viernes, 18 de diciembre de 2020
jueves, 3 de septiembre de 2020
Autocuidado / Cuidar al que cuida
Les comparto herramientas con las que aprendí a regular y prevenir el estrés y burn out (curso Htal. Tobar Garcia)
domingo, 9 de agosto de 2020
LO SIMBÓLICO, LO IMAGINARIO Y LO REAL (versión crítica) Jacques Lacan
¿Qué es esta experiencia singular entre
todas, que va a aportar en esos sujetos transformaciones tan
profundas? ¿Y qué son éstas? ¿Cuál es su resorte?
(...)
esta experiencia que sucede enteramente en
palabras, y en cierta forma, en el fondo, tiene mucha razón, puesto
que, en efecto, ella anda, y que, para explicarla, parecería que
ante todo no tuviéramos más que demostrar el movimiento
andando. Y ya “hablar” es introducirse en el asunto {sujet} de la
experiencia analítica. Es ahí, en efecto, que conviene proceder y
saber; ante todo, plantear la cuestión: “¿Qué es la palabra?”, es
decir, ¿el “símbolo”?
(...)
“¿Qué es esta
experiencia de la palabra?”, y, para decirlo todo, plantear al mismo
tiempo la cuestión de la experiencia analítica, la cuestión de la
esencia y del intercambio de la palabra.
Partamos de la experiencia, tal como ante todo nos es
presentada en las primeras teorías del análisis: ¿qué es este
“neurótico” con quien tenemos que vérnoslas por la experiencia
analítica? ¿Qué va a suceder en la experiencia analítica? ¿Y ese
pasaje de lo conciente a lo inconsciente? ¿Y cuáles son las
fuerzas que dan a ese equilibrio cierta existencia? Nosotros lo
llamamos el principio del placer
(...)
diremos con el Sr. de Saussure que “el sujeto
alucina su mundo”, es decir que sus ilusiones o sus satisfacciones
ilusorias no podrían ser de cualquier orden.
Va a hacerles seguir
otro orden, evidentemente, que las de sus satisfacciones, las que
encuentran su objeto en lo real puro y simple. Nunca un síntoma
ha apaciguado el hambre o la sed de un modo durable, fuera de la absorción de
alimentos que los satisfacen.
(...)
La reversibilidad misma de los trastornos neuróticos implica
que la economía de las satisfacciones que estaban allí implicadas
fuesen de otro orden (...)
Esto define la categoría conceptual que define este tipo de
objetos. Es justamente la que estoy calificando: “lo imaginario”-
El término “libido” es una noción que no hace más que
expresar esta noción de reversibilidad que implica la de
equivalencia, de cierto metabolismo de las imágenes; para poder
pensar esta transformación, es preciso un término energético, para
lo cual ha servido el término de “libido”. Se trata, desde luego, de
algo complejo. Cuando yo digo “satisfacción imaginaria”, esto no
es evidentemente el simple hecho de que Demetrios se haya
satisfecho por el hecho de haber soñado que poseía a la
sacerdotisa cortesana... aunque este caso no es más que un caso
particular en el conjunto...
(...)
Lo que se llama en el animal un comportamiento simbólico
es, a saber, que, cuando uno de esos segmentos desplazados
adquiere un valor socializado, sirve al grupo animal de referencia
para determinado comportamiento colectivo.Así, planteamos que un comportamiento puede ser
imaginario cuando su orientación hacia imágenes y su propio valor
de imagen para otro sujeto lo vuelven susceptible de
desplazamiento fuera del ciclo que asegura la satisfacción de una
necesidad natural.
(...)
Por eso entiendo que aquí, el fantasma en juego, el elemento
imaginario, no tiene estrictamente más que un valor simbólico que
no tenemos que apreciar y comprender más que en función del
momento del análisis en que va a insertarse. En efecto, incluso si
el sujeto retiene su confesión, ese fantasma surge, y su frecuencia
muestra suficientemente que surge en un momento del diálogo
analítico. Está hecho para expresarse, para ser dicho, para
simbolizar algo, y algo que tiene un sentido muy diferente, según
el momento mismo del diálogo.
Entonces, ¿qué quiere decir esto? Que no basta que un
fenómeno represente un desplazamiento, dicho de otro modo, que
se inscriba en los fenómenos imaginarios, para ser un fenómeno
analizable, por una parte, y que para que lo sea, es preciso que
represente otra cosa que él mismo, si puedo decir.
(...)
Es precisamente así que hay que entender lo simbólico del
que se trata en el intercambio analítico, a saber, que lo que
encontramos, y aquello de lo que hablamos, es lo que
encontramos y volvemos a encontrar sin cesar, y que Freud ha
manifestado como siendo su realidad esencial, sea que se trate de
síntomas reales, actos fallidos, y lo que sea que se inscriba; se
trata todavía y siempre de símbolos, y de símbolos incluso muy
específicamente organizados en el lenguaje, por lo tanto
funcionando a partir de ese equivalente *de la articulación*21
del
significante y del significado: la estructura misma del lenguaje.
(...)
pero nunca un equivalente
unívoco, al contrario, es siempre plurívoco, superpuesto,
sobredeterminado, y, para decir todo, muy exactamente construido
a la manera con que las imágenes están construidas en los
sueños, como representando una concurrencia, una superposición
de símbolos, tan compleja como lo es una frase poética, que vale
a la vez por su tono, su estructura, sus retruécanos
(...)
Ustedes ven ahí mejor lo que
distingue el símbolo del signo, a saber la función interhumana del
símbolo. Quiero decir algo que nace con el lenguaje *y*24
que hace
que después de que el vocablo {mot} (y es para eso que sirve el
vocablo) ha sido verdaderamente palabra {parole} pronunciada, los
dos partenaires son otra cosa que antes
(...)
y que no son otra cosa que cierta manera de hacerse
reconocer, lo que justificaría Mallarmé diciendo que el lenguaje era “comparable a esa
moneda borrada que nos pasamos de mano en mano en silencio”
(...)
Al fin de cuentas, la noción que tenemos del neurótico es que
en sus síntomas mismos, hay una “palabra amordazada” en la que
se expresa cierto número, digamos de “transgresiones a cierto
orden”, que, por sí mismas, claman al cielo el orden negativo en el
que ellas se han inscripto. A falta de realizar26
el orden del símbolo
de un modo vivo, el sujeto realiza unas imágenes desordenadas
en las que ellas son sus sustitutos. Y, desde luego, es eso lo que
ante todo y desde el vamos va a interponerse a toda relación
simbólica verdadera.
(...)
La palabra, se los he mostrado de una forma abreviada,
juega ese papel esencial de mediación. De mediación, es decir de
algo que cambia a los dos partenaires en presencia, a partir del
momento en que ha sido realizado.
(...)
Y si ustedes leen (no es un libro que
merezca todas las recomendaciones, pero es bastante expresivo y
particularmente manejable y excelente como introducción para
aquellos que tienen necesidad de ser introducidos), el libro de
Leenhardt, Do Kamo, verán allí que entre los canacos se produce
algo bastante particular en el plano semántico, a saber, que el
término “palabra” {parole} significa algo que va mucho más allá de
lo que nosotros llamamos así. Es también una acción. Y por otra
parte, también entre nosotros “palabra dada” es también una forma
de acto. Pero es también alguna vez un objeto,
...
vemos que no
solamente constituye esa mediación, sino que también constituye
la realidad misma.
(...)
Y de lo
que se trata no es del condicionamiento de un fenómeno, sino que
de lo que se trata en los síntomas es de la relación del síntoma
con el sistema entero del lenguaje. Es decir, el sistema de las
significaciones de las relaciones interhumanas como tales.
Creo que el resorte de lo que acabo de decirles es esto:
¿qué es lo que constatamos, y en qué es que el análisis recorta
muy exactamente esas observaciones y nos muestra hasta en el
detalle su alcance y su presencia?
(...)
lo que nos muestra
el análisis y lo que da su valor a ese hecho afirmado por la
doctrina y demostrado por la experiencia de que nada finalmente
se interpreta, pues es de eso que se trata, sino por intermedio de
la realización edípica. Esto es lo que eso quiere decir. Esto quiere
decir que toda relación de dos está siempre más o menos
marcada por el estilo de lo imaginario; y que para que una relación
tome su valor simbólico, es preciso que haya allí la mediación de
un tercer personaje que realice, por relación al sujeto, el
elemento trascendente gracias al cual su relación con el objeto
puede ser sostenida a cierta distancia...
*Entre la relación imaginaria y la relación simbólica, hay toda
la distancia que hay en la culpabilidad.*36
Es por eso, la experiencia
se los muestra, que la culpabilidad es siempre preferible a la
angustia. La angustia en sí misma está, en adelante, lo sabemos
por los progresos de la doctrina y de la teoría de Freud, está
siempre ligada a una pérdida, es decir a una transformación del
yo, es decir a una relación de dos a punto de desvanecerse y a la
cual debe suceder algo distinto que el sujeto no puede abordar sin
cierto vértigo. Eso es el registro y la naturaleza de la angustia.
Desde que se introduce el tercero, y {...} que entra en la relación
narcisista, introduce la posibilidad de una mediación real,
esencialmente por intermedio del personaje que, por relación al
sujeto, representa un personaje trascendente, dicho de otro modo,
una imagen de dominio {maîtrise} por intermedio de la cual su
deseo y su cumplimiento pueden realizarse simbólicamente.
En ese momento, interviene otro registro, que es justamente
el que llamamos: o el de la ley, o el de la culpabilidad, según el
registro en el cual es vivido.
(...)
rS — rI — iI — iR — iS — sS — sI — sR — rR — rS.
rS: realizar el símbolo.
rS: esto, es la posición de partida. El analista es un
personaje simbólico como tal.
rI: después, ahí tenemos: la realización de la imagen.
Es decir, la instauración más o menos narcisista en la que el
sujeto entra en cierta conducta que es justamente analizada como
resistencia. ¿Esto en razón de qué? De cierta relación iI.
imaginación
— iI: ——————
imagen
iR: que es la continuación de la transformación
I se ha transformado en R.
Después, ¿qué sucede? Si el desenlace es bueno, si el
sujeto no tiene todas las disposiciones para ser psicótico (caso en
el cual queda en el estadio iR), pasa a:
iS: la imaginación del símbolo.
Por ejemplo: el sueño. El sueño es
una imagen simbolizada.
Aquí interviene:
sS: que permite la inversión.
Que es la simbolización de la imagen.
Dicho de otro modo, lo que se llama “la interpretación”.
*Esto únicamente después del franqueamiento de la fase
imaginaria, que engloba aproximadamente:
rI — iI — iR — iS —
comienza *entonces* la elucidación del síntoma por medio de
la interpretación sS ―
sI
sR: que es, en suma, la meta de toda salud, que no es
(como se cree) adaptarse a un real más o menos bien definido, o
bien organizado, sino hacer reconocer su propia realidad, dicho de otro modo,
su propio deseo.
Como muchas veces lo he subrayado, hacerlo reconocer por
sus semejantes, es decir, simbolizarlo.
En ese momento, encontramos:
— rR
Lo que nos permite llegar finalmente al:
— rS
Es decir, muy exactamente, a aquello de lo que hemos
partido.
No puede ser de otro modo, pues si el *análisis*
es humanamente válido, eso no puede ser más que circular. Y un análisis
puede comprender varias veces este ciclo.
(...)
Lo real es, o la totalidad, o el instante desvanecido...
En la experiencia analítica, para el sujeto, es siempre el
choque con algo, por ejemplo: el silencio del analista.
(...)
Un ser completamente enjaulado en la realidad, como el
animal, no tiene de ello ninguna especie de idea.
Esos son justamente unos puntos donde el símbolo
constituye la realidad humana, donde crea esta dimensión humana
sobre la cual Freud insiste en todas partes, cuando dice que el
neurótico obsesivo vive siempre en el registro de lo que comporta
al máximo elementos de incertidumbre, de lo que él designa como:
“la duración de la vida...”, “la paternidad...”. Todo lo que no tiene
evidencia sensible. Todo lo que en la realidad humana es
construido está construido primitivamente por ciertas relaciones
simbólicas que después pueden encontrar su confirmación en la
realidad. El padre es efectivamente el genitor. Pero antes que lo
sepamos de fuente cierta, el nombre del padre crea la función del
padre.
...
Lo que es notable es que la categoría de los símbolos, de los
símbolos simbolizantes, son todos de este registro, a saber que
comportan, por medio de la creación de los símbolos, la
introducción de una realidad nueva en la realidad animal.
martes, 21 de abril de 2020
Psicoterapia deconstructivista: Introducción
En este blog publico la mayoría de los escritos que realizo acerca de los temas que me interesan como profesional de la psicología y otros temas que me llaman la atención. En general estos temas los enfoco en el cuidado personal, la salud mental, y en los procesos y herramientas, tanto teóricas como prácticas para que ustedes logren transformar lo que puedan en sus vidas y también para eso brindo mi servicio de atención psicológica; psicoterapia deconstructivista, para facilitar una salida creativa a los conflictos.
Facilito, a través de los procesos terapéuticos, que seas protagonista de tu vida actualizando y creando tu propio bienestar. Ya sea que para eso tengamos que adentrar a "un mundo de dificultades y enredos" para desandar y deconstruir lo que te produce malestar e incompatibilidad en tu vida, ya sea que tengamos que disolver para seguir hacia una felicidad subjetiva.
Mi hipótesis de trabajo, se basa en la idea de que existen y preexisten muchas ideas que componen tus esquemas, que han sido impuestos y que definen tu forma de ver las cosas. Es decir, que tu visión y perspectiva sobre como "son las cosas", fueron previamente determinadas e impuestas, sin tu consentimiento.
Y por ende, con muchas de estas ideas no estarás de acuerdo y te resultan incompatibles con tu forma de ver el mundo y de pensarte en él. Lo que se manifiesta en tu vida como conflictos internos y/o conflictos, es decir con vos mismo, o interpersonales, con los otros.
El trabajo psicoterapéutico esta enfocado en abordar los conflictos, de una manera deconstructiva; es decir, desestabilizando las ideas impuestas, disolviendo la idea de que te manejes en tu vida en función de una perspectiva única y además impuesta, no solamente deconstruyendo esta idea, sino desandando las ideas y/o creencias que conforman tus visiones y esquemas a partir de los cuales te manejas en el mundo, en tu ambiente, en tus vínculos pero también a partir de los cuales no expresas todas las otras posibilidades y formas de ser, la potencia que sos. Es decir, la terapia deconstructivista se enfoca en evidenciar las otras perspectivas posibles, aparte de la perspectiva impuesta a partir de la cual te manejas.
No hay una verdad. Por lo tanto hay más allá de lo que se instala como verdad y verdadero otras perspectivas, otras posibilidades de ser, otras formas de desenvolverte que son creadas desde tu propia elección, desde tu propio discernimiento y creación. La psicoterapia deconstructivista facilita dicha proceso.
Por lo tanto las ideas que se han impuesto a través del ejercicio del poder y se presentan en tu vida como incuestionables y que expresan conflictos internos en tu vida, son ideas que se instalan como seguras, que no sabemos el origen pero que se presentan como naturalizadas e implican acciones que también se naturalizan, aunque representen una incoherencia en tu vida cotidiana.
Un abordaje para estos conflictos, es la psicoterapia deconstructiva ya que todo concepto supone una política previa de construcción.
Flavia.
Ilustración: #trasvorder
Facilito, a través de los procesos terapéuticos, que seas protagonista de tu vida actualizando y creando tu propio bienestar. Ya sea que para eso tengamos que adentrar a "un mundo de dificultades y enredos" para desandar y deconstruir lo que te produce malestar e incompatibilidad en tu vida, ya sea que tengamos que disolver para seguir hacia una felicidad subjetiva.
Mi hipótesis de trabajo, se basa en la idea de que existen y preexisten muchas ideas que componen tus esquemas, que han sido impuestos y que definen tu forma de ver las cosas. Es decir, que tu visión y perspectiva sobre como "son las cosas", fueron previamente determinadas e impuestas, sin tu consentimiento.
Y por ende, con muchas de estas ideas no estarás de acuerdo y te resultan incompatibles con tu forma de ver el mundo y de pensarte en él. Lo que se manifiesta en tu vida como conflictos internos y/o conflictos, es decir con vos mismo, o interpersonales, con los otros.
El trabajo psicoterapéutico esta enfocado en abordar los conflictos, de una manera deconstructiva; es decir, desestabilizando las ideas impuestas, disolviendo la idea de que te manejes en tu vida en función de una perspectiva única y además impuesta, no solamente deconstruyendo esta idea, sino desandando las ideas y/o creencias que conforman tus visiones y esquemas a partir de los cuales te manejas en el mundo, en tu ambiente, en tus vínculos pero también a partir de los cuales no expresas todas las otras posibilidades y formas de ser, la potencia que sos. Es decir, la terapia deconstructivista se enfoca en evidenciar las otras perspectivas posibles, aparte de la perspectiva impuesta a partir de la cual te manejas.
No hay una verdad. Por lo tanto hay más allá de lo que se instala como verdad y verdadero otras perspectivas, otras posibilidades de ser, otras formas de desenvolverte que son creadas desde tu propia elección, desde tu propio discernimiento y creación. La psicoterapia deconstructivista facilita dicha proceso.
Por lo tanto las ideas que se han impuesto a través del ejercicio del poder y se presentan en tu vida como incuestionables y que expresan conflictos internos en tu vida, son ideas que se instalan como seguras, que no sabemos el origen pero que se presentan como naturalizadas e implican acciones que también se naturalizan, aunque representen una incoherencia en tu vida cotidiana.
Un abordaje para estos conflictos, es la psicoterapia deconstructiva ya que todo concepto supone una política previa de construcción.
Flavia.
Ilustración: #trasvorder
viernes, 17 de abril de 2020
Barras de acceso a la consciencia
Elijo este collage que realizó #Trasvorder para contarles y mostrarles de alguna artística forma lo que sucede al correr las barras, es decir al recibir una sesión de "Access Bars".
Que es similar a lo que sucede cuando también, las doy.
En estas sesiones se mueve energía, energía estancada en tu cuerpo. Esta energía sometida a la repetición se estanca y te vuelve a estancar.
Este proceso energético ayuda para obtener claridad y generarte una sensación de fluidez y liberación, justamente de lo que te limita en tu vida.
A través de este proceso llegaras a sentir liviandad y posiblemente te ayudará a prepararte para un cambio, y porque no, para la transformación que necesitas-
Este tipo de procesos, puede realizarse de forma única o en secuencias, y a la vez como complemento de una psicoterapia deconstructiva.
Las psicoterapia deconstructiva que brindo tiene como fin, lograr desmontar una estructura conceptual que limita tu vida, para poder dar lugar a un sistema de vida basado en la autogeneración conceptual.
Es un proceso que logra transformar, plasmar tu punto de vista en tu vida, te ayuda a resolver situaciones desde tu propia creación,
tu capacidad de autoproducirte y automantenerte, tambien de autorenovarte.
No solo se trata de autoconocimiento!, hay mucho mas allá.
Animate a deconstruirte, está en vos!
:)
Si querés podemos mantener una sesión por video llamada.
Consultame sobre tu situación por mail:
lic.flaviabelmonte@gmail.com
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