lunes, 5 de mayo de 2008

Problemas antropológicos II

1)
Del universo de reglas que subyacen a la cultura Levi-Strauss se dedica específicamente al estudio de la prohibición del incesto. Para él esta opera como ordenador del mundo, es la que permite a la condición humana el pasaje de la naturaleza a la cultura y su inserción dentro del entramado simbólico.
Dicha prohibición distingue que tipos de alianza no se pueden establecer (la de una madre con su hijo y la de un padre con su hija) afectando no solo a la consanguinidad real sino también al fenómeno social que sitúa en clase de parientes a quienes no lo son biológicamente, por lo que obliga a una salida exogámica. Así la prohibición (como ley universal) viene aparejada con la regla de la exogamia (en un nivel mas particular) debido a que el incesto atenta contra la cultura toda rompiendo lazos sociales.
La circulación e intercambio (de mujeres, bienes, símbolos, etc.) entre distintos grupos sociales son garantizados por la prohibición y sin este intercambio en la alianza no habría posibilidad de instaurar el vinculo social ni la función simbólica (carácter positivo de la prohibición).
Entonces para asegurar la continuidad de estos vínculos e intercambios se establecen en las culturas las reglas de exogamia (lo regulado es la marca indeleble de la cultura lo cual no se naturaliza nuevamente), la cual en palabras de Levi-Strauss es “... la finalidad que tiende a asegurar, por medio de la prohibición de matrimonio en los grados prohibidos, la circulación total y continua de esos bienes por excelencia del grupo: sus mujeres y sus hijas (...) la exogamia es el único medio que permite mantener al grupo como grupo (...) afirma la existencia social de los otros y solo prohíbe el matrimonio endogamo para introducir y prescribir el matrimonio con otro grupo que no sea la familia biológica (...) el matrimonio exogamo resulta un beneficio social”.
El hecho cultural de la alianza se consolida en el acto mismo del intercambio, regulado por las estructuras de parentesco (la cultura imprime su sello poniéndole contenido a lo que la naturaleza no determina) de cada cultura para que la acumulación no rompa con los lazos sociales y atente contra la sociedad.


2)
Levi-Strauss vincula el totemismo y la histeria ya que ambos fenómenos delatan el intento por parte de los psiquíatras y etnólogos de aislar al “enfermo” del “sano” y delimitar bien el lugar del loco y diferenciar al “salvaje” del “hombre civilizado” .
Sin embargo con los estudios de la histeria Freud señaló que no existe una diferencia absoluta entre los enfermos mentales de los supuestos normales. Esto se vio reforzado, luego cuando introdujo el termino de neurosis y el Complejo de Edipo y su sepultamiento, los cuales dejan marcas en el psiquismo de todos los individuos y dependerá de la eficaz tramitación pulsional de este y del medio en el cual esta inmerso la salud de su estado mental.
Sucede con la histeria lo mismo que con el totemismo, son rechazados, se los proyecta fuera de nuestro universo separándolos de los modos culturales.
Al totemismo se los excluía de la cultura ya que se lo emparejaba con rituales de sacrificio, religiones primitivas o con la denominación de los clanes mediante nombres de animales o plantas, hasta se los tomaba como practicas fetichistas. Así se acentuaba el lazo del hombre “primitivo” con la naturaleza, su cercanía a esta y su identificación con el animal y el salvajismo.
Sin embargo para Levi-Strauss esto es una ilusión totémica que sirve para reunir fuera del hombre blanco costumbres y creencias para que cómodamente su pensamiento no se vea afectado y no se ponga en tela de juicio el orden social, moral o intelectual aceptado. Como él dice el totemismo es una unidad artificial, que existe solamente en el pensamiento del etnólogo (que proyecta la fantasía sobre el tótem) y a la cual nada especifico corresponde fuera del mismo.

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