miércoles, 30 de noviembre de 2022

“Políticas Públicas en Salud Mental”


 

Diplomatura “Políticas Públicas en Salud Mental”

2022

 

“Infancias y juventudes: salud mental y abordajes integrales” 

 

“Vulneración de derechos en infancias y juventudes”

 

 

 

 

Introducción

El presente trabajo tomará el tema “Infancias y juventudes: Salud mental y abordajes integrales” e intentará, a partir de la articulación de un caso ficcioclínico, dar cuenta de las situaciones emergentes que pueden surgir en el devenir de este abordaje. Por ello, se desarrollarán los conceptos e implicancias de la vulneración de derechos en infancias y juventudes, sistema de protección integral e intervención comunitaria asociados a conductas autolesivas, trastornos en la alimentación y dificultades vinculares tanto dentro del grupo familiar, como con el grupo de pares.

 

 

Viñeta ficcioclínica:

La viñeta seleccionada surge del trabajo profesional de uno de las integrantes de este trabajo, Psicólogo en el Centro Comunitario de Almirante Brown, perteneciente a la Subsecretaría de Salud Mental, Consumo Problemático y Violencia de Género de la Provincia de Buenos Aires. 

El equipo del centro comunitario está compuesto por agentes de salud:  psicólogos, trabajadores sociales y talleristas. 

En dicho centro se realizan entrevistas de admisión, donde se determina si las situaciones requieren tratamientos integrales en Salud Mental y la inclusión a talleres comunitarios.  

 

“N” tiene 15 años. Convive con sus padres y 2 hermanas de 17 y 27 años.  Asiste al centro comunitario en el mes de abril de 2022 acompañada por su madre. El pedido de tratamiento es realizado por el equipo de orientación de la escuela a la que asiste luego de haber tenido una entrevista en la que N refería estar muy angustiada por los diferentes conflictos que ocurren en su casa.

Al momento de iniciar las entrevistas pone de manifiesto su malestar por haber padecido (y ver cómo padecen su hermana y su madre) violencia física y simbólica por parte de su padre. En concreto menciona un suceso que se entiende como un punto de inflexión en su vida anímica: Al estar en la casa de quien por ese entonces era su novia, su padre concurrió a buscarla para llevarla a su casa en su moto. Al tardar en salir de la casa, su padre se enfureció y en todo el trayecto de vuelta, amenazó a N con estrellarse con los vehículos con los que se cruzaban, acompañando estas acciones con insultos hacia ella. Al llegar a su casa, N comenta lo ocurrido a su madre, pero su padre interfiere asegurando que estaba exagerando lo ocurrido. Su madre decide no intervenir y quitarle peso a este hecho. Luego de ese suceso N intenta no interactuar o interactuar la menor cantidad de tiempo posible con su padre (hasta la actualidad), permaneciendo gran parte del día en su habitación compartida con su hermana de 17 años. Luego comenzó a presentar trastornos en la alimentación y a realizarse cortes en diferentes partes del cuerpo a partir de diferentes situaciones referidas a violencia o a su percepción de su propio cuerpo. Además de eso ha presenciado en incontables oportunidades violencia física ejercida por parte de su padre para con su madre, y violencia física y simbólica ejercida tanto por su padre como por su madre para con su hermana mayor, quien permanece de forma continua en su casa ya que tiene un diagnóstico de hebefrenia que limita sus actividades.

Atento a estos dichos, desde el equipo de profesionales del Centro Comunitario de Almirante Brown, se tomó la decisión de dar intervención al servicio local de niñez.

Por otro lado, se continuó con las entrevistas particulares de frecuencia semanal, además de añadir la participación de N en un grupo terapéutico que coordinan ambos integrantes de este trabajo, un taller de guitarra y un grupo de apoyo escolar. Actividades a las que concurre acompañada por su madre. También se intervino con su madre invitándole a participar de un espacio terapéutico aunque no aceptó la propuesta. 

 

 

Articulación

La actualidad de las políticas sociales nos permite pensar y abordar la problemáticas de violencia familiar, en espacios de atención a la salud mental, en un espacio que garantice los derechos de las personas. En este caso el Centro comunitario posibilita un trabajo en equipo y en redes para poder sostener la problemática desde un espacio abierto y a la vez social, en el intercambio con lo comunitario y lo grupal se logró contención, para atender dicha problemática que causa sufrimiento mental en N, muchas veces expresado en su cuerpo. Logrando una asistencia, sin la necesidad de apartar la problemática y a N de su vida comunitaria. Podemos pensar, en esta situación como positivo: que hemos podido garantizar sus derechos sin excluir ni estigmatizar, desde los paradigmas clásicos de “la locura”. Así también como el modo de concebir a las infancias y juventudes desde el paradigma de protección integral de derechos que concibe al sujeto desde su singularidad como sujeto de derechos, promoviendo y protegiendo los derechos de niños, niñas y adolescentes, en oposición al paradigma tutelar en el que se considera a lxs niñxs como objeto de protección, centrado en lo que carece en ellos para ser considerados adultos y la supuesta consecuente incapacidad para poder discernir entre el bien y el mal.

Cabe mencionar la relación directa que tiene en estos dos paradigmas antes mencionados, la declaración de los derechos del niño sancionada en 1989 en la que se comienza a concebir de un modo distinto a niñxs y adolescentes y su relación con los adultos. También se coloca en primer plano la responsabilidad del Estado en relación con las necesidades de este sector. Así, “la doctrina de protección integral de la infancia” determina un viraje en la concepción de niños, niñas y adolescentes como sujetos de derechos, pudiendo así exigir sus necesidades al mundo adulto y su obligación de intervención cuando sus derechos son vulnerados. Asimismo, la sanción de la ley nacional de salud mental N 26657 en 2010, incorpora toda la normativa nacional e internacional, en la que los estados parte se comprometieron a dar cumplimiento efectivo a las políticas de derechos humanos. 

La implementación de esta nueva ley (más la Ley de Protección Integral de los derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes No 26061, sancionada en 2005, y la Ley de Derechos del Paciente No 26529, sancionada en 2009, entre otras) pone en tensión e interpela los viejos modelos que toman al niñx como objeto de diagnóstico, desde una mirada patologizante que centra su atención en el padecimiento concebido como enfermedad, siendo la etiqueta del diagnóstico su expresión y logrando así el aplastamiento y borramiento de su singularidad. Este modelo patologizante recurre a la medicalización como el modo de intervención por excelencia.

Estas leyes apuntan en su conjunto al abandono del enfoque tutelar y a la asunción de un enfoque de derechos. De esta manera es el Estado quien se vincula con las personas, en particular con aquellas en situación de vulnerabilidad, se modifica sustancialmente. Se han modificado las respuestas para una salud mental y entre ellas, los espacios comunitarios en salud mental, y dispositivos de atención en la comunidad, en este caso, en la localidad donde vive N, posibilitan un abordaje efectivo permitiendo la continuidad de la vida cotidiana de N, sin aislar la problemática ni tampoco medicalizando para esperar un alta cuando ciertos comportamientos y/o síntomas remitan.

Esta perspectiva tiende a integrar el sufrimiento subjetivo, y además pensar a la salud mental desde la integración y no desde la exclusión. Generando además opciones, e intercambio, sostenido en lo terapéutico, con pares , generando intersubjetividad también a través del sufrimiento.

Claramente pensarnos en comunidad, nos lleva a repensar las estrategias de abordaje y esto da lugar a nuevas experiencias y experiencias singulares, y qué es sino la experiencia lo que posibilita el aprendizaje y el cambio. Así es que la forma de repensar la salud mental y sus transformaciones es con las personas y garantizando sus derechos, así como pensarlos como protagonistas tanto de sus historia , como de sus procesos subjetivos, por lo cual, un nuevo marco surge de esta integración.

En el campo de la salud se buscan procesos de cuidados y de contención, reflejados en la ley de salud mental, basados en que la atención no sea hospital céntrica, y que por sobre todo la internación no sea lo central, ya que a nivel mundial las políticas avanzan hacia la desmanicomialización, posibilitando reformas en los componentes del sistema de salud.

Asimismo, volvemos pensar nuestras intervenciones como una experiencia singular, la salud pensada en una integralidad, y además esta singularidad plasmada por la problemática y subjetividad de N, así también, una experiencia democrática e inclusiva, con perspectiva a futuro, libre de estigmas. 

 

Coincidimos con lo afirmado por Dario Perez (2015) cuando dice que Una decisión política, una ley, un sistema de protección de derechos no han cambiado, ni cambiarán por sí mismos una ciudad, una provincia, una sociedad, pero van construyendo dispositivos donde pensar y repensar qué instituciones hacemos para los pibes, donde nos observamos como padres, docentes, dirigentes sociales, responsables políticos, y nos cuestionamos y nos proponemos reglas nuevas para este tiempo y este espacio de juego y de escucha que los niños merecen y los adultos debemos recuperarles. Y es urgente.

 

Como profesionales de la salud mental en salud pública también se ve cuestionada nuestra práctica, atravesada por las  coordinaciones, las políticas en avance, las problemáticas a la orden del día, que asimismo dan cuenta de los espacios donde se requiere de mayor concientización a nivel social e institucional o dan cuenta de los “baches” donde pueden quedar atascadas las subjetividades, en otras palabras, así como las problemáticas dan cuenta del sufrimiento humano, muchas veces este mismo padecer es soslayado a nivel social. Por lo tanto y si bien, es un microorganismo, en el procesamiento de las cuestiones a trabajar, allí mismo en dicho sistema de protección de derechos nos pensamos como conectores y receptores para emprender procesos con el otro que permitan una modificación tanto en el ecosistema como en la autorregulación subjetiva.

 

Por otro lado, construimos una respuesta sanitaria, pensada desde el momento sociohistórico y recursos posibles. En esto se trabaja con la red de dispositivos, también en esta respuesta pensar la descentralización y complejidad. 

El sistema de promoción y protección integral de los derechos de los niños, niñas y adolescentes (NNYA) comprende al conjunto de organismos y servicios que formulan, supervisan y ejecutan políticas, programas y acciones tanto a nivel provincial como municipal destinados a promover, resguardar y restablecer sus derechos.

 

En el caso abordado en este trabajo, el fin de este pedido de intervención es la implementación gradual por parte del servicio local de programas que favorezcan la restitución de los derechos vulnerados. En esta misma línea, nos resulta primordial abordar el concepto de corresponsabilidad estatal, entendiendo a la misma como un proceso que obliga a los organismos públicos a reconocer y garantizar los derechos vulnerados en un corto plazo, intentando así evitar la revictimización o victimización secundaria.

 

Las respuestas mismas, confirman el sistema de protección y atención, por lo tanto muchas veces la respuesta requiere de mayor foco en el trabajo. Si bien el diagnóstico de situación nos permite pensar las estrategias, el sistema va a direccionarse mucho más a través de la respuesta a dicha problemática. 

Desde el punto de vista psicoanalítico, sabemos que el conflicto es constitutivo y existen sufrimientos inevitables, también, algunas cuestiones que se distinguen de las cuestiones posibles de cambiar. Por lo tanto el trabajo enfocado en la respuesta, generando integralidad, modifica el sistema y la perspectiva  social, en tanto abordaje de la salud mental como comunitaria.

 

En esta actividad, que nos compete, repensar los abordajes en salud; de una forma integral; y ubicar nuestro rol, también en una intersectorialidad, y construir un rol en el que acompañamos a los pibes y las pibas para fortalecer su capacidad de lucha (en el sentido de ir más allá de las condiciones que limitan la salud o se perciben como limitantes). En esto, confluyen ideas que dan lugar a seguir sosteniendo la salud mental comunitaria, ya que en lo colectivo se logran ir entrelazando perspectivas de fortalecimiento  y recursos para superar ideologías limitantes. La salud mental comunitaria se considera como una construcción colectiva y en ese sentido hacer circular perspectivas de salud y protección son indispensables para crear un entramado social con herramientas, y que por ende la respuesta asertiva también surja desde la ciudadanía (corresponsabilidad e interdependencia).

 

Para concluir, hacemos énfasis en que para lograr un abordaje integral, es necesario un equipo atravesado por esta reforma, que a través de interacciones y diálogo intersectorial y comunitario puedan sostener las estrategias que posibiliten dicha asistencia comunitaria para la salud mental de las personas.

Este abordaje también sostiene el apoyo a las personas con problemas de salud mental como parte de una sociedad, que puede ser pensada como una deuda histórica profundizada por las creencias relacionadas a que era preciso excluir de la sociedad o encerrar a quienes padecen dichas problemáticas o presentan comportamientos disfuncionales. Por lo que es de suma importancia rearmar los espacios comunitarios con recursos y condiciones para posibilitar dichas estrategias de cambio y gestionar las transformaciones que dan lugar a partir de la “nueva” ley de salud mental para su implementación.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bibliografía

 

-       Cinthia Ramaccioti, Claudia Saavedra: Módulo 6 de la Diplomatura de políticas públicas en salud mental. Infancias y juventudes. Salud mental y abordajes integrales.

-       Mercedes Rattagan - Leonardo Gorbacz y Gabriela Dueñas; "Los límites de la clínica y la clínica en los bordes de la ley”. Las medicalización de las infancias en el marco de la normativa nacional-

-        En busca de la ternura Protección de Derechos de la Niñez en Lanús 2007-2015 Experiencias y reflexión en la construcción del Servicio Local de Promoción y Protección de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes


 

Flavia Belmonte, Centro Comunitario Almirante Brown

Gabriel Georgalis, Centro Comunitario Almirante Brown 

 

 


 

 

martes, 5 de julio de 2022

Psicología comunitaria

 Un espacio que actualmente brinda asistencia a más de 100 usuarios a través de diversos talleres lúdicos y culturales, y atención en #saludmental para niñxs y adolescentes.

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