lunes, 5 de mayo de 2008

La naturaleza de "lo grupal" /Grupos/

LA NATURALEZA DE “LO GRUPAL”

Sin intención de dogmatizar, y como producto de lo agenciado en la lectura, podríamos decir, que todo grupo se constituye desde su inicio atravesado por organizadores fantasmáticos y socioculturales. Los grupos producen su propia red identificatoria y transferencial, y sus propias significaciones imaginarias. El grupo mantendrá su singularidad a través de producciones propias e irrepetibles, y el despliegue de estas solo se hará posible en su inscripción histórico – institucional. Seria casi imposible intentar dar cuenta del modo en que estos atravesamientos constituyeron a nuestra comisión como grupo, y de cómo se estableció la red identificatoria transferencial o cuales fueron las significaciones imaginarias generadas por el grupo, quizás, podrían inferirse ciertas cuestiones teniendo una crónica adecuada de cada reunión, pero jamás podrían abarcarse los múltiples sentidos que las producciones propias de nuestro grupo han disparado y, además, “se “sabe” que lo acontecido en una situación grupal es mucho mas que aquello de lo que se puede dar cuenta”.[1]
Sin embargo, seria interesante resaltar las cuestiones que se hacen mas notorias, teniendo en cuenta la inscripción de nuestro grupo en una institución tan controvertida como la Universidad de Buenos Aires.

TEXTO Y CONTEXTO

Desde el inicio de la cursada de esta materia, momento a partir del cual se comienzan a iluminar en nuestras mentes las cuestiones de lo grupal, podemos observar en la realidad misma, en esta caso, de nuestra comisión como grupo, los atravesamiento políticos, sociales, institucionales, económicos, etc., y lo borroso del límite entre el texto y el contexto del grupo. Esto se hizo muy visible desde el comienzo, ya que permanentemente, durante las clases, surgían temas referidos a las problemáticas actuales, que se han hecho texto en chistes, comentarios , discusiones y seguramente diversas formas de las que no podemos dar cuenta, pero no, por supuesto, desde un adentro grupal que mira al contexto como externo, el contexto se hizo texto – carne del grupo en cada reunión y el fiel reflejo de esto fue nuestro taller en la jornada de producciones grupales.
Si bien no es imprescindible que dentro del grupo haya un informante particular para que todo lo que acontece en la sociedad se haga texto (porque esto es constitutivo del grupo), podría tomarse como uno de los disparadores de sentido, propio de nuestro grupo, el tener dentro de este, a un integrante del Centro de Estudiantes, que nos mantenía al tanto de todas las problemáticas sociales con las que de alguna manera estamos activamente comprometidos a través de la Institución, o por lo menos, ( y lamentablemente) a través de algunos grupos de la Institución (la causa Brukman, la inundación de Sta. Fe, el hambre por la que atraviesa nuestra sociedad, lo que motivó la apertura de un comedor en Independencia, la caótica reforma de la carrera que deja a muchos estudiantes por fuera, y la desatención a todo esto por parte del estado). El contexto siempre se hace texto del grupo, de diversas formas, explicitas e implícitas, pero en el nuestro, muchas de las veces que asomaba, quizás de manera implícita, aunque sea una puntita de alguna problemática social, nuestro compañero del Centro de Estudiantes, la rescataba, y esa puntita que cualquier otro integrante del grupo no veía, se hacia texto explicito de éste. Aunque mas no sea una posibilidad, esto podría tomarse como un modo particular y propio en nuestro grupo, de volverse texto, el contexto.
En medio de una gran confusión, puede distinguirse en nuestro grupo también, que los múltiples atravesamientos en los que se constituye como tal, generan una trama en la que cada hilo no es sin los otros. Ejemplo de esto podría ser, el contradictorio hecho siguiente: estando el grupo inscripto en una institución estatal (Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires), es alertado por otro grupo de la misma Institución (el CEP), de que es el momento de actuar en pos de la solución de problemáticas sociales que el estado desatiende, y, por lo tanto, es necesario, demandar la atención del estado a estas problemáticas, desde, precisamente, grupos inscriptos en una Institución estatal, o sea, llamar la atención al estado, desde el estado mismo, y, lo mas llamativo y contradictorio de todo esto, es que, así como esta Institución estatal no existiría sin los grupos, los grupos no existirían sin la institución estatal desde la cual se llama la atención al propio estado. Por supuesto que esto tiene que ver con el vaciamiento de las Instituciones y lo “estallado” de estas, como propone la Cátedra, pero aquí lo tomamos para resaltar que quizás, este sea uno de los hilos que forma parte de la trama que hace nudo en la constitución de la comisión como grupo. Todo esto, permitiéndonos hacer un recorte, ya que los organizadores de un grupo son múltiples y no pueden definirse por si mismos, aunque “en determinados momentos grupales se vuelven mas significativos unos organizadores que otros”.[2]
Es así, que hacemos cobrar relevancia a los organizadores institucionales – ideológicos – políticos, en esta situación grupal que recortamos para poder distinguir algún sentido, de los múltiples que seguramente se han disparado en nuestras situaciones grupales durante la cursada

UNIDOS POR EL CAOS


Tomando la lectura de la obra de Castoriadis “Los dominios del hombre- Encrucijadas del Laberinto”, resaltaremos conceptos de importancia que aparecen implícitos en el dispositivo de multiplicación dramática de la Jornada de Producciones Grupales, tales como: el protagonismo de las instituciones y su correspondiente magma de significaciones sociales imaginarias, la cuestión del ser como caos y la conexión entre tiempo y creación.
Conectaremos las dos vertientes que propone el autor desde el principio hasta el final de su obra, estas son: 1) ¿Qué es lo que mantiene unida a la sociedad? 2) ¿Que es lo que hace nacer formas nuevas de sociedades diferentes?
La primera opción la encontramos presente en la insistencia en demostrar las características ( en general dificultosas) del ejercicio y funciones de las instituciones en la vida cotidiana. Tal es el caso del maltrato y la falta de atención hacia los pacientes del Hospital, la desorganización universitaria que se presenta como reflejo de la actitud agotadora del estudiante de Psicología, las incomodidades presentes en un típico viaje en colectivo y aparejado a esto la imposibilidad del chofer en controlar y dar respuesta a las quejas de los pasajeros. La actitud de los personajes de estas escenas fue pasiva, lo instituido no es cuestionado, resultando una suerte de costumbre colectiva que no propone, no defiende ni cuestiona . Como resultando, la “queja” es la respuesta más facilista.

Tal como dice Castoriadis lo que mantiene unida a una sociedad son sus instituciones y las múltiples significaciones sociales imaginarias particulares de cada sociedad. Encontramos como factor común entre los valores de esta sociedad (la representada según el dispositivo de la Jornada) la indiferencia y el individualismo. Parte de la oleada de esta lastimosa y criticada indiferencia es entonces lo que nos mantiene como unidad, unidad consensuada de la que todos de alguna manera somos participantes.

Castoriadis toma el concepto de “cerco” de Varela y realiza una similitud entre la organización social y la organización biológica. Ambos exhiben un cerco de organizaciones, de información y conocimiento. En el caso que se encamine un acto revolucionario, será pensado como “peligroso” porque amenazará la identidad propia de las instituciones.
Si bien tomando en cuenta que un cambio implica el paso del tiempo (momento histórico social, político, etc.) para que se efectúe y sea asimilado por los sujetos e instituciones que componen la sociedad, notamos la ausencia y dificultad que se presenta para plantear la 2da. dimensión propuesta por el autor( la que se cuestiona que es lo que hace nacer nuevas formas de sociedad). Siendo que la sociedad implica autocreación que se despliega como histórica, creación como obra de los imaginarios sociales de la sociedad, presenciamos una “heteronomía” que concibe que “las cosas están dadas” (principios, valores, leyes) casi como homogéneas e inmodificables . Se presenta esto en correlación con el ejercicio pasivo de sus integrantes: como por ejemplo el estudiante universitario que no presta atención a la compañera del CEP por un lado y la no existencia de respuesta de parte de la institución universitaria para facilitarle apuntes a los estudiantes por el otro.
Tanto la enfermera del hospital público, el estudiante universitario, el colectivero y sus pasajeros como el taxista, están incluidos en un círculo que no los conforma ni les permite desarrollar su integridad como sujetos. La fuerza implícita en la unidad de las instituciones y paralelamente el momento histórico social, político y económico (Argentina, 2003) les dificulta reaccionar activamente propiciando nuevos títulos y propuestas que faciliten emprender una ruptura histórica social ( tal como cita Castoriadis en la Antigua Grecia a finales del Feudalismo) donde la autonomía funcione como apertura y no como cerco. La escena “no queremos mirar” nos da la pauta del compromiso y la complementariedad existente entre los participantes de la sociedad y sus rigurosas instituciones. La posibilidad de cambio está en general velada por el temor y la resignación.

“EL SER” Y SU SELVA

Mientras pensamos en la definición que Castoriadis que de “el SER”[3]: “el ser no es un sistema… el ser es caos o abismo, o lo sin fondo. Es caos de estratificación no regular…” se nos presenta significativamente la canción “Selva” compuesta por “La Portuaria”.

“¡Selva!, ruido de animales salvajes,
¡jungla!,
baila, baila,
baila hasta salir de tu cuerpo,
danza, danza,
somos animales en celo.
...................................................
Vas buscando un oasis donde llegar,
Si tu cuerpo ....busca calor
Va bailando mi corazón,
Siento risa siento temor,
Hay un mundo distinto,
¡Selva y dolor...!”
Mezcla de gente, vorágine cotidiana, alaridos de alegría matizados de temor agregaríamos nosotros…
¿ESPERANZA VERSUS CAMBIO?

La creación es inherente frente al paso del tiempo, pero la rigidez de las instituciones lleva a apoyarse sobre una especie de “esperanza flotante” antes que a lo concreto de los hechos.
En nuestro dispositivo, un grupo de amigos camina por una selva. Nosotros nos preguntamos ¿ qué es lo que buscan?, ¿será el mismo aire de esperanza que anhelan las figuras de “educación”, “salud” y “libertad” de la escena 8?, o el desahogo y la necesidad de festejo que encuentran los invitados de la fiesta (escena 6) manifestado en bailes populares y gritos de festejo.

Aludiendo al texto de Castoriadis es interesante plantearse que partiendo de que toda sociedad produce su propio mundo, y ahora, tomando a las instituciones presentes en el dispositivo (educación, salud, transporte publico) como productos de un proceso de socialización cuya existencia presupone la existencia de una sociedad instituida; ¿cuáles serían las funciones protagónicas que podrían ejercer cada uno de los personajes presentes en las escenas dentro del vertiginoso circulo de instituciones en el cual están (estamos) insertos?


BUSCANDO UN OASIS... DONDE LLEGAR

Relacionando a la canción de La Portuaria con el tema a desarrollar, interpretamos “la búsqueda del oasis” como la representación del cambio El mensaje de “romper con las barreras” está acompañado de pares de puestos presentes en la canción tales como: “siento risa siento temor, hay un mundo distinto selva y dolor”.
Siendo que toda sociedad es una construcción de su propio mundo, que mantiene un sistema de interpretación que permite la movilidad y comunicación de los sujetos que la componen, la posibilidad de un nuevo “oasis” o “mundo diferente” significaría un “peligro o amenaza” contra ese sistema de interpretación. Dando cuenta, a que en general los cambios no son abruptos: modificar las significaciones imaginarias sociales llevaría un arduo trabajo; queda reflejado entonces, que el tiempo es impensable sin la creación.

TAMBIÉN COMO UNIÓN

En el imaginario grupal laten núcleos del imaginario social definido por Ana Fernández como: " el conjunto de significaciones que una sociedad da y por las cuales sé autoinstituye como tal", imaginario como la capacidad imaginante, inventiva, la capacidad de una sociedad de crear sus propias significaciones, hay determinados mecanismos de efectividad implicados en la creación de esas significaciones, una de ellos es por la reiterada repetición de las narrativas desde distintos lugares del tejido social; esto se ve por ejemplo en la escena 7: "... la facultad de psicología esta llena de zurditos..." por repetición estas narrativas forman un mito que constituye una parte del magma de significaciones sociales, este seria un ejemplo de las significaciones cristalizadas, imaginarios efectivos o significaciones instituidas.
Además este magma de significaciones sociales se conforma de significaciones en ebullición, imaginación radical o instituyente. De esta manera conviven en tensión lo instituido y lo instituyente, lo cristalizado instalado que se pretende continuar y lo instituyente que aboga por el cambio; esta tensión puede verse en la escena 8 "No queremos mirar" donde la masa se identifica con el imaginario social instituido, cristalizado en la sociedad indiferente y con los diferentes derechos que intentan ser mirados y escuchados por la masa, estos derechos están esforzándose por producir un cambio. Aquí juega también la idea de E. Mari[4] del dispositivo del poder en donde este exige como condición de funcionamiento y reproducción del poder no solo sistemas de legitimación, enunciados, normativas, reglas y sanciones que conocemos como el discurso del orden, sino que también necesita los soportes de los mitos, los emblemas y los rituales, es decir del universo de significaciones que provoca que la sociedad adecue y enlace sus deseos al poder; esto lo vemos en el personaje nefasto que en la escena 8 empuja a los diferentes derechos que luchan por expresarse, esa fuerza o la violencia intenta mantener un imaginario efectivo que anula los deseos del poder ante un imaginario radical que intenta deshacerlos, cuando no alcanza con el discurso del orden (por mas que los derechos forman parte de la propia constitución y esta contemplados por el discurso del derecho) o con el imaginario social efectivo entonces la violencia o la fuerza debe hacerse presente para mantener el poder instituido.

LO IMAGINARIO EN POS DE LA DESTRUCCIÓN
Con relación al poder es importante considerar que el imaginario social produce sentido, que dependen de diversas instancias culturales, económicas, políticas y sociales, aquí juega de nuevo la significación social cristalizada de "los zurditos en la facultad de psicología", este mito organiza y da sentido a practicas de una sociedad en ese aspecto podemos pensar en determinadas practicas de la dictadura militar de los `70, y como se sustentaban en determinados mitos que sirvieron en aquel momento para justificarlas o ser aceptadas por un grupo o por toda una sociedad indiferente (persecución a estudiantes, destrucción de libros de psicología y instrumentos de la psicología experimental).

IMAGINARIO Y SEDUCCIÓN

Relacionado con esto en la escena 2 "Juguetes" se pone en juego otro mito social "Las mujeres como competidoras", las muñecas pelean por Ken, este mito puede ser sostén de determinadas practicas de seducción de muestra sociedad o rituales de seducción por ejemplo aquellos hombres que saben acercarse sigilosamente a la mujer deseada acercándose primero a la amiga. Vemos como acá convive un mito de mujer competidora y activa que lucha por un hombre con otra que es controlada es decir el mito de la mujer pasiva, ingenua en donde se practicaban otros juegos de seducción como tirar el pañuelo o estar en el balcón jugando a las muñecas y con eso podían ver a los hombres. Esto demuestra como los mitos no cambian de un día para otro sino que el cambio se produce lentamente, estos mitos poseen un núcleo fuerte mientras cambian los bordes el núcleo permanece (hasta destruirse) y coexisten con otros mitos actuales; en la escena del "Colectivo" no se vio algún gesto de caballerosidad que quizás en otro momento hubiera formado parte de la escena, esto muestra como se pierden los mitos.

IMAGINARIO Y SEXOS

Los mitos mujer-madre y mujer-profesional lo vemos en la escena 1 en la señora molesta en donde se debate entre conseguir el apunte de una de las materias que cursa y al mismo tiempo alude a su hijo con diarrea y con la frase "me hierve el tuco". En esta escena coexiste dos mundos el mundo publico y su trabajo invisible o mundo privado ( Ama de casa) estos dos mundos poseen códigos y lógicas diferentes en donde se exigen diferentes formas de pensar, sentir, actuar y que a su vez son diferentes en ambos, entonces estas mujeres o esta mujer de la escena 1 debe absorber esta tensión conflictiva, que la lleva hacer diversas negociaciones entre estos y a su vez soportar los malestares y las violencias que los mundos provocan, es decir el transito por estos mundos diversos exige practicas y subjetividad distintas, entonces el hecho de que se haya elegido una señora como el personaje molesto para la escena de la facultad tiene que ver con el mito de mujer-madre, aunque actualmente podría ser el hombre el que atiende a los hijos y se ocupa del hogar, como se impone en nuestra sociedad, pero vemos en la escena que aun tiene peso el mito de la mujer en esta posición (de madre) como algo instituido, y también puede tener que ver con el mito de "mujer histérica" siempre el nerviosismo asociado con la mujer como diría Foucault "Detrás de una buena madre, hay siempre una mujer nerviosa..." debemos tener en cuenta que este nerviosismo suele ser la contracara del éxito de las mujeres en sus emprendimientos y no por ello dejan de lado sus hogares, a su vez este mito mujer-madre puede asociarse con otro " los hombre no lloran" por lo que la mujer es la que queda asociada al llanto y a la sensibilidad mas que el hombre por que se ve asociado al poder, al dinero, la inteligencia, la eficacia, etc., que lo definen en su masculinidad y por eso es que las mujeres son más sensibles para la maternidad, ya que se las asocia con la falta de todo aquello que posee el hombre y se la ve débil, ingenua, sensible, etc.[5]
Esto tiene que ver con el imaginario efectivo que anuda los deseos al poder de manera armónica con las practicas y significaciones que le da mas poder por ejemplo: el mito de la mujer madre sirvió a la sociedad industrial para criar obreros calificados. Así las practicas y deseos de la sociedad están de acuerdo con el poder y una vez mas mezclamos aquí el dispositivo de poder. En cambio con el discurso del orden vemos como el mito de la mujer madre se traduce en el derecho con las leyes de tenencia de los hijos que privilegian a las madres, sosteniendo a la vez este imaginario instituido, manteniendo a su vez el poder instituido vemos como los mitos son significaciones enlazadas que están en la base de otras significaciones, latiendo.
Los mitos también pueden apuntalar rituales hace que compartan la tensión, esto lo vemos en "los psicólogos zurditos" y como una compañera resuena con esto en su trabajo (ya que trabaja en una institución militar) y como a veces se siente incomoda con cierto temor de que alguien le pregunte que estudia y la típica respuesta "los psicólogos son todos zurditos".
Las mujeres comparten entre sí formas emblemáticas, son frases emblemáticas; emblemas como imaginarios instituidos socialmente cristalizados, son como dispositivos que identifican un grupo sobre la base del sentido que se juega en ese imaginario social instituido, en esas frases emblemáticas.
Una sociedad va cambiando y el responsable de esos cambios es el imaginario instituyente o radical instituido por utopías del movimiento utópico; corriente transformadora de sentidos no cristalizados que mueven las significaciones cristalizadas de una sociedad; van cambiando surgen y conviven con las significaciones instaladas. Si un conglomerado de utopías se instala cambia la sociedad y se transforma lo instituido es decir que puede cambiar la sociedad o permanecer este imaginario radical en ciertos sectores; estos movimientos utópicos los vimos durante la jornada integra, en las multiplicaciones explicitadas por muchos con la intención de cambiar la sociedad individual, indiferente haciéndose texto en las diferentes escenas.

LA ERA DEL VACÍO

Lipovetsky realiza en “la era del vacío” un constante paralelismo entre las sociedades moderna y postmoderna, acentuando sobre esta ultima ciertas características que hacen de ella una era del Vacío.
El proceso de personalización actual conlleva como valor fundamental la realización personal, respecto a la singularidad subjetiva. Con esto se instaura una ideología individualista, basada en los valores, derechos, y deseos individuales. En la línea de producción de sentido “El Llanero Solitario”, se reflejan los valores postmodernos, donde el encuentro del hombre con el hombre se realiza esencialmente bajo el signo de la indiferencia. De la libre expresión ya nadie hace uso, ha perdido el fin de la comunicación acrecentándose el autodialogo y él “conócete a ti mismo”.
Pudimos plasmar en la escena de “Los Problemas de la Facultad” el vuelco que se da en la posmodernidad con respecto a los valores modernos. En esta primera escena coexisten dos actitudes completamente distintas y opuestas que representan el pasaje hacia la “nueva era”. Por un lado el estudiante del CEP comunicando eufórico la convocatoria a una marcha por los trabajadores de Bruckman representa a la conquistadora sociedad moderna, activada por los espíritus revolucionarios y los religiosos del cambio que les rinden culto al progreso y el porvenir. Por el otro, el estudiante solitario que entra en escena trayendo nuevos modos y estilos sociales, dando lugar al individualismo hedonista y personalizado de la sociedad posmoderna que marca un cambio de rumbo desencantando vía la indiferencia los altares de la modernidad.
La tendencia a la pluralidad de ofertas y a la diversidad de propuestas en las sociedades postmodernas, fomentan la realización de los deseos propios con formulas independientes que generan el desasosiego por el otro. Estas peculiaridades de la postmodernidad atraviesan por completo la escena antes mencionada y se muestran claramente en el personaje de la señora mayor. Sólo acentúa sus dificultades y problemas personales referidos al terreno de la facultad y lo difícil que se le hace estudiar, manejar la casa, cocinar para la familia, y en ningún momento genera un espacio de dialogo con el joven, sino que solo existe una descarga a partir de las necesidades individuales, como diría Lipovetsky: “Cada uno quiere decir algo a partir de su experiencia intima”[6]. Y según lo que él plantea se puede decir que en esta escena se prima el acto de comunicar sobre el contenido de lo comunicado y es una fiel muestra de como el emisor se convierte en el principal receptor. Esto no es otra cosa que lo que Lipovezki denomina como el derecho y el placer narcisista a expresarse para nada, para sí mismo, expresarse con el único motivo del mero expresar, lo cual va de la mano con la desusbstancialización que conlleva la lógica del vacío.
La contrapartida de la “falsa” individualización de la que veníamos hablando es que nos hace creer que podemos ser seres individuales sin prestar atención a todo lo que sucedió en el pasado y lo que sucede hoy, en el presente. Nada más artificial que este supuesto producto, ya que aunque queramos despojarnos de todo lo que sucede en el “afuera” lo social nos atraviesa en cada acto, pensamiento, relaciones, costumbres, borrando el paréntesis que cree separar individuo-sociedad.

EN UN ÁMBITO SIN HISTORIA

Siguiendo el concepto del individuo posmoderno narcisista y su imaginario social, podemos entrever un fenómeno que estuvo muy patente la multiplicación dramática y que se articula de manera sorprendente con parte de la bibliografía de la cursada. Ya hablamos de este estudiante que transita con desasosiego los pasillos de la facultad. Tan desasosegado como los pasajeros de “El Colectivo” o los pacientes de “Silencio, Hospital”. Entramos en el problema del vaciamiento de sentido de las instituciones. Ana María Fernández nos cuenta que se ha observado recurrentemente en las anteriores experiencias de la cátedra dentro del marco de las Jornadas de Producciones Grupales ciertos elementos que dan cuenta de un hecho actual del estudiantado: “Circulan por una institución (la facultad) “sin historia””. Pero ¿qué quiere decir y qué consecuencias conlleva esta “ahistoricidad”? Primeramente significa que los estudiantes transitan la facultad en completo desconocimiento de su valor de co-gobierno de la UBA o de sus derechos. Se cuestionan las normas, se las ve como represivas, autoritarias y por sobre todo ajenas. Están impuestas desde afuera por un poder abstracto, totalmente desvinculado del accionar estudiantil que resulta un impensable, un área de invisibilidad. El “Llanero Solitario” posmoderno se siente atrapado en el marco de lo público y lo institucional: hospitales que no dan abasto, colectivos donde reina la discordia y el maltrato, facultades caóticas y deficientes, viajes en taxi que son una verdadera tortura... esto se vio en las multiplicaciones: una fotografía de lo conflictivo de lo cotidiano, donde lo velado es el cuestionamiento, el ¿por qué? y todo esbozo de cambio. Este llanero nuestro es muy solitario y sobre todo pasivo, no enfrenta sólo resiste. Entonces “sin historia” no sólo lo entendemos como una falta de un marco histórico sino como un vaciamiento de sentido. Al no saber la historia de estos pasillos, no sabemos lo que significamos nosotros en ellos, y entonces, desconocemos nuestra potencialidad y nuestra imbricación (como diría Varela) en la problemática actual.

LA SOLEDAD DEL HEDONISTA

Este “sin historia” del que veníamos hablando resuena no sólo con Lipovetsky, del que ya dijimos algo, sino también con Varela (que no en vano lo cita tanto al anterior). Varela nos dice claramente “Tales procesos nos obligan a preguntarnos si no están ligados a los que se ha convenido en llamar la pérdida del sentido histórico...”. Pero ¿qué procesos? En éste texto Varela nos habla de las categorías espacio-temporales que se generan de la modernidad en adelante y cómo estas están en estrecha relación con la pedagogía de cada tiempo.
En la actualidad reina la pedagogía psicológica: sostenida por un fundamento científico-empírico considera fundamental respetar los tiempos individuales de cada niño. De un estadio de aprendizaje pasará al siguiente; si lo hace es “normal”, que es un equivalente de sano. No solo hay que ser normal, sino saberse adaptar. La escuela está pensada no ya como un lugar donde se inculca el amor por el conocimiento, sino un lugar donde el niño aprende a interactuar con otros niños y donde aprende a ser flexible, herramienta que necesitará en el vertiginoso y cambiante mundo posmoderno que lo espera fuera del salón. Esto viene a cuenta para explicar (sólo en parte, claro está) la génesis del tipo de individuo narcisista que predomina en nuestros días. Citando a Lasch, Varela lo define entre otras cosas por su tendencia a “encuentros esporádicos y superficiales”[7].
Entonces este “proceso” que daría cuenta de la pérdida del sentido histórico está en relación a cómo se figura el tiempo este sujeto narcisista del que habla Varela. Un tiempo psicologizado y subjetivado que se opone a los tiempos sociales y objetivados, a los tiempos “exteriores” que son relegados y sentidos como coercitivos.
Articulando esto último con nuestro llanero solitario, podemos notar fácilmente como en éste se perfila el narcisismo posmoderno: su tiempo y sus necesidades están en el centro del asunto. No importa lo que pasa en Bruckman, eso es sólo el sonido de fondo de la escena, lo importante es conseguir nuestros apuntes. La señora “operada de la cadera” o una madre con la niña que suben en “El Colectivo son figuradas por medio de las resonancias y consonancias de nuestra multiplicación dramática como gentes molestas que perturban mi viaje. Rosita, la enfermera de la escena “Silencio, Hospital” en el sentido más explícito pone su tiempo subjetivo “me tengo que ir” sobre las necesidades de sus pacientes. No bien termina su turno se va, es ciega a todas las necesidades, no importa que los internados se caguen, eso ya no es su problema.
Sin embargo la escena ocho, con la que concluimos nuestra multiplicación esboza algo distinto: aunque sea sólo un individuo alguien se atreve a apartarse se esta “norma” que nos aprisiona en una posmodernidad que nos define con un rigor científico. No le importa que todos estén ensimismados, el grita y pugna para denunciar la impunidad de un poder que no necesita esconderse, porque el velo está en los ojos de la masa de narcisistas. Nuestro llanero solitario en esta última escena cambia su postura, finalmente lucha por el cambio de lo instituido en vez de quedarse pasivo. No por nada esta escena es la final y silencia a muchas otras. Abre una brecha y no pone punto final, sólo puntos suspensivos...





ACONTECIMIENTOS


Fueron contexto en los meses y días anteriores a la jornada, las siguientes noticias:

· Los cortes de calle de los piqueteros.

· La problemática de las fábricas ocupadas: Brukman.

· La inundación de Santa Fé.

· El caso García Belsunce.

· La “ola” de secuestros, el secuestro de la hija de Macri.

· La gran cantidad de muertes de policías.

· La aparición de una chica muerta en la facultad de derecho, y con esto, el cuestionamiento al manejo de la institución.

· Las elecciones, el ballotage, la renuncia de Menem al ballotage.

· La proximidad de la asunción del nuevo presidente Kirchner y los comentarios de que éste fue montonero y que su política pertenece mas al centro – izquierda que a la derecha.

· La llegada de Fidel Castro para la asunción del nuevo presidente.


Entre todas la enumeradas arriba, nosotros pudimos leer como texto de nuestra jornada, las siguientes noticias:

· La problemática de las fábricas ocupadas, mas específicamente Brukman, estuvo presente explícitamente, en la escena 1 de nuestra multiplicación. En donde se representa a un integrante del centro de estudiantes con un megáfono, convocando a una marcha por esta causa.

· La inundación de Santa Fé, estuvo presente de manera explícita en el plenario final, cuando una comisión manifiesta haber tratado el tema en su multiplicación, y que, a raíz de esto, hubo muchas escenas con el agua presente.

· La renuncia de Menem al ballotage se presentó de manera explícita en el ¡vamos Menem!, que se escuchó desde una comisión, y que “marcó profundamente a la comisión 29.

· El ballotage se presentó explícitamene en nuestra comisión, cuando un compañero pide “¡hagamos ballotage!”, para elegir la escena 1.


· El cuestionamiento a la institución de la UBA, como consecuencia de la muerte de una chica en el hueco de un ascensor en la facultad de derecho, podría leerse de manera implícita, en el propio cuestionamiento de nuestra comisión a la institución, a lo público.

· Los comentarios sobre que nuestro futuro presidente Kirchner fue montonero, y sobre que su política es mas de centro izquierda que de derecha, y la presencia de Fidel Castro para su asunción, puede leerse implícitamente, en nuestra comisión, cuando surge, a raíz de la escena del “taxi”, el tema de los “zurditos”, en la ronda de comentarios.



LÍNEAS DE SENTIDO

El Llanero Solitario:
En la escena uno, el estudiante de psicología se tiene que “enfrentar solo” a numerosos problemas: la masa de estudiantes lo choca al caminar, el CEP no tiene los apuntes que necesita, tampoco la fotocopiadora. Para terminar, una compañera molesta lo acosa con preguntas y comentarios –“...mi hijo que tiene diarrea ay...”. La pasajera de “El colectivo” es manoseada y salpicada por constantes estornudos. Para colmo se encuentra en medio de una discusión entre una señora mayor y una madre histérica. Tampoco hay nadie que la defienda. Otra vez “sola”, Rosita la enfermera de la escena cinco, intenta responder a las interminables demandas de los pacientes: “Rosita me duele la cabeza”, “Rosita, tengo hambre”, “Rosita, me cagué”. En la escena ocho un “defensor solitario” de los derechos, intenta hacer que la masa mire las atrocidades de la escena.

Selva:
En la escena tres los exploradores tienen que pasar entre un “caótico” grupo de monos, que le hacen la vida imposible. En “Juguetes” cuando el juguetero no está la juguetería se vuelve un “caos”: las muñecas se pelean a los gritos por el muñeco. “El Colectivo”: froteuristas, madres gritonas, señoras quejosas, estornudadores compulsivos y niños molestos; todos haciendo de la escena un “caos”. En el hospital de la escena cinco todos los enfermos piden atención al mismo tiempo: “acá enfermera, tengo hambre”, “a mi primero”, “enfermera, llame a Rosita que me cagué de nuevo”. En el griterío que se produce se vuelve difícil oír todas las demandas. El la escena seis, el “caos” se ve en el desorden generalizado de la fiesta, cada uno hace lo que se le canta: algunos bailan, otros hacen un “trencito”. El personaje de organizador de la fiesta se perdió en el lío.

Atrás! Empleados:

En la escena siete el tachero se interesa más en preguntar y decir lo que quiere que en brindar un servicio eficiente. En “El Colectivo” el colectivero no hace respetar las normas para que cedan los asientos reservados ni para que se mantenga la calma. En la facultad de la escena uno, ni el centro de estudiantes, ni la fotocopiadora disponen de los apuntes que el estudiante necesita. En la escena cinco la enfermera no logra asistir a los internados.

El Capo y Capa Caída:

Esta línea de sentido se constituye por la aparición de un poder. La inaugura un juguetero. Bajo su mirada y presencia sólo hay inmovilidad, pero no bien se ausenta los juguetes se dedican a hacer lo que quieren; luego vuelve el juguetero y el orden retorna.
Esta escena (la segunda) abre dos caminos, la del agente de poder eficaz y la del agente inútil. Justamente en “Juguetes” el centro de la dinámica está marcada por las ausencias / presencias del poder, del “capo”. Ahora la línea se desdobla en dos.
El capo: En “Sorpresa” los expedicionarios se encuentran con lo inesperado, un inquietante sujeto, que en medio de la nada los esperaba, que tenía pleno conocimiento de su llegada, mientras ellos ignoraban la presencia de él. El tachero de “Taxi” pregunta y dice lo que quiere, total es su coche...
En “no queremos mirar” un sujeto destruye a gusto la igualdad de posibilidades, la educación y la salud.

Capa caída: En “El Colectivo” el conductor se muestra apático, no interviene.
Tampoco la enfermera de “Silencio Hospital” puede controlar a los enfermos, que reclaman sin cesar. En “La Fiesta” los organizadores en vano proponen actividades colectivas, cada uno hace lo que quiere...

La colina de la vida:

La escena 1 comienza con la “llegada” a la facultad, representa la situación de “llegar” a conseguir un apunte y “llegar” al aula. En la escena 3 un grupo de exploradores después de sortear los obstáculos del camino, “llega” a un lugar desconocido. La escena 4 transcurre en un colectivo, (que presenta sus inconvenientes) medio de transporte que uno utiliza con el fin de “llegar” a un determinado lugar, por ejemplo la facultad. La escena 7 muestra otro medio que se utiliza para “llegar”, el taxi, escena en la que una estudiante de Psicología, está apurada por “llegar” a la facultad.





BIBLIOGRAFÍA




- Castoriadis, C. “Los dominios del Hombre: las encrucijadas del laberinto”, Barcelona, Gedisa, 1988.

- Fernández, A. M. "La mujer de la ilusión", Bs. As. , Paidos, 1993. Cap.
VII. : "Madres en más, mujeres en menos: los mitos sociales de la maternidad" y Cap.: "Hombres públicos, Mujeres privadas".

- Fernández, A. M. "De lo imaginario social a lo imaginario grupal", en Tiempo Histórico y Campo Grupal. Masa, Grupos e Instituciones, Bs. As. , Nueva Visión, 1993.

- Fernández, A. M. “El campo grupal. Notas para una genealogía”, Bs. As. , Nueva Visión, 2002.

- Fernández, A. M. “Imaginarios estudiantiles y producción de subjetividad” en Instituciones Estalladas, Bs. As., Eudeba, 1999.

- Lipovetsky, G. “La era del vacío”, Barcelona, Anagrama, 1983. Prefacio, Cap. 1 “Seducción Continua” y Cap. 6 “Violencias salvajes, violencias modernas”.

- Varela,J. “Categorías espacio temporales y socialización escolar: del individualismo al narcisismo” en Escuela, Poder y Subjetivación, Madrid, La Piqueta.










[1] Ana Maria Fernández: El campo grupal. Notas para una genealogía, Nueva Visión, Impresiones Sud América, Buenos Aires, 2002, Cap. VII: EL NUDO GRUPAL, ap. A: Lo gupal como campo de problemáticas, p. 136.
[2] Ana Maria Fernández: El campo grupal. Notas para una genealogía, op. cit.
[3] Castoriadis, C “Los dominios del hombre: las encrucijadas del laberinto” Pag.64 , Barccelona, Gredisa, 1988
[4] A. Fernández, "De lo imaginario social a lo imaginario grupal." ,Pág. 70, Buenos Aires, Nueva Visión, 1993.

[5]Fernández a. M: "La mujer de la ilusión"- Cap. VII "Madres en mas, Mujeres en menos", Bs. As. , Paidos, 1993
[6] Lipovetsky; “La Era del Vacío”; material de materia Teoría y técnicas de Grupos, UBA; pag14
[7] Varela,J.: “Categorías espacio temporales y socialización escolar: del individualismo al narcisismo” en Escuela, Poder y Subjetivación, Madrid, La Piqueta; pag. 186.

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