecuencia en el los discursos de las hermanas fue el tema del rol de la mujer.
Este, en la época de la fundación de la congregación, estaba relegado al ámbito de lo privado, la mujer era la responsable de la domesticidad, de las tareas reproductivas. Se ocupa además de la organización y de gran parte de las tareas de la reproducción cotidiana, es decir de las tareas domésticas para el mantenimiento de la familia y de las tareas dirigidas al mantenimiento del sistema social, esto es al cuidado de los niños a través de la transmisión de normas y patrones de conductas aceptados. La mujer relegada al ámbito privado no podía acceder al trabajo comunitario sino era a través de la pertenencia a organizaciones religiosas. Las tareas principales de la mujer de esta época estaban circunscriptas al campo de la educación, de enfermería. Esto se ve claramente expresado en los siguientes fragmentos de entrevistas: “… antes en la vida religiosa había maestras, religiosas y enfermeras, hoy en día estas actividades siguen existiendo pero hay una paleta mas grande. Antes si se sentía impulsado a un servicio social el único camino que tenían era ingresar en la congregación, para que la mujer tuviera acceso a la facultad o los estudios pasó mucho tiempo, para esto tuvo que ver la emancipación de la mujer, si una chica realmente sentía el llamado a cuidar a enfermos le quedaba este camino, por eso antes había mucho mas jóvenes que hacían este camino...”[120]
“...En esa época no era común, no había mujeres misioneras. Estuvieron un tiempo trabajando al servicio de los curas, hasta que él, la insistencia de ellas con relación a lo que querían, ellas querían ir a la misión, las va formando y entonces abre una nueva obra femenina para la actividad. Entonces comenzamos a trabajar junto con ellos, donde ellos iban primero después íbamos nosotros, cada uno pero ligados a una misma congregación, como que nacimos hermanitos nosotros vemos otras cosas y vemos que hay una realidad particular de la mujer a la que queremos aportar, vemos que hay lugares donde el sacerdote no puede llegar, donde el misionero no puede llegar y la mujer religiosa si, entonces ella decide separar la congregación.”[121].

· Cuerpos Disciplinados

“…Nos levantamos habitualmente temprano, según la comunidad el horario. Por ejemplo en esta casa tengo dos comunidades la de la escuela que se levanta a las 6, a las 6.30 rezan laudos y a las 7 desayunan, 7.15 ya se están yendo para la escuela. Las hermanas del hogar se levantan a las 7, rezan a las 7.30 y desayunan a las 8 hs. Son viejitas, a ellas le damos un tiempito más, yo a veces me voy a descansar allá (risas). ¿qué oraciones tenemos que son fijas y que no importa el tipo de comunidad? Las oraciones comunes de la Iglesia aunque le damos matices nuestros: la oración de la mañana que se llama Laudes al empezar el día que es media hora más o menos, la oración del mediodía que se llama sexta, solemos para un tiempo y rezar. Antes todas nos juntábamos en la capilla, actualmente no, cada una a la mitad del día hace una oración personal, eleva el pensamiento a Dios. Bueno rezamos al inicio del día, a la mitad del día, a la tarde y a la noche. A la tarde lo hacemos en comunidad. También todos los días tenemos la santa Misa, a la mañana o a la noche depende de la comunidad con oraciones grupales. A parte de eso, en el día las hermanas tenemos que dedicarle un tiempo de por lo menos media hora o más a la reflexión bíblica, a la meditación de la palabra, otro tiempo al Rosario y otro tiempo a la lectura espiritual que hace a la formación espiritual. Entonces tenemos en el día media hora a la mañana, media hora a la tarde, quince minutos al mediodía, media o una hora de misa, media hora de meditación bíblica, media hora de Rosario y media hora de Lectura espiritual. Vos tenés que hacer todo eso porque eso sostiene la fe, además de eso tenés que trabajar…”. [122]

A partir de la anterior cita y remitiéndonos a lo planteado por Foucault, encontramos en esto manifestaciones del control que se ejerce a través de los aparatos de encierro, propios de la modernidad.
Los cuerpos son construidos, moldeados y cincelados a través de la regulación del tiempo y del espacio y la codificación de los movimientos.
- Regulación del espacio: La disciplina procede ante todo a la distribución de los individuos en el espacio, exige la clausura, especificación de un lugar heterogéneo a todos los demás y cerrados sobre sí mismo. El modelo de convento con su muro, fortaleza a modo de una ciudad cerrada asegura el orden y seguridad, neutraliza los inconvenientes.
Una distribución de zonas hace a un espacio disciplinado donde se aísla y localiza a los individuos, donde estos mismos son vigilados controlando sus ausencias y presencias. Se trata de un espacio analítico donde existen tantas parcelas como cuerpos haya. Un ejemplo de esto son las “celdas” de los conventos: “… soledad necesaria del cuerpo y del alma deben afrontar solos la tentación y severidad de Dios…”[123]. En los datos recogidos durante la observación de las instalaciones del convento pudimos ver que existe una disposición similar a lo anteriormente planteado: era un pasillo largo en donde las habitaciones individuales de cada una de las hermanas estaban colocadas una al lado de la otra.
- Regulación del tiempo, en donde se pretende establecer ritmos, obligar a ocupaciones determinadas, regular los ciclos de repetición. Por otro lado, este tiempo disciplinario se impone poco a poco en la práctica pedagógica especializando el tiempo de formación y separándolo del tiempo adulto, del tiempo del oficio adquirido, imponiendo diferentes estadios separados los unos de los otros por pruebas graduales, determinando programas que deben desarrollarse cada uno durante una fase determinada, calificando a los individuos según la manera en que han recorrido esta serie.
“...Primero se hace una experiencia con nosotras. Puede ser en diferentes casas. Van viendo como vivimos, lo que hacemos, como trabajamos, la oración. Es así, primero hay un acompañamiento afuera, uno o dos años. (...) Nuestra congregación tiene como consigna la comunidad, por lo tanto una persona que no sabe relacionarse, no ve. Bueno entonces se hace ese acompañamiento y luego si viene y nos dice quiero hacer la experiencia, se queda un mes, dos meses o tres. Después la mandamos a la casa y al mes si se decide a entrar comienza el aspirantado que son seis meses donde la joven empieza a conocer más cosas de la congregación, de la historia, de la vida religiosa, la vamos adentrando en la oración litúrgica, en las oraciones religiosas que son diferentes a las que se hacen habitualmente afuera (...) ahí ya entran en el ritmo de la vida religiosa y si tienen problemas de relación o algunas trabas que son manejables las procesan en ese tiempo. Dura lo que la joven necesita para adaptarse a lo que será el futuro. Si esa etapa es superada entra al noviciado que si bien es una vida ideal, porque allí están todas juntas en la comunidad ya tienen el ritmo de vida nuestro, con las oraciones, con todas las cosas que implica la vida religiosa, reuniones semanales, de estudio, de formación, de reflexión bíblica...”[124].
Una coerción exterior para el ejercicio del control ya no es necesaria debido a que las características propias del dispositivo producen la emergencia de la auto observación y auto vigilancia como regulador de la propia conducta.

“…no estoy en una estructura pero sé que tengo que cumplir esta tarea, y además este tiempo de oración. En realidad no es cumplir, eso es lo que se enseña en el noviciado, vos vas adquiriendo un hábito (…) Entonces no es que nos obligan”[125]

El panóptico es un edificio construido de modo que toda su parte interior se pueda ver desde un solo punto, “...el poder debía ser visible e inverificable (…) no debe saber jamás que en aquel momento se lo mira pero debe estar seguro de que siempre puede ser mirado…”. En este punto podemos establecer una analogía tomando a la Iglesia como edificio construido como representación terrenal de la inverificable figura omnipresente de Dios.[126]
METODOLOGÍA DE TRABAJO


“...Las ciencias sociales requieren una metodología que contemple la especificidad de su objeto de estudio: el hombre, su singularidad, su objetividad, sus agrupamientos, su modo individual y social de construir cultura y construirse sujetos a partir de la sociedad y sus instituciones...”[127]

Creemos que la congregación religiosa que abordamos para realizar el presente trabajo, como toda organización, está atravesada por múltiples aspectos, los que la transforman en un objeto de estudio complejo por lo que debe ser estudiado a partir de diferentes disciplinas y a su vez requiere la utilización de diferentes técnicas.
Con el objetivo de recolectar la mayor cantidad posible de información útil trabajamos con diferentes metodologías: entrevistas individuales, observación participante, rastreo bibliográfico, información extraída de Internet y con el dispositivo del obrador.
En relación a la entrevista “... el foco de atención estará puesto en aquello que los sujetos nos puedan informar acerca de la organización a la que pertenecen y que es objeto de nuestra indagación...”[128]. Por este motivo recibe el nombre de entrevista Institucional, que se caracteriza por ser semiestructurada, es decir que en ella se va desde lo más amplio y general, utilizando preguntas abiertas, para ir profundizando progresivamente hacia lo más específico.
Esta técnica nos permitió obtener gran cantidad de datos acerca del funcionamiento de la congregación, sobre sus objetivos y las tareas que llevan a cabo para cumplirlos, sobre su historia, sus mitos y acerca de los vínculos entre las hermanas, en síntesis, todo lo que compete a la organización.
Así, realizamos tres entrevistas con diferentes miembros, todas superioras de diferentes sectores del convento. Si bien, cada una de ellas nos brindó información importante acerca de diferentes aspectos de la congregación, creemos que la superiora provincial se convirtió en una informante clave conceptualizado como “...aquellas personas que por su antigüedad o por su cargo, tienen esa información que buscamos...”[129], ya que los datos que pudimos obtener entrevistándola nos permiten considerarla como un miembro del convento que posee gran cantidad de información acerca del mismo, que estuvo dispuesta a transmitirnos, y que permitió que nosotras podamos aclarar ciertos temas de la organización que habían quedado confusos en la primera entrevista.
Por otro lado, sabemos que cada una de las entrevistas realizadas nos permitió acceder a una versión subjetiva de cada uno de los miembros de la congregación entrevistada que luego fueron comparados y analizados. Así, consideramos que la utilización de esta técnica fue imprescindible para poder obtener el argumento institucional analizado en el presente trabajo de campo.
Al mismo tiempo, sabemos que el contacto con la congregación produjo ciertos efectos tanto en los miembros de la organización, en tanto observados, como en nosotras, en tanto observadoras. Por este motivo, utilizamos la observación participante, definida como un instrumento fundamental para la comprensión institucional. Esta metodología se caracteriza por registrar, por una parte comportamientos, actitudes, gestos, procedimientos, etc. que observamos en los integrantes de la organización, y por otro lado los afectos y efectos que surgieron en nosotras a partir de esta experiencia.
Así aplicamos esta técnica simultáneamente a la realización de las entrevistas registrando ambos tipos de datos: por un lado, comentarios, actitudes y gestos de las entrevistadas como así también nuestras impresiones y afectos. Al mismo tiempo registramos los espacios, el mobiliario, los objetos que se encontraban en el lugar, etc.
Por otro lado, también se utilizó esta metodología a la hora de recorrer el convento para conocerlo. En este caso, se adjuntaron las observaciones con determinadas preguntas a la hermana que nos acompañaba, permitiéndonos conocer más acerca de la organización.
Cabe señalar, que en todos los casos, el registro de lo observado (notas de campo) se realizó luego de la observación convirtiéndose el espacio del obrador en un lugar de suma importancia a la hora de reconstruir la información obtenida.
A lo largo del trabajo, este material obtenido a partir de la técnica de observación participante se fue cruzando y articulando con el discurso verbal obtenido en las entrevistas con las hermanas. Esto nos permitió enriquecer los datos sobre la congregación y conocerla mejor.
Cabe señalar que para facilitar nuestro trabajo y no perder ningún tipo de datos, al realizar las entrevistas mencionadas se utilizó un grabador.
Otras de las técnicas utilizadas fueron el rastreo bibliográfico y los datos obtenidos a través de Internet. Principalmente recurrimos a esta metodología para buscar datos sobre la congregación en sí el contexto socio- político en el cual fue fundada la organización tanto en Holanda como en Argentina y datos sobre cómo era el rol de la mujer en ese momento (tema mencionado en las tres entrevistas). Consideramos que la información obtenida a través de estos medios fue de gran utilidad para enriquecer los datos obtenidos y para establecer una comparación entre la historia oral y la historia documentada. Cabe señalar que el material impreso se anexará al presente trabajo.
Por último una metodología de suma importancia a la hora de realizar este análisis fue el dispositivo del obrador que fue definido de la siguiente manera: “... término (...) que hace referencia al espacio de encuentro de todos aquellos que participan en una obra (...), que se lo relaciona analógicamente con el espacio de encuentro de los consultores institucionales...”[130]. Así nosotras como grupo nos reunimos, en el transcurso del trabajo, con el objetivo de pensar la mejor manera posible de acercamiento a la congregación, de reflexionar sobre la información obtenida y de analizar los fenómenos de transferencia y contratransferencia y la implicación.
Nos reunimos antes y después de realizar las entrevistas. Antes para pautar los temas a ser interrogados y los roles a adoptar de cada una de las participantes. Después para registrar y recordar colectivamente lo sucedido en las mismas y analizar los efectos que había causado en nosotras esta experiencia.
Semanalmente nos reunimos el grupo completo con el objetivo de comentar lo sucedido en cada uno de los encuentros con la congregación analizando los datos obtenidos, pensar los pasos a seguir en el futuro y abordar todo lo referente a la organización del presente trabajo de campo y al funcionamiento interno del grupo.
Cabe señalar que todo lo tratado en este espacio de encuentro se desarrolló específicamente en el apartado obrador y se complementó en el anexo I en las observaciones y análisis de cada una de las entrevistas.





CONCLUSIONES


Luego de nuestro pasaje por la organización podemos concluir que este recorrido estuvo determinado desde un comienzo por la implicación, ya que todos los avatares presentados durante la realización del presente trabajo de campo se vieron determinados por la forma en que estuvimos comprometidas en el abordaje de la organización, desde el lugar que cada una tenía como actor social, teniendo en cuenta los múltiples atravesamientos que nos definen en tanto sujetos.
Por eso es que consideramos pertinente para el lector remitirse a la lectura del análisis de la implicación del cual se desprenden las conclusiones a las que arribamos luego de este exhaustivo análisis.






ANÁLISIS DE LA IMPLICACIÓN


Luego de la primera entrevista...

En nuestro afán por descubrir y develar algo oculto en el convento, lo oculto se había desplazado al espacio de obrador, ya que después de realizada la entrevista y al confrontarnos con el material, salieron a la luz todas las creencias, prejuicios y mitos en torno a las monjas y al convento que habían permanecido precisamente “ocultos” entre las integrantes del grupo.
Se vivió cierta disconformidad con respecto al resultado de la entrevista en relación al material obtenido.
¿Cuáles fueron las variables que influyeron en la toma de la entrevista? Esta pregunta surgió en el espacio de obrador una vez que nos reunimos con todo el material a disposición para llevar a cabo nuestro análisis. Notamos que muchas de las respuestas dadas por la Hermana no reflejaban el interés que había en el fondo de aquellos temas en los cuales queríamos indagar. Fue así como comenzaron a salir a la luz una serie de prejuicios que habían estado continuamente presentes al momento de la entrevista, y podemos pensar que también al momento de pensar áreas posibles de abordaje en nuestra primera entrevista en la institución.
Un dato que merece no ser pasado por alto tiene que ver con las integrantes del grupo: muchas de nosotras fuimos formadas en la religión católica, de hecho estudiamos en escuela de monjas. Creemos que, hasta cierto punto, esto determinó tanto el modo de abordaje de la entrevista, las preguntas que se hicieron, cómo y qué se preguntó. Evidentemente aquello que en la entrevista quedó del lado de “lo no puesto en cuestión” guarda relación con prejuicios que están estrechamente vinculados con nuestra formación. En este sentido se nos generaron muchas preguntas en relación al dinero, a su manejo, al voto de pobreza. ¿Cómo era posible que participaran tan activamente en el manejo del dinero? ¿Se contradice esto con el argumento de que la Divina Providencia es, precisamente, quien provee los medios materiales para levantar semejante congregación? ¿Cómo entender entonces el voto de pobreza? ¿Se relaciona con no manejar dinero, o con no adquirir bienes con ese dinero? Pero, en última instancia, ¿cuál es su medio de vida?
Todos estos interrogantes –lo no preguntado- surgieron justamente cuando tomamos conciencia de que si no preguntábamos, si no nos adentrábamos en la institución desde un lugar diferente, no íbamos a lograr responder nuestros cuestionamientos. En este caso, necesitábamos más información, había más preguntas que respuestas, y éstas no llegarían hasta que pudiéramos posicionarnos como “forasteras”, y no como las alumnas de escuela que alguna vez fuimos, en tanto, en silencio, aprendimos a aceptar como natural todo aquello que hoy nos genera una pregunta, como lo es la cuestión del dinero; en tanto esta vez para la realización de este trabajo “Dios -no- proveerá”.
Por otro lado creemos que ideas sobre lo misterioso o vedado, lo no dicho, el encierro, el supuesto de una vida distinta a lo cotidiano nos hicieron interesarnos en este tipo de institución. Nos surgía la curiosidad de conocer qué pasaba realmente detrás de esa figura que se nos aparecía: la monja.
También circularon entre nosotras ciertos mitos: que las monjas son reprimidas, aburridas, solitarias, que se hicieron monjas por despecho y no por vocación, que algunas están locas, que no se puede ni siquiera mencionar frente a ellas el tema del sexo, que te educan con la idea o cierta imposición de la religión y que de no cumplir con los preceptos casi seguro que te vas al infierno, además imponen cierto respeto.
Consideramos que el hecho de hacernos cargo de nuestra posición frente al trabajo de campo, de reconocer desde qué lugar estábamos abordando la institución y poder valernos del incipiente análisis de esta implicación nos permitió avanzar en nuestro trabajo. La situación se revirtió, hubo un pasaje de lo que en principio se nos presentaba como complicado y dificultoso a algo más fluido, que incluso podíamos disfrutar.
La transición de un primer momento -de dificultad- a un segundo momento –de fluidez- tiene, a nuestro parecer, íntima relación con la historia del grupo, su constitución, y con aquellos aspectos que nos atraviesan que han sido cruciales en el desarrollo del presente trabajo.

Un cambio de posición

Podemos marcar en esta transición dos factores que consideramos cruciales. El primero, posterior al análisis de la entrevista, guardó relación con nuestro interés por concertar inmediatamente un segundo encuentro con las Hermanas. Se presentó como impedimento la cuestión de “el día y la hora”. El tiempo aparecía atravesando nuestro trabajo de un modo para nosotras determinante, en principio con referencia a los tiempos de la cursada y a la entrega del trabajo de campo; ya que si no podíamos concretar una entrevista esa semana ésta se vería postergada hasta después del parcial de la materia, con lo cual había quince días con los que no contaríamos. Posteriormente la dimensión temporal pudo ser leída desde otro punto de vista, que será desarrollado a continuación.
La Hermana E., a quien le realizamos la primera entrevista, quedó en llamarnos para confirmarnos una segunda. Fue así como intentó comunicarse con una de las integrantes del equipo de trabajo –sin éxito- el mismo día y una hora antes del encuentro que pensaba ofrecernos. En este punto nos interesa retomar la dimensión temporal, trabajada intensamente en el espacio de obrador: ¿por qué suponer que nosotras podríamos disponer del “tiempo” para ir al convento el mismo día que somos llamadas? ¿por qué la Hermana E. considera que podemos acudir a un encuentro una hora después de anoticiarnos de la posibilidad del mismo?¿cuál es, en definitiva, la dimensión del tiempo que maneja una monja?. Inmediatamente conectamos esta situación a la que se había presentado en la entrevista anterior, en la cual la Hermana E. planteó estar muy ocupada para atendernos. ¿Qué podría tener que hacer una monja para no poder recibirnos durante cinco días? Toda esta serie de interrogantes que se dispararon en el espacio de obrador dieron lugar a una perspectiva diferente con respecto a la vida en el convento. Quedaba muy claro que era muy diferente a la nuestra, comenzando por la dimensión del tiempo que manejábamos y cómo lo concebíamos.
Fue así como el segundo encuentro se frustró, quedando postergado hasta terminar con el parcial.
El segundo factor que consideramos importante tiene que ver con la ida de tres integrantes del grupo que decidieron abandonar la materia. En esta oportunidad aparecía el obstáculo: ¿cómo continuar el trabajo siendo tan pocas? La sensación general era “no llegar”, ya que sentíamos que el trabajo emprendido en función de ocho personas era demasiado para cinco. Hacía falta re-organizar tanto el grupo como el trabajo en función de cinco integrantes. Seguido a la entrevista frustrada venía la deserción a nivel grupal.
El obstáculo fue “el tiempo”.
Llegada esta instancia, comenzamos a trabajar en la reorganización del equipo.
Surgió el tema de la ida de nuestras compañeras. Tras analizarlo, todas coincidimos en que las que habíamos continuado en realidad éramos quienes más nos habíamos dedicado para llevar a cabo el trabajo, que había un interés verdadero en su realización. Concluimos en que, el contar en el grupo con miembros que no manifestaban ningún tipo de interés en el trabajo, más que aportar terminaban obstaculizando la tarea.
A partir de las correcciones del proyecto y del análisis de lo trabajado en el obrador delimitamos los puntos de abordaje para una nueva entrevista. Al día siguiente fueron confirmadas no una, sino dos entrevistas: la primera con la provinciala, Hermana M.C.; la segunda con la Hermana B.
Esta fase de reorganización se caracterizaba por la fluidez. La predisposición hacia el trabajo había cambiado. Los obstáculos habían sido superados, nuestro trabajo se alejaba de aquel que en un primer momento parecía conectarse a lo complicado. Comenzábamos a disfrutar del abordaje de la institución y de lo que pudiera surgir del mismo.
Esto se vio reflejado en el material obtenido del segundo encuentro, en tanto aparecieron cuestiones muy interesantes que nos proporcionaron material muy rico para el análisis de nuestro trabajo. Este punto fue trabajado en el obrador: ¿qué fue lo que posibilitó esta modificación en relación al material obtenido?
La obtención de material acorde a nuestros intereses y la sensación de avanzar por fin en el análisis del trabajo se anudaba a nuestro cambio de posición, como grupo, con respecto a la organización. Por fin habíamos logrado posicionarnos de un modo diferente: creemos que esto marcó un antes y un después en este trabajo, determinándolo. Sin duda esta modificación la adjudicamos al análisis de la implicación, que estuvo presente desde el inicio.
Una vez discutidas las cuestiones expuestas se retomó la cuestión del nombre del trabajo y el nombre del grupo.
La lectura a posteriori de “SOR-PRESA” y de “Una casa de sor-presas” nos permitió hacer un análisis muy interesante, incluso “sorprendente” para nosotras.
Nos preguntamos, por fin, qué se jugaba en estos nombres. Por un lado, SOR-PRESA hacía presente la cuestión de la cárcel, de la institución de encierro. No pasa inadvertido el hecho de que las integrantes del grupo nos reunimos guiadas en principio por el deseo de trabajar en una institución carcelaria, que posteriormente se desplazó al convento. En otro sentido, SOR-PRESA aludía a lo que se jugaba como interrogante, que circuló desde el inicio bajo el título de ¿qué hay detrás?
Algo que sí fue una sorpresa tuvo que ver con lo que entendíamos con respecto al nombre del grupo y del trabajo: cada una expuso en qué sentido concebía estos nombres, y en cada caso fue algo distinto.

De cualquier manera el punto de convergencia y la conclusión fue que no hubo tal sor-presa, que nada había detrás más que la elección de un modo de vida diferente, y que no estaban de ningún modo presas, como circulaba entre nosotras.

“Miren chicas, nosotros no tenemos nada que esconder, por supuesto cada organización tiene sus cosas íntimas (…) pero (…) como organización todo el mundo puede saber lo que hacemos y cómo somos”[131]

Este fragmento del material nos parece significativo porque movilizó cuestiones en el grupo que no habían sido desplegadas hasta el momento.
El análisis de la implicación trajo consigo un cambio de posición del grupo con respecto al abordaje de la institución, permitiéndonos enriquecer el trabajo y lograr una lectura diferente del mismo.


APARTADO: IMPLICACIÓN PERSONAL

A continuación se incluyen de cada uno de los miembros del grupo una breve implicación personal en lo que respecta al trabajo de campo, a modo de conclusión. Incluimos también la implicación de dos miembros del equipo de trabajo en relación a la toma de una entrevista, que nos resulta muy gráfica con respecto a lo planteado en “análisis de la implicación”, ya que esto fue redactado inmediatamente después de la toma de una de las entrevistas:


“Tuve la sensación que durante la entrevista no pudimos mantener el encuadre previamente establecido. Este consistía en que una de nosotras seria la que haría las preguntas a partir de la guía que habíamos armado y la otra se ubicaría en el lugar de observadora participante. Estas funciones fueron distribuidas para una mejor organización de la actividad. En todo momento destacamos la flexibilidad de las mismas, es decir, que la observadora en el caso que lo considerara pertinente podía preguntar y claro esta que el rol de entrevistador conlleva el de observador.
Durante la post entrevista surgieron ideas.
Pensamos que el quiebre del encuadre pudo deberse a la ubicación espacial en la que nos encontrábamos. La observadora estaba sentada en frente de la Superiora y la entrevistadora a un costado, por lo tanto la primera recibía la mirada y atención de la Superiora, quien así se presento. Una superiora robusta y alemana. Notamos que su presencia marco una diferencia, o mejor dicho, que genero efectos diferentes a los que habíamos sentido en la primera entrevista con la hermana E. quien resultó ser la Superiora de la Casa, pero de lo cual nos enteramos en el segundo encuentro.
¿Implicación? Pensamos en la implicación.
Los roles establecidos no pudieron sostenerse, se produjo una casi inversión de estos. Lo cual produjo efectos y sensaciones singulares durante la actividad y en el momento posterior.
Yo que era la encargada de mantener el hilo de la entrevista apoyándome en la guía de preguntas preestablecida sentí que la entrevista devino en ovillo. Al rato de comenzar con la entrevista a mi compañera le surgieron preguntas las cuales hizo manifiestas, me dio la sensación de que estaba realizando cortes en el fluir del discurso de la entrevistadora. Sentí que no había sintonía entre nosotras, lo cual hizo que yo no pueda continuar con temas que quería abordar en base al discurrir de la entrevistadora y por lo tanto en ciertas ocasiones me vi en la situación devolver sobre ciertas temáticas. Este proceder genero en mí la sensación de que la entrevista se volvía desconexa, como con falta de integración, como respuestas a un salpicón de preguntas.
Me pareció que mi compañera y yo tuvimos actitudes totalmente diferentes y que pudiendo enriquecer a la tarea no lo hicimos. Algo de la presencia de la Superiora se jugó en esto. En mi caso me sentí distante e intentando mantener un formalismo, una manera de preguntar acorde a lo preestablecido y basado en la anterior experiencia en el convento, lo cual no concordó con el devenir sorpresivo de la entrevista.
Al finalizar tuve la sensación de que la entrevista había sido “poco profesional” y que el resultado podía llegar a ser no muy bueno”

“En cambio a mí, quien debería haber asumido el rol de observador me sucedieron ciertas cuestiones tales como:
Las “miradas” se apoderaron de mí, de tal manera que el rol previamente establecido se desvaneció por completo, sintiendo que frente a esta “mirada” debía corresponderle, es decir debía tener una rol más activo ya que ante cada respuesta efectuada por mi compañera la hermana se dirigía a mí para dar contestación a la misma, esta situación me ubico en un lugar del cual no pude desprenderme, el lugar de participe de su historia de su mundo, de sus ideas. Esto también pudo ser desencadenado por una situación durante la entrevista en la cual la hermana hace alusión, mas bien interroga, acerca de sí somos o no cristianas, ante la cual mi respuesta fue inmediatamente un si, ya que mi concurrencia a colegios católicos, el ser bautizada, haber tomado algunos de los sacramentos cristianos no me permitía desconocerme de este lugar de católica. A partir de este momento la hermana comienza a hacer alusiones del tipo “vos debés saber” cuando se refería a algún pasaje bíblico o un comentario acerca de la religión, los cuales generaron que no pudiese correrme de ese lugar de católica el cual había sido confirmado por mi ante su pregunta, y que generaba un defasaje en mi rol y en mi desempeño. Me sentí abrumada, creo que por mi historia personal en relación con la religión, no pudiendo manejar la transferencia. Me sentí fuertemente comprometida con la entrevista desde lo personal y no desde mi rol.
Además las situaciones planteadas por la hermana, en cuanto al cuidado de las hermanas ancianas y un su comentario acerca de que “se vuelven niñas y solo hablan del pasado” resonaron en mi de una manera que solo pude darme cuenta a posteriori; en tanto que a raíz de lo mencionado comencé a dirigirme a dicha hermana desde ejemplos, para luego introducir la pregunta que tenia en mente, tal como ella hacia cuando quería dar cuenta de algo para que nosotras entendiéramos, tal como si para ella “fuéramos chicas”. Me dirigía desde el ejemplo para luego efectuar una pregunta (al igual que ella) como “menospreciando” su entendimiento ya que ella al ser grande (es decir tenia una elevada edad) también debería por ende ser tratada como niña, desde los ejemplos, para que pueda entender.
También las diferentes preguntas alusivas a nuestras abuelas también pudieron ser un obstáculo personal en la realización de la entrevista ya que esta pregunta por las abuelas, me remitía a una afirmación, “mi abuela esta muerta”. Mi abuela falleció hace 2 meses, con lo cual esta afirmación no pudo mas que tener un efecto nostálgico en mi, que solo a posteriori pude descubrir, ya que a la salida del convento me sentí con muchas ganas de llorar y no entendía él por que, y empecé a preguntarme qué de lo dicho en aquella entrevista me afectaba, rozaba en lo personal y tenia un efecto de tal índole, así fue como después de hablarlo con mi compañera, acerca de lo que nos había pasado durante la tarea la cosas se fueron aclarando. Esta situación despertó efectos contratransferenciales con la hermana, los cuales sostuvieron casi toda la entrevista y obstaculizaron la tarea”

“El brindarnos este espacio me proporciona una vía para canalizar, en breves palabras, todo lo que significó este trabajo de campo, desde la elección de la institución, pasando por su elaboración, hasta el análisis de la implicación.
Desde que me inscribí en la materia, tuve la intención de abordar una organización que me despertara un interés verdadero, ya que consideré que sería una experiencia muy enriquecedora, e irrepetible.
Mi interés por trabajar en una institución carcelaria y la elección de la institución abordada no fue casual. Una vez finalizado el trabajo, y haciendo una lectura a posteriori de esta experiencia, me resultó inevitable establecer una conexión entre el modo en el que concebía a las monjas y mi experiencia de vida.
Estudié en una escuela de monjas, y participé de las misiones que se proponían a las alumnas: viajé a otras provincias, prestando un servicio a los necesitados. En lo personal mi experiencia como misionera fue muy enriquecedora, pero abandoné esta actividad porque comencé a dedicarme de lleno a la carrera por la que había apostado. Es cierto que el terminar el colegio secundario, comenzar a trabajar y puntualmente estudiar psicología abrían una oferta que hasta el momento desconocía. Esto que me ofrecían la carrera y el trabajo tenía relación con la libertad de posicionarme en un modo diferente. A raíz de esta situación, estando por fuera de este grupo misionero coordinado por monjas, opté por alejarme, porque me sentía invadida, controlada, regulada por “ese ojo que todo lo ve”, o sea, a nivel de no poder disponer de mi propio tiempo, porque pretendían que lo organice en función de su misión –y no ya la mía-, como el tener que tolerar que sea cuestionado mi modo de vestir, calificado por ellas como provocador, siendo que nos reuníamos en un colegio, a puertas cerradas.
Mi concepción de monja = presa remite a lo expuesto, la organización abordada es una congregación misionera, con este cuarto voto de disponibilidad para la misión, con las regulaciones que caracterizan a la institución total. Y esto inevitablemente resuena en mi propia historia.
El hacer este trabajo me permitió, tal vez, romper con conceptos que tenía tan arraigados, y permitirme pensar que, así como yo elegí mi modo de vida, también ellas lo han hecho”




BIBLIOGRAFÍA


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Freud, S., Psicología de las Masas y Análisis del yo. Obras Completas, Ed. Amorrortu, T. XVIII
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Malfé, Ricardo, Fantasía e Historia, Revista de Psicología y Psicoterapia de Grupos, nº3 y 4, TXIII, Buenos Aires, Departamento de Publicaciones, Facultad de Psicología U.B.A., 1990
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Mezzano, Alicia N.C., Mòdulo de teóricos dictados en Psicología Institucional, Publicaciones C.E.P., Facultad de Psicología, U.B.A.
Páginas de internet:
www.animacionmisionera.com.ar
www.autorescatolicos.org
www.catolicos.com
www.misiones.catholic.net/index.htm
Schlemenson, Aldo, La Perspectiva ética en el Análisis Organizacional, Cap. 6. Buenos Aires, Paidós, 1991


ANEXO I


ANEXO II



























[1] Mezzano, A. “Recuerdos Personales- memorias Institucionales: hacia una metodología de indagación histórico- institucional” en Pensando las instituciones, Buenos Aires, Paidós, 1996. Pág. 40
[2] Mezzano, A: “La psicología institucional” en La Tolva y el obrador: dos metáforas sociales para la comprensión institucional, Buenos Aires, Catálogos Editores, 1996. Pág. 43
[3] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. E. Pág 3.
[4] De la Iglesia, M y Burlando Paez, A. “Tipos de instituciones: democráticas, totales y autogestivas” en Psicólogos institucionales trabajando. La psicología institucional en docencia Bs. As., Eudeba, 2003 Pág. 200.
[5] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. E. Pág 2
[6] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C. Pág 2.
[7] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C. Pág 13.
[8] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. E. Pág 11.
[9] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la hermana M. C. Pág 2.
[10] Schlemenson, A. “la organización como objeto: siete dimensiones para su análisis” en La perspectiva ética en el análisis organizacional, Buenos Aires, Paidós, 1991, Pág. 177.
[11] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. E., Pág. 3.
[12] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C Pág. 3.
[13] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C. Pág 3.
[14] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. E. Pág. 6.
[15] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. E. Pág 3.
[16] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. E. Pág. 3.
[17] Mezzano, A. “Memoria institucional- Historia oral” en La Tolva y el Obrador: dos metáforas sociales para la comprensión institucional, Buenos Aires, Catálogos Editora, 1996. Pág. 56
[18] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C. Pág. 3.
[19] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C. Pág. 3.
[20] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C. Pág. 4.
[21] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. E. Pág. 4
[22] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C. Pág 10
[23] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna.B. Pág. 3
[24] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C. Pág. 5
[25] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C. Pág. 5
[26] Schlemenson, A. “la organización como objeto: siete dimensiones para su análisis” en La perspectiva ética en el análisis organizacional, Buenos Aires, Paidós, 1991, p 181.
[27] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C. Pág. 10
[28] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. B. Pág 5.
[29] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C. Pág. 13
[30] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C. Pág. 6
[31] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna.M.C. Pág. 7.
[32] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C. Pág. 7.
[33] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C. Pág. 7.
[34] Schlemenson, A. “La organización como objeto: siete dimensiones para su análisis” en La perspectiva ética en el análisis organizacional, Pág. 188
[35] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. E., Pág. 9
[36] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. E., Pág. 10
[37] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. B., Pág. 5
[38] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 13.
[39] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. B. Pág 3.
[40] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. B. Pág 4.
[41] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna.M. C. Pág 5.
[42] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna.B. Pág. 5.
[43] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C. Pág. 10.
[44] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C. Pág. 12
[45] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C. Pág. 12.
[46] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 7.
[47] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 8.
[48] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. B., Pág. 7.
[49] Fragmento extraído de la observación de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 2
[50] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. B.
[51] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 16.
[52] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 15.
[53] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. E., Pág. 10
[54] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C. Pág. 5
[55] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C. Pág. 10
[56] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. B. Pág. 5
[57] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pag.10
[58] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág.6
[59] Baró, M. “Procesos psíquicos y poder”, en Psicología de la acción política, Paidós 1995, Pág. 228
[60] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 2.
[61] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. E., Pág. 2
[62] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. B., Pág. 10.
[63] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 3.
[64] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. B., Pág. 9.
[65] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 3.
[66] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 5.
[67] Fragmento de Entrevista realizada a la hermana M.C., Pág.
[68] Schlemenson, A. “la organización como objeto: siete dimensiones para su análisis” en La perspectiva ética en el análisis organizacional, Buenos Aires, Paidós, 1991, p 199.
[69] Freud, Psicología de las Masas y análisis del yo, cap. 8 Obras completas. Editorial Amorrortu, Pág. 110
[70] Freud, Psicología de las Masas y análisis del yo, cap. 7 Obras completas, Editorial Amorrortu, Pág. 101
[71] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 11
[72] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. B., Pág. 5
[73] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. B., Pág. 6
[74] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. B., Pág. 7
[75] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. B., Pág. 4.
[76] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. E., Pág. 7
[77] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 8
[78] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. B., Pág. 6
[79] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., pág. 15
[80] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., pág. 15
[81] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. B., pág. 7
[82] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. E., Pág. 8
[83] Kaës, La institución y las instituciones, cap. 1 Pág. 34
[84] Kaës, La institución y las instituciones, cap. 1 Pág. 33
[85] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 8
[86] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 9
[87] Mezzano, A., “Aplicaciones de los conceptos de René Kaës sobre situaciones institucionales. Sufrimiento institucional” en Psicólogos institucionales trabajando Pág. 260
[88] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 3
[89] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 4
[90] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. E., Pág. 4
[91] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. E., Pág. 7
[92] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 9
[93] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 12
[94] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. B., Pág. 2
[95] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 9
[96] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 11
[97] Kaës, René, La institución y las instituciones, cap. 1, Pág. 51
[98] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. B., Pág. 7
[99] Malfé, R. Fantasía e historia, Depto. de Publicaciones Facultad de Psicología, U.B.A.
[100] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 2
[101] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna.E., Pág. 6.
[102] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 7.
[103] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 13.
[104] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. B., Pág. 7.
[105] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 13.
[106] Freud, S. “El porvenir de una ilusión” en Obras Completas,T. XXII Pág.2976-2977
[107] Mezzano, A. “Memoria institucional- Historia oral” en La Tolva y el Obrador: dos metáforas sociales para la comprensión institucional, Buenos Aires, Catálogos Editora, 1996. Pág. 41

[108] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. E Pág 1.
[109] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. B. Pág. 10
[110] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C. Pág. 4.
[111] Mezzano, A “Mito e historia: un camino de historización para la cursada” en Psicólogos institucionales trabajando. La psicología institucional en docencia Bs. As., Eudeba, 2003
[112] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C. Pág. 4
[113] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C. Pág. 1.
[114] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C., Pág. 3
[115] Información extraída de la página de internet: www.svdargentina.org.ar
[116] “Memoria institucional- Historia oral” en La Tolva y el Obrador: dos metáforas sociales para la comprensión institucional, Buenos Aires, Catálogos Editora, 1996. Pág.45
[117] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. E. Pág. 6.
[118] Historia Argentina. D. Abad de Santillán. Editora Argentina, Bs. As. , 1981
[119] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. E., Pág 4.
[120] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. B., Pág. 10
[121] Fragmento extraído de la entrevista realizada a Hna. M.C., Pág 3.
[122] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M. C. Pág 12.
[123] Foucault, M. Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión. Pág. 147, Siglo XXI editores, 2002
[124] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C. Pág 10.
[125] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. M.C. Pág 14.
[126] Foucault, M. Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión. Pág. 205, Siglo XXI editores, 2002
[127] Mezzano, A. “La observación y el registro en el ámbito institucional” en Institucionalistas trabajando. Buenos Aires, Eudeba, 2001.
[128] Mezzano, A. “La entrevista institucional” en Institucionalistas trabajando. Buenos Aires, Eudeba, 2001.
[129] Mezzano, A. “La entrevista institucional” en Institucionalistas trabajando. Buenos Aires, Eudeba, 2001.
[130] Mezzano, A: “Introducción” en La tolva y el obrador: dos metáforas sociales para la comprensión Institucional, Buenos Aires, Catálogos Editora, 1996.
[131] Fragmento extraído de la entrevista realizada a la Hna. B., Pág. 12